José Mourinho y Wesley Snejder se volverán a ver las caras este miércoles en el Santiago Bernabéu. Juntos vivieron hace tres temporadas el mejor año de sus respectivas vidas en Milán. Mourinho había llegado a Italia tras salir rebotado del Chelsea, víctima de la impaciencia de Abramovich. Sneijder, por su parte, tras un inicio ilusionante con la camiseta del Madrid, había salido del Bernabéu dejando un regusto agridulce, siempre acusado de rendir por debajo de su talento. Ambos consiguieron reivindicarse en el Inter en una monumental temporada que los aficionados nerazzurris no olvidarán fácilmente.

Con Mourinho dirigiendo desde el banquillo y Sneijder desde el césped, en ese papel de todocampista (box to box, que dirían en las islas británicas) en el que tan a gusto se encuentra, el Inter consiguió el triplete en la temporada 2009/10: Scudetto, Copa de Italia y Champions. Después el entrenador voló a Madrid en busca de nuevos retos y el centrocampista se quedó melancólico en un Inter resacoso, cada vez más apagado. Ahora se vuelven a encontrar y Sneijder, que vuelve al Bernabéu con la camiseta del Galatasaray, donde juega desde enero, declara su amor al técnico que mejor lo entendió: “Mourinho es como un padre para mí”.

Otro reencuentro, aunque no tan feliz, tendrá lugar el martes en París: el de Ibrahimovic con el Barça. No será la primera vez (ya el año pasado cuando el sueco vestía la camiseta del Milan se cruzaron sus caminos) y la ausencia de Guardiola resta morbo al evento, pero no deja de tener su aquel. El delantero sueco llegó al Barça en el verano de 2009 para apuntalar la versión 2.0 del Barça de Guardiola. Quizás por su difícil carácter, quizás por el crecimiento de Messi, que cada vez reclamaba más protagonismo alejado de la banda, el caso es que no hubo manera de encajar la pieza en el puzzle de Pep y el delantero salió del club un año después. Ahora Ibra es la estrella de un proyecto, el del PSG, que amenaza con comerse Europa desde ya mismo.

Esta semana vuelve la Champions. Noches de emoción, noches de reencuentros.

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