Experiencias míticas

El enfermo plan de Octopus o el pulpo que se hizo araña

El Doctor Octopus se muere. Y, además, se muere por la gran C. Nada de una épica batalla… (“Hey, Albertini, ¿qué haces? ¿si esto es lo mismo que el artículo de Superman?” “Razón no le falta, jefe supremo… comenzaré de nuevo”).

Nueva York. Una gran lucha entre Octopus o Spiderman. Pero no es cualquier batalla, es LA ÚLTIMA BATALLA. Una que se combate, literalmente, a vida o muerte. Uno de los dos contrincantes no sobrevivirá. Tenemos a Octopus moribundo, un cáncer le devora por dentro y el antaño villano algo gordito es ahora un decrépito saco de huesos cuya única chispa de vitalidad la confieren sus inseparables brazos mecánicos. Evidentemente Spiderman ganará, Octopus morirá, o eso nos harán creer… y aquí es donde debo gritar SPOILERS, que si os pareció que la Boda Roja es fuerte, atentos a esto.

Todo el mundo fue testigo de una batalla entre Spiderman y Octopus (publicada en ‘The Amazing Spider-man’ 700; ‘Asombroso Spiderman’ 81 en su edición española). Octopus muere. Pero en realidad solo ha muerto su cuerpo, y en él encerrado estaba Peter Parker, nuestro querido trepamuros. Otto Octavius tiene nuevo cuerpo, con todos los recuerdos, conocimientos y habilidades físicas de Spiderman. No en vano todo ha sido un plan para sortear su inminente muerte por cáncer y, de paso, derrotar definitivamente a su mayor enemigo. Pero no es solo esa derrota, sino que vendrá la humillación después en forma de “Spiderman Superior“.

Ya os podéis imaginar el revuelo que causó esto cuando se publicó en EEUU el pasado diciembre. A un aficionado le puedes dar muertes (y se quejará), le puedes dar resurrecciones (y se quejará), le puedes dar una historia en el que aparezca de repente un secundario olvidado (y se quejará)… por eso Dan Slott, que llevaba un centenar de números planificando y poniendo pistas para esta historia, declaró en las semanas anteriores a la aparición de este número que iba a desaparecer una pequeña temporada de internet ante la avalancha de reacciones.

Y vaya si las hubo, bastantes alabanzas pero también cosas en plan “te has cargado el personaje, no volveré a leer” y, lo más triste, amenazas de muerte. Tampoco es el primer guionista que recibe amenazas de muerte por cargarse a un personaje (o porque no le gusta lo que hacen), mismamente Frank Miller fue al edificio central del FBI en Nueva York con una caja llena de cartas amenazadoras tras publicarse el número de ‘Daredevil’ en el que Bullseye mataba cruentamente a Elektra (que era el personaje más popular de la serie, superando al protagonista con creces).

En Marvel la política de Axel Alonso, el Editor-in-Chief, es bastante sencilla: “si hay una buena historia detrás, adelante“. Claro imagínate llevar esto a los jefes cuando se está preparando el estreno de la película (no sería la primera llamada desde arriba para preguntar qué coj#@%&s hacen), cuadradísimos los tenían que tener. Desde que se hizo con el control de la serie, Dan Slott ha tenido claro qué es lo que quiere contar en Spiderman y su tratamiento ha ido siempre en torno a qué hace de Peter Parker un héroe y tras más de tres años decidió hacer otra exploración: ¿qué es lo que haría de Octopus un héroe? ¿por qué un pulpo quiere convertirse en araña?

Otto Octavius es el típico villano que ha estado toda la vida algo marginado (muy en la línea del maloso marvelita). Tiene, de hecho, más relación con Peter Parker de la que uno pudiera imaginar (y no me refiero a la época en la que se tiraba a la Tía May para disgusto del sobrino). Ambos son cerebritos, han sufrido las burlas de sus compañeros, y han tenido una suerte desigual en la vida. Ahora bien, la lección de humildad que recibió Parker en sus primeros días de Spiderman no la tiene el pulpo. Octopus es muy soberbio… y se ha transformado en Peter Parker, quiere ser Spiderman. No solo quiere ser Spiderman sino que quiere ser mucho mejor de lo que jamás fue nuestro amistoso vecino.

Y aquí está el quid: Octopus quiere jugar a ser héroe y para eso de primeras ha infringido la primera regla tácita del superheroismo: no se mata. Irónico, además, que la primera víctima fue quien le salvó de morir ahogado semanas atrás gracias a la nueva máxima arácnida de “nadie muere”. El Spiderman Superior será más efectivo y contundente… e incluso peligroso. Octopus y Spiderman son tótems que han querido aplicar su personalidad a los animales que representan: En la naturaleza el pulpo no es peligroso, la araña sí.

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