Glasshole, llevar Google Glass puede convertirte en un capullo
Las Google Glass son uno de los objetos más de moda en el mundo de la tecnología. Parece ciencia ficción pero a través de un pequeño cristal situado delante de nuestro ojo derecho podemos consultar tweets, leer 1001 Experiencias… No he tenido la suerte de probarla pero algunos amigos, malditos ellos, sí que han podido y me lo han confirmado: es alucinante.
Sin embargo, no todo es un camino de rosas y al principio es un poco incómodo de usar. Lo peor de todo: que podemos grabar vídeo y tomar fotos sin que el resto de gente se dé cuenta. Esto ha abierto un debate en el mundo de la tecnología y la gente que lleva todo el rato las Google Glass ya tienen apodo: Glassholes. Una mezcla entre la palabra gilipollas (asshole) y las gafas en sí.
Imaginaros esta situación: vais a un garito de fiesta con vuestros colegas. En la esquina: un tipo con sus Google Glass mirando a todo el mundo. En ese momento, no sabéis si está grabando en vídeo lo que está ocurriendo o haciendo fotos a todo el mundo. No es que a mí personalmente me importe mucho pero lo cierto es que es bastante inquietante.
Otra circunstancia, es la de estar con tus colegas en una cena. Está bien lo de mirar el móvil de vez en cuando, pero cuando está todo el rato acaba siendo bastante grosero. Con Google Glass nunca sabremos si estarán atentos a nuestra conversación o estarán como Homer en aquel episodio donde usa gafas falsas para aparentar que está dormido. ¿Estará viendo un vídeo en YouTube o estará pasando de nosotros? Glassholes, qué gran palabra.
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