Fanny Neguesha, la grada salva el fútbol veraniego de selecciones
La Copa de Confederaciones es aquel trofeo de fútbol mundial que acaba con resultados tan abultados como el diez a cero de España a Tahití en el cual hasta nos sentimos identificados con el portero. Una sucesión de partidos con la emoción de los amistosos, de aquellos partidos de colegio cuando venían los de tres años más a demostrar cómo había que maltratar al portero, todo ello entre los campeones de los distintos continentes a la espera de una posible final España-Brasil. En esas, los realizadores se aburren, los cámaras más aún y los fotógrafos miran a la grada por matar el tiempo. Ahí es cuando aparece Fanny Neguesha.
Gracias a una carambola tenemos a Fanny Neguesha en la grada. El hecho de que España se alzase con los últimos títulos de Mundial y Eurocopa hace que Italia, como subcampeona europea, esté buscando encontrar algo de fútbol en una selección tan loca como lo que se puede esperar de ella. Quizá este rebote lleve a los italianos a encajar tres golazos contra una, a priori, menor Japón, para, como siempre, remontar de forma inmerecida al final. Entre ellos Balotelli, la segunda carambola que nos lleva a hablar de Neguesha al ser su pareja, de penalti, quien también había logrado dar la victoria a Italia frente a una México desfondada.
En ambos partidos las cámaras miraban a la grada. Fanny Neguesha se había colado en la mente de muchos tras aquella victoria, en vano ––4-0 a la vuelta, con los italianos borrados del mapa––, del Milán al Barcelona por un sorprendente dos cero en casa de los italianos. Era el minuto 91, una panda de chavales jóvenes estaba exultante, se abrazaban celebrando la hazaña de sus compañeros ––con Balotelli y Robinho en su mejor posición en el campo. Ella, delante de todos, se dedicaba a mascar chicle con la mayor indiferencia del mundo. Se quitaba a los moscardones con la profesionalidad de alguien docta en la materia. Sonreía, eso sí. Fanny Neguesha no parecía ser del Milán aquella noche en la que hasta los del Real Madrid estábamos haciendo los papeles de registro para entrar en los tifosi. Es más, seguro que el Milán le importa tanto como Mancini a Balotelli.
Ahora la historia se repite. Fanny Neguesha vuelve a la grada, con una camiseta distinta, enloqueciendo a Maracaná y al mundo entero, a los fotógrafos y sus a diafragmas y a los realizadores que ya están cansados de ver la barba de Pirlo a cámara lenta. La grada nos salva en verano de tantas selecciones. El resto del año nos salva el Instagram de Fanny Neguesha.
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