Experiencias míticas

Bill Paxton, el eterno gran secundario

Bill Paxton es uno de esos actores de los que todo el mundo conoce su rostro, pero pocos saben su nombre. La condición de estrella le ha sido negada, siguiendo la tradición de los grandes secundarios del cine clásico, de esos que con su sola presencia eran capaces de salvar una película, o simplemente estar por encima de los actores protagonistas —ahora me viene a la mente el irónico caso de Claude Rains, que cuando fue protagonista absoluto de un film, su personaje era invisible, en el mítico film de James Whale—. Paxton no ha dejado de trabajar desde su irrupción en el cine a mediados de los 70.

Bill Paxton se convirtió en poco tiempo en uno de los actores fetiche, al lado de Michael Biehn, de don James Cameron, quien no necesita ningún tipo de presentación. Tras un brevísimo papel de punky en ‘Terminator’ (‘The Terminator’, 1984), dejaría una buena impronta en nuestras retinas con su simpático y quejica marine Hudson en ‘Aliens, el regreso’ (‘Aliens’, 1986), personaje que maracaría buena parte de su filmografía, lleno de roles de hombres bondadosos y también algo tontos. Pero el sentido del humor que no falte, ¿alguien ha sido capaz de reírse de sí mismo como lo hace Paxton en ‘Mentiras arriesgadas’ (‘True Lies’, 1994)? Probablemente, pero no recuerdo a ninguno diciendo que folla poco porque la tiene pequeña. Impagable.

Sus dos incursiones en la dirección no las vio casi nadie, pero algunos las recordamos porque seguimos a este más que entreñable actor de cerca, que como muchos ha terminado refugiándose en la televisión donde ha conseguido cierto reconocimiento, primero en una serie de la HBO y hace poco con una miniserie que se resiste a ver morir el género de géneros, el western. Y mientras sigue trabajando le recordaremos por haber encontrado el Titanic o por sus dos films como protagonista, y que fueron pocos vistos, una maravilla de Walter Hill, y la mejor película de Sam Raimi, ‘Un plan sencillo’ (‘A Simple Plan’, 1998), en la que lleva su arquetipo de personaje —el de hombre normal y corriente— a cotas impensables.

Papel a recordar, el jefe de policía tonto en la excelente ‘Un paso en falso’ (‘One False Move’, Carl Franklin, 1992)

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Comentarios

  1. Comentario by Michael Biehn, el desconocido tipo duro - mayo 01, 2013 03:59 pm

    [...] de los mejores amigos del entrañable Bill Paxton es Michael Biehn, actor que también le debe mucho a James Cameron para quien trabajó en tres [...]

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