Experiencias inolvidables

Un vuelo en zeppelin por encima de Bruselas

Una de las mejores cosas que tiene trabajar en una empresa como Goodyear es que el icono de la marca es un zeppelin, que nosotros llamamos Blimp. Y por unas circunstancias de lo más rocambolescas, tuve la oportunidad de volar en uno hace poco más de un año por encima de Bruselas, una experienca inolvidable al alcance de muy pocos.

Y es que en el mundo hoy en día apenas vuelan zeppelines, ya que se trata de un medio de transporte bastante obsoleto, que como éste en el que monté se utilizan básicamente para hacer vuelos promocionales. Así pues, después de una reunión de trabajo y sin decirnos absolutamente nada de lo que íbamos a hacer, nos suben en un autobus y nos llevan a un aeródromo cecano a Bruselas.

AndrésEn casa de Héctor Ares siempre olía a gasolina. Y no es que viviese encima de una gasolinera, sino que el motor y la gasolina eran una forma de vida en su familia. Este vigués afincado en Madrid, ha convertido su afición en su trabajo. Es el responsable de comunicación de las marcas de neumáticos Goodyear y Dunlop, pero también prueba los mejores coches del mundo para Motorpasión. Esta vez, ha montado de copiloto en un zeppelin. Es rápido al volante, así que mejor seguirlo por Twitter.

Cuando bajamos del autobús, solo había unas pequeñas avionetas y ultraligeros descansado en el aeródromo. Pero a los pocos segundos, a lo lejos en el cielo vimos un objeto de grandes dimensiones que volaba hacia nosotros, y estaba claro que no era un avión. Era el zeppelin de Goodyear, una unidad alquilada para vuelos promocionales que sobrevoló los Páises Bajos en 2010.

Con un vuelo lento y silencioso, el zeppelin fue poco a poco acercándose a la pista del aeródromo. A medida que se iba acercando, lo más impresionante era el tamaño del aparato, que con sus más de 80 metros de largo supera con creces a muchos aviones de pasajeros.

Tomar tierra no es una operación precisamente sencilla en un zeppelin de estas dimensiones. Tiene un tren de aterrizaje semi rígido, que le permite aterrizar de forma más o menos parecida a un avión, con “carrerilla”. Pero inmediatamente después, un grupo de operarios de tierra tiene que tirar de unos cables que cuelgan del aparato para mantenerlo cerca del suelo.

Uno tras otro, los compañeros se fueron organizando en turnos de 12 personas para subir a dar un paseo de menos de media hora. Si si, habéis leido bien. 12 personas son las que caben en la cabina del zeppelin, más la tripulación que se compone de un piloto y copiloto.

Los nervios del grupo que íbamos a montar iban en aumento a medida que pasaban los minutos, y llegó nuestro momento. Mientras nos dirigíamos al zeppelin, vimos bajar a los compañeros del turno anterior con una sonrisa indescriptible en la cara.

Para acceder al interior, entras por una escalerilla parecida a la de un avión pero más corta y sencilla. Lo que más me impresionó antes de comenzar a volar, es que el interior no tiene nada que envidiar al de un avión tradicional. Los asientos se disponen de seis en seis a cada lado de la cabina, con un ancho pasillo por el centro.

La zona dónde se sitúan el piloto y copiloto, está comunicada directamente con el resto del pasaje. Las ventanillas son gigantescas, llegan muy abajo y como es lógico no se pueden abrir durante el vuelo. En la parte trasera, hay una zona con una especie de banco corrido y una ventana panorámica, desde la que no dudé en hacerme una foto una vez que emprendimos el vuelo.

Después de escuchar las instrucciones de seguridad de la copiloto y abrocharnos el cinturón de seguridad, llegaba el momento de despegar. Los operarios de tierra comenzaron a soltar los amarres que unían el zeppelin al suelo, y los pequeños motores que mueven el timón de cola y el que permite manejar la altura de vuelo, comenzaron a hacer un ruido muy leve.

Despega el zeppelin

Empezamos a avanzar poco a poco por la pista del aeródromo, y en solo unos metros el zeppelin comenzó a alejarse del suelo. Lo hicimos de forma muy vertical, y con una suavidad realmente impresionante. Casi de forma vertical, fuimos cogiendo altura hasta situarnos a unos 300 metros del suelo.

Sensación de estar viajando en un zeppelin es realmente impresionante, difícil de describir. Me recordó más a una ocasión en que hice vuelo sin motor, que a cualquier otro aparato aéreo en el que haya montado. Tampoco tiene nada que ver con un helicóptero, y es que el silencio en el aire es casi total.

No olvidaré nunca, que el piloto se giraba constantemente para charlar con los pasajeros. Todos le mirábamos con cara de “tu estás loco”, pero el se mostraba muy tranquilo. Me dijo que manejar el zeppelin era muy sencillo siempre y cuando las conduciones climatológicas fuesen favorables. Poco viento y un día sin demasiado calor, son su momento ideal.

Las vistas desde el zeppelin son únicas, ya que su gran superficie acristalada y lo despacio que se mueve, te permiten contemplar el paisaje con un nivel de tranquilidad que no te permiten otras aeronaves. Poco a poco fuimos cogiendo confianza, el miedo que teníamos al subir desapareció y disfrutamos haciéndonos fotos en el zeppelin de Goodyear.

El viaje por los alrededores de Bruselas duró unos 30 minutos. Estábamos sobrevolando los alrededores de la ciudad, que se divisaba al fondo. Poco a poco, fuimos descendiendo de forma también muy suave, y tomamos tierra como si fuese un avión pero a una velocidad considerablemente más baja.

Llegaba así a su fin, una de las experiencias más bonitas que he vivido en mi vida. Si tienes oportunidad de subirte en un zeppelin, haz lo que sea por conseguirlo. Al año no creo que más de 1.000 personas en todo el mundo puedan decir que han volado en uno.

En 1001 Experiencias | Conducir sobre un lago helado

Comentarios

  1. Comentario by javier - enero 28, 2012 01:49 pm

    ¡Menuda suerte Hector! en mi empresa lo máximo es la cesta de Navidad (con un buen jamón, eso sí…)

    Responder  
    1. Comentario by Mario - enero 30, 2012 09:28 pm

      jaja ya lo creo, en la mía ni siquiera hay cesta.

      Responder  
  2. Comentario by Mario - enero 30, 2012 09:27 pm

    Ya no se ve ningún zeppelin sobre el cielo en estos días. Es una pena porque están muy chulos.

    Responder  
    1. Comentario by javier - enero 31, 2012 09:47 am

      Lo que pasa es que su principal utilidad es llamar la atención.

      Responder  
  3. Comentario by Sobrevolé la Alhambra en avioneta - febrero 06, 2012 10:03 am

    [...] 1001 Experiencias | Un vuelo en zeppelin por encima de Bruselas En 1001 Experiencias | Cinco lugares increíbles para esquiar Imagen | amerune, Javier [...]

    Responder