Aun falta más de un mes para que se entrega la dorada estatuilla por la que tantos suspiran, y aunque pesándolo bien esos premios en el fondo son una soberana estupidez —politiqueos varios, injusticias sin ton ni son, incongruencias a granel, etc.— los cinéfilos no lo podemos evitar y todos los años jugamos a acertar cuál será el ganador ya sea en nuestro fuero interno o a través de quinielas varias como quien cubre la de fútbol todas las semanas. Este año la cosa promete un poco más de emoción que otros —al final, la ceremonia será un completo aburrimiento, algo en lo que cada entrega se superan más y más—, ya que la batalla promete estar entre tres pesos gordos. ‘Gravity’ (id, Alfonso Cuarón, 2013), ’12 años de esclavitud’ (’12 Years a Slave’, Steve McQueen, 2013) —ambas ex aqueo en los reciente PGA, el gremio de productores de Hollywood, algo totalmente inaudito— y ‘La gran estafa americana’ (‘American Hustle’, Davod O. Russell, 2013). Cualquiera de las tres podría hacerse fácilmente con el premio gordo de la noche. ¿Cuál? Yo qué sé.

Servidor sólo tiene una apuesta segura, no creo que el Oscar a mejor director no vaya para otro que el mexicano Alfonso Cuarón. Sus innovadores sistemas de filmación para su obra maestra ambientada en el espacio han hecho historia, lo que le da cierta ventaja sobre sus compañeros nominados, aunque si se lo lleva Steve McQueen por poner los huevos sobre la mesa por atreverse con cierta vergonzosa parte de la historia de los Estados Unidos, yo no me quejaría en absoluto. Su película me parece magistral y ya es hora de que la Academia demuestre que empieza a tirar sus prejuicios, algo también aplicable al caso de Cuarón. En mejor actriz creo que la cosa estará entre Amy Adams por ‘La gran estafa americana’, y además no tiene Oscar, o Cate Blanchett, que ha recibido alabanzas de todo tipo por su papel en ‘Blue Jasmine’ (id, Woody Allen, 2013), aunque expertos como José Luis Garci, que rara vez ha fallado en sus predicciones, apuesta por un cuarto Oscar para Meryl Streep por ‘Agosto’ (‘August: Osage County’, John Wells, 2013). Sería espectacular.

Son muchos los que desean que Leonardo DiCpario se haga por fin con el Oscar a mejor actor, y podría conseguirlo por fin por su labor en ‘El lobo de Wall Street’ (‘The Wolf of Wall Street’, Martin Scorsese, 2013), pero lo cierto es que este año lo tiene difícil ante los dos grandes favoritos: Matthew McConaughey por ‘Dallas Buyers Club’ (id, Jean-Marc Vallée, 2013), que se ha llevado todos los premios, y Chiwetel Ejiofor por su labor en el film de McQueenn. Lo mismo pasa en la categoría de actor secundario con ese monstruo interpretativo llamado Michael Fassbender, que está impresionante en la película sobre la esclavitud, pero es Jared Leto quien tiene todas las de ganar por su rol en el film con McConaughey.

En los premios menores, de los que nadie se acuerda, creo que ‘Gravity’ va a arrasar —a bote pronto me salen unas cinco estatuillas en esas categorías—, Disney recogerá un Oscar, y poco más. Lo mejor de todo es que elijan lo que elijan de los favoritos, serán todos premios merecidos, lo que no sé si será todavía más aburrido —sin polémica no hay vida—. Eso sí, para seguir en su línea la Academia dejará una vez más a Roger Deakins sin premio. Pobre tío.

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