En el verano de 2008 hice uno de los viajes más alucinantes de mi vida: recorrer en coche varios Estados de la costa oesta de Estados Unidos por mi cuenta… y riesgo. El viaje lo planifiqué con mi chica (bueno, realmente lo organizó ella) meses antes desde casa a través de Internet. Llevábamos reservados desde aquí algunos hoteles y moteles, palabra que siempre parece faltarle detrás el nombre Bates. También teníamos preparado un coche que recogimos al llegar. El coche te da mucha libertad, pero también algún que otro quebradero de cabeza sobre todo para encontrar los lugares y eso llevando GPS y mapas. Aún así, merece la pena.

Una vez allí, lo típico miles de fotos a todo lo que se ponía por delante. Hasta que se me ocurrió: “por qué no bailar en cada ciudad al más puro estilo Harding” Y dicho y hecho, mira el vídeo. Y es que lo que comenzó siendo una pequeña broma aquel verano de 2008 se acabó convirtiéndose en algo típico de mis viajes, hasta hoy. La pena es no haber empezado años antes, porque un baile por Islandia o en el Castillo Neuschwanstein hubiera estado genial.

Aquel viaje por EUU de tres semanas, constaba de dos partes: un recorrido por los principales lugares de la costa oeste americana (básicamente los del vídeo) y de regreso a España, una parada obligada para visitar Nueva York.

Este es el vídeo en cuestión:

A continuación te comento algo de cada sitio:

Los Ángeles

Los Ángeles es una ciudad muy conocida por las películas y series en las que aparece. Cuando estás allí y ves sus casas, grande calles, coches y los típicos camiones de bomberos americanos piensas: “es exactamente como en las películas“. Y es que esta ciudad conjuga el lujo del mundo del cine con el peligro escondido en algunas de sus calles. Ha sido durante muchos años una de las ciudades más peligrosas de EEUU. Aunque si te mantienes en las calles turísticas y alejado del centro (Downtown), especialmente por la noche, no tendrás problemas.

Si vas con el tiempo justo, lo principal a ver aquí son el Teatro Kodak, donde se celebra la ceremonia de los Óscar y el Teatro Chino, que está justo al lado. Esos son los dos lugares imprescindibles. Allí están las famosas estrellas en el suelo y las huellas de actores.

Si luego tienes más tiempo, puedes darte una vuelta, recomendado el autobús turístico para moverte, por la zona de Beverly Hills, prácticamente es un barrio residencial sin mucho que ver, y una vez por allí, Rodeo Drive, donde rodaron las escenas de compras de lujo de Pretty Woman. Hay más zonas para ver, pero estas son las principales. Y si te sobra un día, pasa la jornada en Universal Studios o en Warner Brothers. Recomendados los primeros.

Malibú

Cómo vas a ir a California y no pisar sus playas ¡Por favor! Están presentes en míticas series como los Vigilantes de la Playa o han formado parte de finales de películas como El Planeta de los Simios (la buena, la de Charlton Heston, claro).

¿Y cómo son en realidad las playas de Malibú? Pues como en las películas: arena fina, anchas, con las típicas casetas de los socorristas, con aceras para hacer deporte, gente en patines, paseando, etc. Eso sí, no te esperes los bellezones de la tele, esto es la realidad y aquí hay de todo. Y por supuesto también hay problemas para aparcar y hay que pagar por horas. Menudo bajón.

Monument Valley

No era consciente de este impactante lugar hasta que fui a verlo. Este impresionante escenario natural, también está presente en innumerables películas del oeste y en algunas más “modernas” como Regreso al Futuro III.

La erosión causada por los distintos agentes climatológicos conforman este espectacular paisaje “monumental”, de ahí su nombre: Monument Valley. El lugar es accesible en coche, pero está en el interior de la reserva de los indios navajos. La entrada no es cara y merece la pena darse una vuelta, en coche, por el lugar. Es impresionante, ¿lo he dicho ya?

Death Valley

Cercano al mítico Áea 51, nos encontramos con el Valle de la Muerte. Es una basta extensión árida donde el sofocante calor es el principal protagonista. Puede alcanzar fácilmente los 50º en algunos de sus puntos “mortalmente” más turísticos. Ya te lo están diciendo en el nombre: valle de la muerte. Allí no bromean con esto.

Sin duda, uno de ellos es el Badwater. Presume de ser el lugar más bajo de toda América del Norte, está situado a 85,5 m por debajo del nivel del mar. Un lago salado, aporta ese extra de calor y sequedad al ambiente para desear volver enseguida al coche con su aire acondicionado. Si vas por allí, llévate agua en abundancia. Pasarás varios kilómetros sin ver un sólo lugar donde aprovisionarte.

Las Vegas

¿Qué se puede decir de Las Vegas que no se conozca ya? La ciudad cuya vida gira alrededor del multimillonario negocio de los casinos, espectáculos y hoteles, no descansa.

Entrar en algunos casino-hoteles es como pasear por un Parque Temático urbano. Desde luego cambió muy mucho el concepto que yo tenía tanto de Hoteles como de Casinos. Aquello es otra historia. Allí dentro la oferta de actividades y servicios es prácticamente ilimitada. La mayoría tiene horario ininterrumpido y siempre hay gente pululando por su interior. Si a esto le añades que algunos tienen los techos decorados como si fuera de día o al atardecer, la percepción del tiempo desaparece y puedes pasarte por allí horas y horas sin darte cuenta. Los únicos sensores de tiempo que funcionan  allí serán tu dinero y tus piernas. Lo que se agote antes, será lo que marque el momento de irte a dormir. Un consejo, existen varios tranvías que conecta varios casinos entre sí. No seas tonto, úsalos. Tus piernas te lo agradecerán.

Ni que decir tiene que allí no deben conocer el paro porque jamás he visto tantos empleados en un sólo “Hotel”. Un sólo Casino-Hotel seguro que debe tener más empleados que muchas empresas importantes españolas. No quiero ni imaginarme el presupuesto que maneja, y si es así, los ingresos deben ser estratosféricos.

Yosemite

El Parque Nacional de Yosemite es una especie de “bosque a lo grande”, como casi todo lo yanqui. Yosemite es muy conocido por sus bloques montañosos de granito, saltos de agua y por los famosos bosques de secuoyas gigantes. Un paseo entre su vegetación y pensarás que has viajado al Jurásico y está a punto de aparecer algún Tiranosaurio Rex.

A parte de las secuoyas gigantes, que te lo están diciendo: ¡son gigantes!, sin duda, la montaña más famosa de Yosemite es El Capitán. Es una enorme montaña de granito, ideal para escaladores y un lugar perfecto como fondo para un bailecito.

San Francisco

Esta es otra de las ciudades más famosas de EEUU gracias a series de televisión y al cine. Sus míticas calles empinadas, sus tranvías y el mítico puente colgante (Golden Gate) son las notas más características de esta city. Es otra ciudad rompe-piernas junto con Las Vegas.

Por si fuera poco, a pocos kilómetros de la bahía tenemos la isla de Alcatraz, donde se encuentra la mítica cárcel ahora convertida en Parque Nacional y de obligada visita. Eso sí, si quieres ir, mejor que compres tu entrada por Internet unos meses antes o te quedarás en el muelle  viendo a los leones marinos “reirse” de ti. Por cierto, están en el Pier 39.

¿Alcatraz es tan impresionante como parece? Mucho más. En sus pasillos, en el patio de recreo, en sus celdas, se respira un aire “extraño”. Las sensaciones allí son “especiales”.

Un consejo, aunque estás en California, esta ciudad es bastante fría. Existe un microclima especial que hace que esté casi todo el día nubosa y suele hacer fresquete. Ve abrigado, incluso en verano.

Nueva York

Para terminar llegamos a la ciudad más famosa del mundo. Aquí si que sus calles, edificios, barrios y parques te resultarán familiares. Han salido en tantas películas y series que cuando paseas por allí tienes la sensación de haber estado antes, un déjà vu en todo regla. Aquí hay mucho que visitar, porque ver, lo que se dice ver, lo tendrás todo más que visto. Lugares imprescindibles: Empire State Building, Times Square, Central Park, la zona cero, el puente de Brooklyn, Chinatown, Rockefeller Center, Little Italy (en vías de desaparición) y la estatua de la Libertad. Y si te van los museos, el MoMA, el de Historia Natural.

Subir al Empire State Building es toda una experiencia imprescindible y eso mismo lo deben pensar miles o millones de personas porque las colas que se forman para subir son descomunales. Procura ir con tiempo y llévate algo para leer.

Ir a ver la Estatua de la Libertad, situada en Liberty Island, puedes hacerla de dos formas: pagando o gratis. Si quieres ir a sus pies, o incluso subir, si está permitido, no tienes más que coger un ferry especial (de pago) y pagar la entrada correspondiente. Suelen formarse largas colas así que ve con paciencia. Pero si no quieres llegar a sus pies y prefieres verla a distancia y gratis, puedes coger el ferry a Staten Island que te dará un paseo de 30 minutos por el río Hudson y tendrás unas vistas espectaculares de Manhattan y de la estatua.

Un lugar menos conocido desde donde tener Manhattan a tus pies con el Empire State Building a un lado y Central Park al otro es el Top of the Rock, la “azotea” del Rockefeller Center. La entrada es un poco más cara que al Empire pero no suele haber demasiadas colas y merece la pena.

Y aquí termina el vídeo y los bailes por EEUU. Algún día sacaré las tomas falsas, que las hay, y otros bailes descartados. Algunos pensaréis, ¿y el bailecito en el Gran Cañón? Pues se borró accidentalmente. Una pena. Así que tendré que volver algún día.

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