Experiencias por vivir

Porsche 911 RSR, un Porsche para todo

Si eres asiduo a las ferias y salones del automóvil, o si simplemente te gusta pasar un rato de allá para cuando echando un vistazo a las joyas de cuatro y dos ruedas que nos brinda internet te habrás dado cuenta que muchas de ellas no son más que esculturas motorizadas. Motos o coches que nacieron con una razón y que ahora pasan sus días detrás de una vitrina o escondidos en algún garaje. Si el diseñador que décadas atrás plasmo sus sueños en el papel pudiera, se levantaría de la tumba para propinar un par de tortas a esos “entusiastas” que castigan sus tesoros al no utilizarlos. Ricachones, adinerados y aburridos coleccionistas que bien podrían estar almacenando sellos pero que condenan y jubilan las mejores máquinas. Dispuesto a acabar con esa imagen del amante del motor, Jack Olsen mantiene y da vida a su mayor orgullo, el Porsche 911 RSR.

Tras la persiana metálica de su escondrijo Jack construyó un Porsche que hizo honor a la saga 911 pero que sirviera, por encima de todo, para disfrutarlo en todos los sentidos. Este “Black Beauty II” puede aparentar ser una de las bestias salida de la fábrica allá por los años 70, pero en su interior guarda pedacitos de generaciones y generaciones de 911′s. Como si hubieran cogido el árbol genealógico y hubieran elegido a los mejores para formar una máquina muy cercana a la perfección. Incluye la carrocería del 911 RS del 72, el sistema de frenos de 1986 o el propulsor de 1995 entre otras muchos elementos.

Este Porsche – pronunciado como venga en gana – ronda los mil kilos que movidos por 272cv se convierten en un devorador de asfalto, tanto en circuito como en carretera abierta. Como el propio Olsen es un coche que es muy bueno haciendo de todo. Y es que en el mundo del motor el equilibrio brilla a veces por su ausencia y tener un coche ideal para circuito significa no poder conducirlo por tu carretera preferida.

Olsen declara que el número de caballos de vapor que guarde tu motor no es realmente significativo y que lo realmente complicado es dar con un ajuste de suspensión ideal que te permita explotar las características del coche. Para él lo primordial es trabajar en los amortiguadores, lo que de verdad te permite ir rápido, dejando a un lado la carrera por los números. Una carrera, por cierto, sólo interesante en las revistas que suponen que más es mejor.

A un sonido indescriptible y un aspecto inigualable, hay que sumar la buena mano de los cámaras y editores del vídeo que acompaña esta entrada. Una fotografía notable y unas escenas sobresalientes han conseguido transmitir las sensaciones que genera conducir este Frankenstein.

One Car to Do It All from Petrolicious on Vimeo.

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Comentarios

  1. Comentario by Chris Harris y su relación amor-odio con Ferrari - septiembre 13, 2013 12:20 pm

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  2. Comentario by Porsche 911, 50 años de leyenda - 1001 Experiencias - Men Expert de L'Oréal - octubre 18, 2013 01:00 pm

    […] retro, un comportamiento auténtico y la tecnología más actual. Los 911 que hemos visto (tanto el RSR como el Singer) nacieron para ser conducidos en casi cualquier situación: para devorar las […]

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