Capote: drogadicto, homosexual y genio
Seguro que a todos os suena Desayuno en Tiffany´s, que tuvo una celebérrima adaptación cinematográfica: Desayuno con diamantes (cómo olvidar a Audrey Hepburn). Lo que probablemente no conozcáis es cómo era en su vida cotidiana el autor de esta obra, el escritor Truman Capote.
Capote era un drogadicto con carnet, de los que prefieren experimentar con sustancias prohibidas antes que con cosas asequibles para todo el mundo. Además, era un alcohólico legendario. Y era homosexual, lo que aún le convertía en una figura más esquinada para la época.
En una ocasión le preguntaron por si su retomada fe en Dios le estaba ayudando en la vida. Respondió tal que así:
Desde luego, pero todavía no soy un santo. Soy alcohólico, un drogadicto, un homosexual y un genio. Por supuesto, podría ser estas cuatro cosas y ser un santo, pero aún no lo soy.
Capote murió de cirrosis. Pero nos queda su obra. Particularmente os recomiendo A sangre fría, en la que podréis meteros en la cabeza de un asesino hasta el punto de que comprenderéis y hasta cierto punto disculparéis sus motivaciones. Porque Capote sabía muy bien lo que era vivir una existencia esquinada.
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