Cuba, sus inventos y su particular cultura del automóvil
Hace aproximadamente medio siglo John F. Kennedy encrudeció las medidas previas de Eisenhower contra Cuba iniciando el mayor embargo comercial de la historia moderna. Cuba, ya con Fidel Castro al cargo, se alineó con el bando soviético durante la Guerra Fría provocando la ya tan famosa reacción estadounidense en 1962.
Ya no te hace falta un Delorean. Esta condición ha supuesto un lastre insalvable para la economía de la isla, pero también ha creado una pequeña bola de cristal que te transporta a la industria del automóvil de los años 50. Los coches que hoy en día sólo se ven en museos, reuniones y exhibiciones se utilizan a diario como taxis o vehículos privados. Algunos de ellos conservan su carácter original pero lo cierto es que la mayoría han sufrido transformaciones internas o externas que lo convierten en una pieza digna de un circo.
En 1959, poco antes de la revolución cubana, existían en la zona unos 150.000 coches de la época aunque el paso del tiempo, las averías, la escasez de repuestos y un largo etcétera han dejado ese número en unos 60.000 vehículos anteriores a 1960 que aun ruedan por las calles de La Habana, Santiago o Santa Clara. La cultura del “háztelo tú mismo” ha hecho de los cubanos los mejores mecánicos forzados que te puedas encontrar.
Dimitrio tiene un taller a las afueras de La Habana donde guarda con una mezcla de cariño y odio una joya a la que llama “Titanic”. Titanic lleva debajo del capó el motor de un generador eléctrico porque el anterior ya no dio para más, de ahí precisamente viene su apodo. Porque cuando funciona es una maravilla pero si se encuentra con algún “iceberg” en forma de bache o avería en su camino se convierte en una pesadilla irreparable. Dice Dimitrio, que si lo vendiera, volverían para matarle por haber vendido semejante chatarra.
Los carros, Chevy’s y demás clásicos americanos o joyas se la Guerra Fría como los Lada son a veces reparados con las piezas que los familiares o amigos que viven en Estados Unidos traen, a escondidas, a la isla. De estos últimos, los Lada, dicen que son el coche más fiable que puedes tener porque, dondequiera que tengas la avería, siempre habrá alguien que separa cómo arreglarlo.
Aunque quizás lo que mejor recuerden sean los inventos de los cubanos para llegar por mar a tierras americanas. En 2003, y a una velocidad de crucero de 12km/h, unos valientes intentaron cruzar las aguas a bordo de una 1951 Chevy pickup flotante que, por desgracia, fue descubierta por un avión a 60 kilómetros de Key West, Florida. Luis Grass, uno de aquellos protagonistas, volvió a las andadas en 2004 con un Buick de 1959 anfibio completamente funcional. Aunque no pisó territorio estadounidense, dicen las noticias que años más tarde llegó por tierra tras un viaje épica por sur y centro América y haber cruzado la frontera con Mexico.
Fuentes | NY Times, Huffintong Post, Wikipedia
Fotos vía | Bahama Bobs Rumstyles
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