Experiencias míticas

Guy Fawkes, esa máscara que llevas no pertenece a quien realmente crees

Un extraño fenómeno sucede alrededor de la figura de Guy Fawkes y toda la mitología que se ha creado en torno a su figura. De un tiempo a esta parte se ha convertido en un personaje hiperconocido, con su rostro (o su caricatura) omnipresente en manifestaciones realizadas en cualquier lugar del globo. Su ‘llegada al estrellato’ se hizo realidad cuando los hermanos Wachowsky decidieron que la libre adaptación de sus aventuras (con diferencia temporal incluida), realizadas por Alan Moore, debía llegar al mundo del cine. Guy Fawkes, o una libre interpretación de su persona, acaba de dar el salto del papel de celulosa al celuloide. Y ese futuro distópico en el que encabezaba la resistencia terrorista frente a un régimen fascista, le acabó alzando en icono de la cultura pop.

Porque eso es realmente en lo que Guy Fawkes se ha convertido. Como si de un Ernesto Che Guevara proveniente de la distopia se tratase, los dibujos que David Lloyd realizase en los años 80 de este Guy Fawkes de un alternativo siglo XX, pueblan hoy no sólo los rostros de millones de manifestantes en cualquier lugar del mundo, sino que tienen presencia en merchandising de todo tipo, representan wallpapers en multitud de ordenadores, han sido convertidos en figuritas de acción con las que juegan niños de medio mundo… Y todo ello, sin que muchos sepan quién fue realmente Guy Fawkes y qué hizo. O sin que muchos entendamos el por qué de su iconización cuando encarna valores que deberían hacer sonrojarse a muchos de los que portan su rostro.

¿Quién fue realmente Guy Fawkes?

Conspiradores de la Pólvora. Fuente: recuerdosdepandora.com

Puede que haya exagerado en el párrafo anterior, pero supongo que algunos acabaréis entendiendo mis palabras una vez hayáis acabado de leer los próximos. Y es que Guy Fawkes existió en verdad, no es un personaje inventado por Alan Moore, y sus aventuras, a pesar de acercarse, en lo fáctico, a lo que uno de los mejores autores de cómic de la historia narra, no son ni mucho menos paralelas ni cuentan con unas motivaciones similares. Os pongo en situación.

Viajamos a la Inglaterra de siglos XVI y XVII, aquella sumida por enfrentamientos de índole religiosa y política tras la reforma protestante encabezada por Martín Lutero y su particular interpretación por parte de Enrique VIII, la cual acabaría desembocando en la creación de la Iglesia Anglicana y la posterior persecución del catolicismo en tierras británicas.

Recogiendo el testigo de figuras como la de Thomas Moore (Tomás Moro para el público gibraltareño), Guy Fawkes se convertiría en punta de lanza de la lucha por la visibilidad católica en la Inglaterra del siglo XVII, y lo haría tras conocer de primera mano la represión que los anglicanos ejercían sobre los de su credo, represión que funcionaría como eje catalizador de una carrera ‘terrorista’ que lo llevaría primero a actuar como mercenario (contratado por la Corona Española entre otras) y posteriormente como conspirador. Y es su labor como conspirador la que lo haría inmortal, o el castigo recibido por sus fechorías, o lo que estuvo apunto de hacer, o…

La Conspiración de la Pólvora

Y es que nada más regresar a tierras inglesas tras combatir en los países bajos contratado por nuestro Felipe II, nuestro ‘héroe’ sería elegido como el brazo ejecutor de una conspiración que tenía como fin derribar los cimientos de la represión anglicana, encarnada por el Parlamento Inglés y la aristocracia inglesa del momento.

Corría el año 1604 cuando el cabecilla del movimiento pro-católico inglés, Robert Catesby, se puso en contacto con Guy Fawkes para que participase activamente en sus planes terroristas debido a su amplia experiencia militar y sus supuestos conocimientos en explosivos. Tras una reunión en la que Catesby compartía espacio con Thomas Winter y John Wright en plan quedó diseñado, y la elección del cuarto hombre se hizo de forma inmediata.

Más de 10 mentes pensantes se reunirían en el verano de 1605 con el fin de llevar a cabo lo que llevaban más de un año planeando. El objetivo era volar el Parlamento en un día de sesiones, y con eso acabar con el Rey Jacobo, su corte de aduladores, y el poder político que lo sostenía en el poder. Y para ello alquilaron una bodega bajo el Parlamento, la cual llenaron con hasta 36 barriles llenos de pólvora esperando a estallar en el momento oportuno, momento que estaba a punto de llegar.

Sin embargo una parte del plan fallaría, y no por una cuestión logística sino por una aparente falta de inteligencia por parte de los conspiradores. Pocos días antes de la reapertura del periodo de sesiones en el Parlamento, el día 3 de Noviembre de 1605, una carta avisaría a los pocos representantes católicos que aún permanecían en él de que al día siguiente iba a suceder algo, intentando evitar su presencia en el lugar. Esta falta de sutilidad levantó unas obvias sospechas que echarían por tierra el plan. El Parlamento y los locales adyacentes serían revisados de forma concienzuda y Guy Fawkes fue pillado con las manos en la masa, acabando los preparativos de la que sería la gran obra de los conspiradores.

Largas sesiones de tortura esperaron a Fawkes hasta que acabó confesando el nombre del resto de terroristas, siendo todos ellos condenados a escarnio público y muerte en la horca. Y el castigo y ejecución serían terriblemente ejemplarizantes. Tras vender todo el papel de cara a llenar de público el lugar escogido, y con la muchedumbre expectante, 12 de los 13 terroristas fueron colgados del cuello con una soga para después cortarles los genitales mientras aún estaban vivos, tirando los miembros a una hoguera y haciéndoles ver, mientras proferían sonoros alaridos, como ardían. El último sería Guy Fawkes, cuya muerte debía ser la más ejemplarizante, pero un salto en el momento justo provocaría que su cuello se fracturase al ser colgado en la soga muriendo al instante y ahorrándose el posterior sufrimiento. Una vez muertos los 13, los destriparon, les arrancaron el corazón y la cabeza y los descuartizaron para enterrar sus restos repartidos en cada uno de los cuatro puntos cardinales de la geografía inglesa.

Y sería esta macabra ceremonia el inicio de una tradición mediante la cual se celebraría, cada 5 de noviembre, la conmemoración de la noche en la que los traidores a la patria, a la corona y al anglicanismo, fueron castigados, recreándose a Guy Fawkes con una máscara que caricaturizaba sus rasgos. Y esta ceremonia duraría hasta nuestros días siendo utilizada por Alan Moore como inspiración para su archiconocida obra V de Vendetta.

Dos niñas con un pelele de Guy Fawkes en Reino Unido en 1950. Fuente: Huffington Post

Y llegados a este punto es cuando planteo las dudas que al principio os exponía. Guy Fawkes es un icono moderno de la lucha por la libertad y en contra de la opresión, sin embargo perteneció a un bando que no dudó, en ningún momento, de plantar cara a sus enemigos de forma violenta y sin ocultar en ningún momento que estarían dispuestos a ejercer violencia y represión contra sus contrarios, como harían los católicos en otras muchas latitudes de nuestro planeta en ese momento y posteriormente. ¿Le convierte eso en un personaje de valores inquebrantables como muchos creen? ¿Puede ser considerado un héroe alguien cuyos ideales no son la justicia y el honor sino más bien la venganza?

Es obvio que al que muchos idolatran no es al Guy Fawkes verdadero sino a aquel que creó Alan Moore y el que se acabaría convirtiendo en figura de la cultura pop actual pero, ¿saben todos aquellos que portan la máscara de Fawkes que el verdadero Fawkes podría haber estado en el bando contrario a ellos mismos por una cuestión tan personal como es la religión? Tened cuidado a la hora de elegir vuestros héroes, pues muchas veces no son quienes creéis que son.

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Comentarios

  1. Comentario by La semana en los blogs CCXCI - Error 500 - agosto 25, 2013 09:56 am

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  2. Comentario by Guy Fawkes, esa máscara que llevas no pertenece a quien realmente crees - agosto 28, 2013 02:11 pm

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  3. Comentario by krisiskekrisis - agosto 28, 2013 02:21 pm

    Creo que el argumento de Moore es un moderno terrorista anti-sistema en un futuro Reino Unido fascista. El hecho de que use la máscara de Guy Fawkes (como las que llevan los niños ingleses el “día de la pólvora”) es bastante anecdótico.

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  4. Comentario by Manuel Cruz - agosto 28, 2013 02:49 pm

    Juas. Los que adoran a Guy Fawkes son anarquistas, el anarquismo es la ley del más fuerte, del saqueador que roba y mata a los demás, porque le resulta más fácil robar que trabajar por cuenta propia. Es la ideología de los piratas, de los vikingos, de los narcoterroristas que actualmente aterrorizan a media áfrica y sudamérica con sus armas de fuego, y que la ONU no sabe cómo atajar porque no responden a ningún fin político, sino a vivir del saqueo. Gente a la que le da igual que se extingan especies como los elefantes o los rinocerontes, pues sólo piensan en el puñado de dinero que se llevan por cada uno que cacen ilegalmente.

    Lo que hizo Guy Fawkes es muchísimo, pero muchísimo más noble que lo que proponen los que portan la careta hoy en día, Guy Fawkes se enfrentó contra un poder y una religión corrupta que ven bien aniquilar a los que no son como ellos, porque a fin de cuentas no irán al cielo. Y es una pena que no lo consiguiera, porque los británicos protestantes han sido los mayores genocidas de la historia, tanto de especies animales como de culturas humanas; un genocidio del que no se hablará mientras EEUU siga siendo la mayor superpotencia del mundo.

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    1. Comentario by Guille - noviembre 30, 2013 01:32 pm

      ¿Los narcotraficantes son anarquistas? Qué raro, yo pensé que tenían un sistema jerárquico bastante bien definido. Y los piratas también, ¿no? Creo que le llamaban “Capitán” a alguien y no era porque fuera su apodo.

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    2. Comentario by David Núñez - febrero 02, 2014 02:21 am

      No había tenido la oportunidad de leer este articulo, mucho menos este comentario. De verdad superfluamente había analizado de dónde venían los cimientos del movimiento.

      Sin embargo existen ciertas cosas que me decepcionan. En cuanto a tu comentario y el articulo en general, que lleva tiempo publicado, indicas que es honrable la labor qué hizo Guy Fawkes e indicas sobre el genocidio que llevaron a cabo los protestantes en América. Sin embargo no sé, pero percibo que alaban a la iglesia Católica, que para nadie es un misterio el genocidio que llevaron a cabo en tierras de sur américa y los actos que cometían, hasta en nuestros días, en Europa del siglo XVI.

      De verdad no entiendo cómo personas defienden fielmente un sistema, sea religioso, político y hasta deportivo. Me parece que la humanidad, no debe tenerle miedo y mucho menos fanatismo a sistema alguno que sea creado por el ella. Siempre, través del tiempo se contamina, se vuelve un hombre dominando a las masas. Para finalizar cada día le doy gracias a Dios por hacerme cuestionar TODOS los sistemas creados por el hombre, más si son creados en su nombre.

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  5. Comentario by florencia - noviembre 06, 2013 12:04 am

    Considero bueno el aporte considerando que siempre es oportuno “desenmascarar” realidades. Sin embargo, te cito textual y procedo a mi opinión personal: “sin que muchos entendamos el por qué de su iconización cuando encarna valores que deberían hacer sonrojarse a muchos de los que portan su rostro”. Hasta aquí te sigo, ahora bien, luego de leer el resto de la historia que narrás, creo que lo aberrante consiste en portar estas máscaras cuando reprensentan, actualmente incluso, la celebración de tales hechos de tortura. Aberrante y vergonzoso es que hoy en día cuando la lucha por los derechos humanos contra los métodos sistemáticos de tortura se torna tan importante, continúen abalando y festejando aquellas formas de acabar con la dignidad y los derechos personalísimos. Ahora bien, si hay algo que detesto es la religión católica, por ende no estoy de acuerdo en absoluto con los valores que defendía este “ícono”. Pero bien rescato la lucha por la libertad, porque de alguna u otra forma, se luchaba contra la opresión y la persecución. Por otro lado, coincido con otro comentario que han hecho y pienso que de todas maneras, bueno es que en otros sectores del mundo esta máscara esté dotada de otro significado, que es el que ha adoptado luego de la interpretación y adaptación de Moore. Igualmente, la lucha empieza desde abajo y estas mascaritas, no se debe olvidar, ya forman parte del sistema capitalista en su mejor expresión, cuando son producidas en serie para las masas.
    Saludos.

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  6. Comentario by luis - junio 29, 2014 06:06 pm

    Fawkes intento derrocar a la represión en su país ¿eso lo hace anarquista?

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  7. Comentario by Amrepse - diciembre 10, 2014 03:20 am

    “Largas sesiones de tortura esperaron a Fawkes hasta que acabó confesando el nombre del resto de terroristas” Ciertamente confesó, pero sólo dio nombres de otros conspiradores ya muertos o cuyos nombres ya eran manejados por los investigadores. Fawkes está lejos de ser un santo, pero puede ser considerado un martir y jamás entrego a nadie.

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