La Habitación Roja vuelve con un nuevo álbum en estudio, Fue Eléctrico, publicado por el sello español Mushroom Pillow. Los valencianos son uno de los grupos más longevos del panorama nacional con más de 17 años en activo y un buen número de discos en su haber, ocho, para ser concretos. Por tales motivos les damos la palabra en esta entrevista en la que nos hablan de sus experiencias más sorprendentes, de sus recuerdos de cuando comenzaron, los conciertos, el público…

Fue Eléctrico es el octavo disco que publicáis. A estas alturas cualquier pregunta ya es reiterativa. ¿Qué habéis querido transmitir con los nuevos temas?

No creo que todas las preguntas tengan que ser por decreto reiterativas, por muchos discos que uno pueda llevar a sus espaldas. Supongo que entre otros factores depende de las ganas de entrevistado y entrevistador, pero en nuestro caso, si seguimos sacando discos es porque creemos que el material que manejamos vale la pena, y de alguna manera nos olvidamos de todos los prejuicios y el desgaste y volvemos a creer que todo es posible y que el futuro no está escrito, sino que hay que escribirla cada día, en nuestro caso, con cada canción y cada disco. Cada nuevo trabajo responde a las ganas, la ilusión y la capacidad de emocionarnos en torno a esa idea común que nosotros llamamos LHR.

Los nuevos temas son el reflejo de dos años de vida. Han pasado muchas cosas y las canciones son la manera que nosotros tenemos de superar en unos casos, y de rememorar y celebrar en otros, los momentos que la vida nos ha ido brindando. En mi caso personal han sido años muy complicados, traumáticos diría. Me han pasado ese tipo de cosas que siempre crees que le pasan a los demás y que a ti nunca te van a tocar. También algunos componentes del grupo han pasado momentos muy complicados. Ha habido separaciones, enfermedades, depresiones, problemas económicos y muchas dudas a cerca de casi todo. Para colmo una coyuntura política y socialmente desoladora. Sinceramente, pocas veces en mi vida me había sentido tan hundido, y para mí la música ha sido la tabla de salvación y la forma de desahogarme y salir adelante. Creo que las canciones tienen un poco de todas esas experiencias y que cuando consigues transformar todo lo malo que te pasa en una canción empiezas de alguna manera a superarlo.

¿Cuáles han sido vuestras experiencias más sorprendentes en lo que lleváis como grupo?

¡Muchísimas! La verdad es que somos un grupo muy agradecido, en el sentido de que disfrutamos de todos y cada uno de los procesos y experiencias que conllevan el tocar en una banda. Cada concierto es distinto al anterior, cada grabación se afronta con distintas premisas. Las experiencias en México nos han marcado mucho, por ejemplo. Nuestra presencia en el Vive Latino del DF y las giras en el país azteca. Nuestros conciertos en el FIB cuando éramos unos críos musicalmente. Tener el privilegio de haber tocado en la mayoría de los festivales de este país. Los viajes a los EEUU, tanto al SXSW, como las dos ocasiones en las que grabamos con Albini. Las experiencias de “Para ti” y poder conocer algunos de los grupos a los que hemos rendido tributo. Ponernos en la piel de Joy Division e interpretar Unknown pleasures al completo. Y vivir este momento de efervescencia que creo que vive el pop español ahora mismo. También el hecho de haber grabado con Santi Garcia en Ultramarinos, alguien a quien admiramos mucho y que nos ha demostrado una talla profesional y humana infinita. Y por supuesto, ser capaces de tener los pies en el suelo a pesar de todo lo bueno (y también lo malo) que nos ha pasado y valorar el lujo que supone poder estar tres semanas en Sant Feliu de Guíxols grabando un disco y no dar nunca las cosas por sentado. También tener la capacidad de adaptarnos a cada momento y situación.

La Habitación Roja – Ayer

17 años en activo son muchos para una banda actual. Si miráis a atrás, ¿cómo recordáis vuestros primeros años?

Pues con mucho cariño. Creo que la inocencia y el atrevimiento van ligados de alguna manera. Son innatos al principio y es importante preservarlos en la medida de lo posible, para poder ser fiel a uno mismo. Si sabes demasiado, o vas de vuelta de todo y no te dejas llevar, corres el riesgo de perder esa capacidad de tener las agallas se ser fiel a lo que sientes y mostrarte tal como eres, sin miedo al qué dirán, sin reprimirte o esconderte. No hay que tener complejos a la hora de hacer lo que uno siento. Ahora miras atrás y ves errores garrafales, desafines, fallos en canciones, en letras, en diseños, en vídeos, pero por encima de todo, te intentas quedar con los aciertos y con esa inocencia y esa frescura propias de los comienzos. Hemos aprendido sobre la marcha y en ese sentido creo que somos una banda de una gran pureza y honestidad. También me quedo con las buenas canciones pop que tenemos, que creo que algunas buenas hemos hecho a lo largo de estos años. Hoy en día todo el mundo cree saber mucho de todo. Cuando nosotros empezábamos era raro haber crecido escuchando a The Smiths, Golpes Bajos o a The Jesus & Mary Chain, o tener la oportunidad de ver a New Order, The Cure o La Dama Se Esconde cuando tenías 14 años. Afortunadamente esas cosas nos pasaron.

Hoy en día LHR son un grupo grande dentro de España para lo que es la música en este país, llenáis los conciertos, cada día tenéis más seguidores. ¿Cómo estáis viviendo este momento? ¿Cuál son vuestras sensaciones desde dentro?

Pues como te decía antes, lo estamos viviendo con mucha expectación, con ilusiones renovadas y con la convicción de que hay un público ávido de canciones como las que contiene nuestro nuevo disco, gente que está ahí en alguna parte esperando a escucharlas. Me parece que está claro que hay un cambio muy importante en la música, debido a las nuevas tecnologías y las redes sociales, y se puede llegar al público gracias al boca a boca. No es sencillo, pero tal vez es más democrático que antes. También creo que nunca hemos sido oportunistas, ni nos hemos dejado llevar a merced de las modas. Somos un grupo de pop atemporal, que mantiene la curiosidad y se interesa por la música contemporánea, pero que no pierde de vista sus raíces. Ahora mismo tenemos la sensación de sin quererlo haber juntado la colección de canciones que la gente estaba esperando de nosotros. De manera natural, sin forzarlo y sin premeditación nos ha salido un disco redondo con la producción adecuada.

La Habitación Roja – Scandinavia

En 2005 comenzó una nueva etapa para el grupo con la publicación de Nuevos Tiempos y el fichaje por el sello Mushroom Pillow. Visto a día de hoy: ¿qué os llevó a hacer ese cambio y cuál es vuestro recuerdo de aquel momento?

Nos llevó el hecho de que teníamos la sensación de que había llegado el final de una etapa, y que tal vez necesitábamos un cambio de tercio . Marcos Collantes nos vio en el FIB y pensó que éramos un grupo que tenía por delante una carrera a desarrollar y que llegaba a la gente de una forma, digamos, especial. Un grupo que provocaba amor y odio a partes iguales. Nos hizo una oferta y nos pareció una persona seria, competente y con ganas de hacer cosas importantes, y en vez de volvernos locos y buscar una compañía multinacional a toda costa, fuimos en la dirección contraria. Creo que eso nos ha permitido desarrollarnos como grupo y que hemos ido mejorando con los años. Hemos intentado no vivir del pasado y uno tiene la sensación de que sacar un octavo disco como el que sacamos ahora es como para estar orgullosos. Más allá del tópico de que el último disco es el mejor, y me crea la gente o no, tengo una extraña sensación de tranquilidad que descansa en la convicción de que hemos hecho un gran trabajo.

Habéis dado cientos de conciertos, seguro que hay alguno que recordáis en especial y con alguna anécdota concreta. ¿Cuál y por qué?

Me gustó mucho un concierto que dimos en el festival Vive Latino en México, por la respuesta del público, y la energía y el buen rollo que transmitimos. Acabamos saltando al público y llevados en volandas y fue una sensación muy especial. Estar tan lejos de casa y ver que hay gente que se sabe tus canciones al dedillo y que las siente como suyas es algo muy gratificante. Cuando alguien valora tu música con el mismo corazón con el que tú la haces, todo cobra sentido. Es una sensación especialmente satisfactoria.
También recuerdo como muy especiales las presentaciones de Universal en Madrid y Valencia, con salas a reventar y un ambiente y una energía impresionantes.

La Habitación Roja – El eje del mal

En todos vuestros años en activo ¿a qué músico o profesional relacionado con la música os gustó más conocer? ¿cuándo y por qué?

Pues muchos. Si empiezo a nombrar a gente la lista puede ser muy larga y además seguro que me dejo a alguno. Para nosotros la música más que una profesión ha sido y es una forma de vida. Hemos vivido para la música, entendiendo a ésta como el gran viaje de nuestra vida. La música mola mucho, no solo por las canciones, sino también por toda la gente que conoces, los sitios que visitas, las comidas que pruebas, lo que bebes, cada viaje es una nueva aventura. Para nosotros es una experiencia vital total y como decimos en una de las nuevas canciones, la música nos ha salvado, nos ha hecho únicos y nos ha hecho creer que se puede creer. Puede que todo sea una ilusión, pero es nuestra ilusión.

De todas las canciones que habéis escrito, ¿cuáles no podéis dejar de cantar? ¿a qué se debe?

Hay varias, pero supongo que se debe a que el público te las pide y a que tú les debes a ellas parte de lo que eres. Mi habitación, del primer disco, con toda su imperfección y su inocencia, sigue siendo una canción muy celebrada. El eje del mal, porque es una canción que siempre te tira hacia arriba, que tiene mala hostia. Largometraje porque es de uno de nuestros discos favoritos y porque esa canción sigue sonándonos igual de “molona” que el primer día. Posidonia, porque es una de las más bellas que tenemos. Supongo que le pasará lo mismo a Voy a hacerte recordar.

No todo habrán sido cosas buenas, seguro que durante estos años habéis tenido que superar algunos baches de los que también se aprende. ¿Cuáles han sido? ¿Qué os han enseñado?

Por supuesto que hemos tenido grandes crisis. Son cíclicas, casi como las económicas, que por cierto, también hemos sufrido a lo largo de los años y de manera casi endémica. Hemos estado a punto de tirar la toalla algunas veces, hemos llorado y peleado, hemos tenido que pedir un crédito para pagar nuestra libertad, hemos perdido nuestra furgo en un terrible accidente (el de Tachenko) que gracias a Dios no tuvo víctimas mortales. Hemos aprendido a estar orgullosos de todo lo que hemos hecho, a perdonar y a aceptarnos los unos a los otros, con nuestros defectos y nuestras virtudes. Hemos descubierto que más que amigos somos una familia y que todas las penurias nos han hecho más fuertes. Es imprescindible tener memoria histórica y no olvidar nunca de dónde viene uno. A dónde vamos, eso sigue siendo una incógnita que cada canción intenta despejar. Seguimos a la búsqueda de una respuesta.

La Habitación Roja – Voy a hacerte recordar

¿Cómo habéis compaginado hasta hoy la vida de grupo con la familiar? El tiempo de grabación, estudio, promoción con las vidas de cada uno en el grupo y sus propias familias.

Pues antes era más fácil. Ahora es más complejo, sobre todo porque cada uno vive en un sitio. Pau en Madrid, Jordi en Barcelona, Jose y Marc en Valencia y yo en Trondheim, en Noruega. Eso implica que pasamos largas temporadas lejos de los nuestros y yo, en mi caso todavía más. Además Jose tiene dos niñas y yo otras dos. Para colmo mi pareja tiene importantes problemas de salud y mis ausencias se hacen todavía más duras. Intentamos planificarnos bien, trabajar mucho en casa, por internet y tiramos de Skype, de vuelos low cost, de casas de amigos. Cuando nos juntamos hacemos largas jornadas intensivas de ensayos, si puede ser con sus paellitas correspondientes.

En 1001 Experiencias | Entrevista con Oscar Pereiro: “No todos los días ves la muerte tan cerca. Pasé mucho miedo y pensé que hasta allí había llegado mi vida”
En 1001 Experiencias | Entrevista a Miguel Torres: “mi mejor etapa la he vivido en el Real Madrid”