Experiencias por vivir

Vivir con el hype tecnológico de Apple

iPhone Steve Jobs

El negocio de la tecnología en los últimos años se ha centrado en vivir en el hype. Sin hype no hay nada. Apple es la experta en el hype. Un hype que en otros círculos pasaría como algo a evitar aquí se convierte en la forma de vida de los amantes de los gadgets ––no aman los aparatos, sino a su homólogo en inglés. Hype que implica que la cuenta corriente tenga más liquidez que cualquier apartado de amortización de una empresa. El hype es renovar todo al instante, aunque solo tenga un detalle mínimo más. ¡Comprad, malditos!

El iPhone ha contado con seis lanzamientos en solo cinco años. Seis. Un teléfono que ahora se vende a partir de los 669 euros. Hay quien se ha hecho con todos. Tirando por la vía fácil y multiplicando por seis nos da 3.345 euros gastados en un teléfono en solo seis años. El hype, ese hype que en la web te dice: “es muy fácil enamorarse de él [sobre el iPhone 5]. Por eso tanta gente lo quiere tanto”. Enamórate pero déjanos tu riñón, guapo. Es para una cosa, no te preocupes que dentro de unos meses querrás darnos el otro.

Una renovación desmesurada que en los primeros años podía tener su típica justificación en relación a la batería, al procesador, que si ahora hace las fotos más nítidas, oh, mira una mariposa… pero que en los últimos avances ha ido puliendo detalles sobre una gran base que nos venden como desfasada. Compra, amigo, lo anterior ya no te sirve.

Y esto con los teléfonos, pero en relación al iPad ha ocurrido algo similar en apenas dos años con cuatro modelos distintos. Y en los ordenadores la locura aumenta aún más. Con el MacBook Pro nos encontramos que en menos de un año hay una actualización y vuelta a pasar por caja por la módica cantidad de 1.529 euros.

Aquí no hay obsolescencia programada, qué va, la vida útil del invento depende del marketing y de tu cuenta corriente. Pese a haber comprado un gran aparato que solo explotarás al 1% para todo lo que podías hacer con él mañana estarás pensando en comprar la novedad y el tuyo será un dinosaurio.

Ese aparato temporal es ese “nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo” que decía Julio Cortázar en su maravillosa historia ‘Instrucciones para dar cuerda al reloj’:

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

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Comentarios

  1. Comentario by Petete - junio 03, 2013 06:40 pm

    Compra Apple, compra Apple que te sentirás feliz.

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  2. Comentario by ¡Cuidado, llega el semáforo urbano WhatsApp! - junio 06, 2013 10:14 am

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