Hay una cosa que es cierta, somos practicamente agua, de hecho nuestro organismo se constituye de un 60% de este elemento esencial para la vida, y como tal debemos mantenerlo hidratado lo máximo posible para que esté joven y en buen estado.

Por un lado debemos beber mucho agua, y más ahora que se acerca el verano y entre las temperaturas altas y las temperaturas que nos provocan ellas, ya me entendéis, nuestro cuerpo puede perder demasiado líquidos y esto repercute sobre todo en nuestra piel, secándola y haciendo que se deteriore en exceso.

De ahí el título de este post, no sin mi crema hidratante, que no quiere decir otra cosa que debemos salir de casa sin darnos nuestra crema hidratante, ni tampoco acabar un baño de sol sin después de la ducha darnos una buena dosis de nuestra crema.

Hidratar la piel hará que ésta se mantenga mucho más joven, más flexible y resistente, y con esto consigamos protege mejor al organismo de agresiones externas que pueden afectar a su equilibrio natural. Estás cuidando el órgano más grande del cuerpo, la piel, que es la barrera protectora de nuestro organismo frente al medio que lo rodea.

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