Seguro que muchos de vosotros habréis leído dos veces el titular y probablemente aún no le encontréis sentido pero es una de las realidades más actuales que podemos ver en nuestro día a día y que en gran parte pasan desapercibidas por nuestro subconsciente o bien preferimos obviarlas ya que seguro que te sientes identificado en algún momento del día.

WhatsApp ha revolucionado la manera de comunicarnos, es la gran verdad, en todo su explendor. Hace unos cuantos años, cuando la tecnología aún estaba en pañales, para hablar con un amigo bajabas de casa ibas a su casa y llamabas, bien a su puerta o a su telefonillo. Posteriormente llegó el teléfono fijo, pares de cobre por doquier que permitían hablar desde tu casa con cualquier otra casa, eso sí pasando por caja por cada llamada no como ahora.

La tecnología siguió avanzando y ya ni siquiera tenías que ir a donde estaba el teléfono fijo de tu casa ya que comenzaron a llegar los teléfonos fijos inalámbricos a la par que los teléfonos móviles. Con estos últimos llegaron los SMS, la única manera de quedar con un amigo o transmitir información sin dejarte un ojo de la cara.

Hoy día los SMS están en desuso ya que la tecnología de datos en el móvil ha hecho posible que nos comuniquemos sino gratis de manera muy económica entre nosotros, quién nos iba a decir hace unos años cuando el ordenador hacía unos curiosos ruidos acompasados para conectarnos a Internet vía módem que tendríamos Internet en la palma de la mano.

Pues bien, tenemos WhatsApp, todos nuestros contactos en la palma de la mano y eso hace que en muchas ocasiones nos enfrasquemos en conversaciones yendo por la calle hasta el punto de tener que pararnos para atender a la misma convirtiéndose en un verdadero semáforo urbano. Llega WhatsApp y la gente se para, o bien anda como puede intentando escribir.

Pero la cosa va mucho más allá si vamos en coche. Si bien andando puede haber problemas… imagina si nos montamos en una máquina con ruedas: hay gente que va con el coche y no sólo habla por el móvil, que en modo altavoz o manos libres podría ser opción válida. Es que hay casos en los que ves gente que está tecleando con un volante entre las manos, da que pensar.

También tenemos el caso de gente que es ligeramente más civilizada y sólo teclea en las paradas de los semáforos y estamos ante otro caso de semáforo WhatsApp ya que el coche de detrás será quien saque del “modo WhatsApp” al conductor de delante.

En esos momentos tenemos que pensar si el tener tan a mano la tecnología es bueno o malo y hasta qué punto hacemos uso de la tecnología porque queremos o bien estamos empezando a depender de ella. ¿Y tú de quién eres de los que tienes que responder compulsivamente a toda conversación de WhatsApp estés donde estés convirtiéndote en un obstáculo para los viandantes? ¿O bien eres de los que puede esperar sin problema alguno a tener un poco de tiempo libre?

En 1001 Experiencias | Vivir con el hype tecnológico de Apple
En 1001 Experiencias | Réquiem por unos cascos muertos en combate