Peter Parker era un chaval normal, del montón, que cursaba sus estudios en el instituto Midtown en New York. En sus estudios era algo empollón y aplicado, alguien al que le gustan las ciencias especialmente; ignorado y algo menospreciado por sus compañeros. Pero esto nunca le preocupó realmente a Peter, a quien no le gustaba destacar ni por arriba ni por abajo.

Huérfano desde joven, Peter tuvo la suerte de criarse con sus tíos May Railly y Ben Parker, quienes le educaron como si fuera su propio hijo. Pasarían años (y mil y una vueltas sobre el asunto a manos de algunos villanos) entes de saber qué pasó con Richard y Mary Parker, sus padres. La verdad era asombrosa ya que los padres de Peter eran agentes secretos de la CIA, reclutados por Nick Fury, que fallecerían durante el transcurso de una misión. Tema que fue ocultado premeditadamente por los tíos de Peter ya que se tildó injustamente a Richard y Mary de traidores y agentes dobles asunto que quedó sin resolver antes de su muerte.

Como ya he comentado Peter tenía dos grandes aficiones: los cómics, siendo fan de Capitán América, y la ciencia. Y esa última afición le cambiaría la vida para siempre. Durante una demostración científica una araña modificada mordería al joven Peter. Volviendo a casa se daría cuenta de que esa araña le había transmitido poderes que se asemejaban a las habilidades de las arañas. Era Spiderman, el Hombre Araña. Peter Parker no sabía que hacer con sus superpoderes. Pensadlo un momento: sois un chaval de familia humilde que de repente descubre unas habilidades asombrosas. Estás en una edad difícil, en el que se es como una esponja y buscas algo con lo que poder destacar y te lo dan. Tener poderes mola, pero ¿cómo los puedes aprovechar? ¿Qué harías con ellos? ¿Saldrías a la calle a combatir el crimen tú solo siendo un crío de instituto?

Spiderman: El Espectáculo

Peter Parker vio la salida fácil: el espectáculo. Descubrió que sus habilidades le podían conseguir fama y lo que más necesitaba: dinero para poder tener sus caprichos y aparte ayudar a la maltrecha economía familiar. Lucha, su propia sección en televisión… la vida parecía sonreir a este Spiderman primerizo hasta que olvidó quién es y su fama le subió el ego por las nubes, un error con consecuencias graves. Una noche, Peter saldría de otra jornada de trabajo cuando se cruzó con un ladrón que huía tras cometer un delito. Peter lo habría tenido fácil: una zancadilla, un empujón… cualquier gesto hubiera servido para desestabilizar al ladrón, que este haga un movimiento torpe y que así la policía le pudiera detener.

Sin embargo Peter quedó impávido y, cuando le recriminaron esta actitud solo se le ocurrió responder “no es mi trabajo”. Días después se tragaría su orgullo y sus palabras. Una noche al llegar a casa vería a la policía en su hogar, había entrado un ladrón en la casa y había matado al tío Ben cuando este se enfrentó a él. Raudo y veloz Peter se enfundó el traje de Spiderman y localizó al ladrón en un almacén. Tras dejarle KO Peter descubriría la cruda realidad: el asesino de lo más parecido que ha tenido a un padre era el mismo ladrón a quien no detuvo noches antes.

Peter asumió la culpa de la muerte de su tío Ben y le hizo sentar la cabeza. Pero no abandonó el mundo del espectáculo, al contrario ya que era en apariencia el único modo de ayudar económicamente en una familia cuya principal fuente de ingresos estaba bajo tierra. Los acreedores llamaban a la puerta y Peter tenía que sacar dinero como fuera y el único modo medianamente honrado de hacerlo era seguir exhibiendo sus poderes. Y, de no ser porque las circunstancias no lo permitieron, hoy el mundo se perdería a uno de sus más carismáticos superhéroes. Por un lado Spiderman solo podría cobrar en negro, ya que no podría cobrar un cheque sin revelar su identidad secreta y por el otro J. Jonah Jameson, reputado periodista y editor jefe del Daily Bugle, le había nombrado una amenaza pública. Dicha campaña llevó a la finalización forzosa de la carrera de “Espectacular” Spiderman.

Las ironías del destino quisieron que la primera gran proeza de Spiderman como héroe (aunque todavía no había decidido serlo) fuese rescatar a John Jameson, astronauta hijo de J. Jonah Jameson. Hay que admitir que, aunque el gesto es heroico, Peter esperaba que esto ayudara a mejorar la imagen que el editor de Bugle tenía sobre el lanzarredes. Nada más lejos de la realidad. Poco después Peter seguiría necesitando dinero, pero las ideas se le estaban agotando y visitó a Los 4 Fantásticos pensando que si ofrecía sus servicios como superhéroe estos le pagarían un sueldo. Cuán equivocado estaba.

Estas vicisitudes hicieron reflexionar mucho a Spiderman. El trabajo de héroe era altruista, desinteresado y, en su caso, bastante desagradecido por parte de parte de los ciudadanos de Nueva York, influenciados en parte por la pregonería de Jameson. Sin embargo a Peter se le encendió la bombilla ¿por qué no aprovechar la obsesión de JJ con él? Así pues decidió desempolvar una cámara del desván y empezar a vender fotos suyas como Spiderman. De este modo mataría dos pájaros de un tiro: ayudaría a los demás y, además, ganaría dinero tanto para fabricar sus redes como para ayudar a su Tía May con los gastos.

Y el resto es historia: Spiderman se convertiría en un superhéroe a pie de calle. Mientras que Los Vengadores y Los 4 Fantásticos suelen combatir amenazas cósmicas Peter Parker se convertiría en uno de los protectores de las calles de Nueva York, cosa que le llevaría a combatir a mafiosos y toda clase de indeseables y a tener algún que otro encontronazo con la policía. Durante los años de carrera superheroica tendría grandes triunfos y sufriría grandes tragedias, seguiría siendo un incomprendido y algo subestimado por sus colegas… Pero Spiderman siempre sería ese amistoso vecino encargado de que las calles sean algo más seguras.

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