Experiencias míticas

El mito de Daniel Day-Lewis

Hay quién cree que esto del método no es más que una tontería, un invento para inútiles. Parte de razón no les falta, seguro. Pero en casos como estos siempre me viene a la cabeza el décimo dentista, ese que no recomienda el dentífrico blanqueador de turno o prefiere que sus pacientes coman dulces sin descanso en lugar de chicles sin azúcar. Puede que los actores del método sean esa décima parte de encuestados, los que nadan a contracorriente, los que se equivocan y toman el camino que lleva a ninguna parte pero ¿quién es el valiente que se lo dice ahora a Daniel Day-Lewis?

Porque la idoneidad o no de un método, de una fórmula, una táctica depende de su éxito. De si da en el clavo. Y si de algo sabe Day-Lewis es de eso, de éxitos. Ojalá todos los inventos para inútiles tuvieran el mismo resultado: 20 películas, cinco nominaciones, dos Oscar y –a ver quién es el valiente que se lo birla– un tercero en camino.

La noche del 24 de febrero, Daniel Day-Lewis puede romper la maldición que persigue a los actores de Steven Spielberg y ganar el Oscar al Mejor Actor por ‘Lincoln’, lo que le convertiría en el único intérprete en ganar tres estatuillas en esta categoría en toda la historia de los premios. Sí, Jack Nicholson y Walter Brennan también tienen tres, pero no sólo en esta categoría: el de ‘La fuerza del cariño’ (1983) de Nicholson es a Mejor Actor Secundario y… ¿Cómo que no sabéis quién es Walter Brennan?

Daniel Day-Lewis entraría así en la leyenda. Lástima que la épica de los Oscar se le queda pequeña: la suya sí que es grande. Es mejor. Es insuperable. Sólo un hombre puede llegar a comparársele. Y no es Brennan. Es Chuck Norris. El Walker Texas Rangers tiene su compendio de aforismos y facts pero hay algo que nunca ha hecho: dejarlo todo, lanzar su carrera por la borda para irse a Florencia para ser aprendiz de zapatero. Y Day-Lewis sí lo hizo.

Harvey Weinstein, Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio lo engañaron para que dejara Florencia y se metiera en un avión rumbo a Nueva York para que se sentara a hablar de ‘Gangs of New York’ con ellos. Antes había resuelto todas sus peticiones con un sonoro y explícito ‘Fuck Off’. Blanco o negro. Todo lo contrario que en sus interpretaciones, llenas de grises y matices. Menos éxito tuvo Peter Jackson, que le quería sí o sí para que fuera Aragorn. Y casi tampoco lo consigue Spielberg: fue DiCaprio el que convenció a Day-Lewis que tenía que rodar con él.

Y es que Day-Lewis, ojo, es raro de narices. Y eso le hace aún más interesante para la prensa que él aborrece. Exige que, en un rodaje, le llamen siempre por el nombre de su personaje, se zambulle en una investigación sin fondo ni medida para preparar sus roles… Eso, hasta cierto punto, es normal. Son las tonterías de las que hablábamos antes. Por la sangre de Day-Lewis –inglesa y de buena cuna pese a que ahora luzca nacionalidad irlandesa– corre talento cinematográfico y literario. Su abuelo fue Michael Balcon, el jefe de los estudios Ealing y descubridor, allá por los años 20, de un joven realizador llamado Alfred Hitchcock. Y es hijo del poeta Cecil Day-Lewis, que murió cuando él tenía 15 años, y la actriz Jill Balcon. De casta le viene al galgo, pues. Aunque sus excentricidades son, que se sepa, solo suyas. Y son tantas y tan buenas que incluso han dado pie a un compendio: los Daniel Day-Lewis facts.

Las ficticias son buenísimas, tanto como las reales. Atención a algunas de las probadas para sus películas:

‘Mi pie izquierdo’ (1989). No se apeó de la silla de ruedas en todo el rodaje y llegó a romperse dos costillas por la postura retorcida en que permanecía. Aprendió a pintar con el pie.

‘El último mohicano’ (1992).Vivió semanas a la intemperie, cazando y pescando para sobrevivir. Dormía con su fusil y aprendió a navegar en canoa y a lanzar el tomahawk.

‘En el nombre del padre’ (1993). Pasó dos días en una celda, comiendo sólo rancho carcelario y soportando que le arrojaran encima cubos de agua helada. En el rodaje pedía que todo el equipo le insultara, que le vejara constantemente.

‘El crisol’ (1996). Antes de iniciar el rodaje, construyó él mismo la casa en la que iba a vivir su personaje.

‘Gangs of New York’ (2002). Trabajó varias semanas de carnicero y contrató a dos lanzadores de cuchillo de un circo para aprender a tirarlo como su personaje exigía. En pleno rodaje pilló una neumonía de campeonato porque rechazó utilizar abrigos que no existieran en la Nueva York de mediados del XIX ni tomar antibióticos o medicinas que no fueran de uso común durante ese tiempo.

El último danés: Daniel Day-Lewis en una imagen del montaje de 'Hamlet', su último trabajo en el teatro.

Pero la que más me gusta no tiene que ver ni con el cine, o los fax a Isabella Adjani. Es sobre la gran espantada que protagonizó cuando lideraba un montaje de ‘Hamlet‘ en el National Theatre de Londres, allá por 1989: en medio de la función, Daniel Day-Lewis se quedó mudo, blanco y huyó. Justo al llegar a bastidores, se desmayó. ¿La razón? Había visto el fantasma de su padre. Desde ese día nunca ha vuelto a subirse a un escenario… si no es para recoger un premio.

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Comentarios

  1. Comentario by Griner - enero 30, 2013 12:31 pm

    Es un actorazo como la copa de un pino, uno de los más grandes en la actualidad, sin duda

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  2. Comentario by Hay más cine ahí fuera 28 de enero-3 de Febrero | TodoMdP - febrero 05, 2013 01:36 am

    [...] -El mito de Daniel Lewis. Este hombre es, quizás, el último actor mimético salido de una tradición que se remonta al Actor’s Studio como fuente total de intensidad y mímesis. En este texto encontramos una buena defensa del mito de Daniel Day-Lewis y el divertido vídeo de arriba. [...]

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  3. Comentario by Título Mejor pelicula | Hay más cine ahí fuera 28 de enero-3 de Febrero - febrero 05, 2013 02:46 am

    [...] -El mito de Daniel Lewis. Este hombre es, quizás, el último actor mimético salido de una tradición que se remonta al Actor’s Studio como fuente total de intensidad y mímesis. En este texto encontramos una buena defensa del mito de Daniel Day-Lewis y el divertido vídeo de arriba. [...]

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  4. Comentario by ¿Tu padre lo vale? ¡Hazlo por él! - marzo 19, 2013 03:00 pm

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