Si hay camperos, también hay Rambos
Estamos de acuerdo en que los camperos del ‘Call of Duty’ son realmente pesados. Se esconden en una esquina del mapa y esperan a que algún jugador del otro equipo pase por delante para disparar. Y disparan con silenciador para no aparecer marcados en el radar, obviamente. Son cansinos de narices. Pero eh, como todo en esta vida, el campero cuenta con su negativo, con un tipo de jugador totalmente opuesto: el que va a lo Rambo.
Si los camperos son inaguantables, los Rambos no se quedan atrás. Este tipo de jugador se caracteriza principalmente por ir corriendo a lo loco alrededor de todo el mapa sin parar y, a poder ser, armado solamente con un afilado cuchillo. Los Rambos son especialmente molestos y odiosos y nos acuchillan una y otra vez. Por la espalda, por un lado, por el otro, de frente, por arriba, da igual. Corren sin cesar. Corren en silencio. Con su cuchillito a punto. ZAS, te rajan el cuello y casi ni te enteras.
Hay otra modalidad de jugador tipo Rambo mucho más ruidosa: la de aquel que va corriendo de un lado al otro armado con una Remington 870 MCS, una escopeta de corto alcance que suele matar con un solo disparo. Uno va tan tranquilo por el mapa pensando en sus cosas, observando el cielo o las florecillas del campo, y BUM, aparece un tipo de la nada a toda velocidad que le revienta la cabeza en un abrir y cerrar de ojos. El Rambo, tras volarte el melón en mil pedazos, sigue corriendo sin parar en busca de su próxima presa. No tiene consideración ninguna. BUM. Y es muy pesado. BUM. Y no para, no se cansa. BUM. Ojalá un campero le dé su merecido.
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