Batman, la forja de una leyenda
El playboy de Gotham, el desertor de Tierra de Nadie, el millonario mimado… pero cuando se pone la capucha es el Murciélago, el Detective, el dueño y señor de las sombras de una de las ciudades más particulares y peligrosas de Estados Unidos. Gotham es su ciudad tanto de día como de noche y él es su protector: Bruce Wayne, Batman.
Bruce Wayne es hijo del pretigioso cirujano Thomas Wayne y de su amante esposa Martha. Jugaba con su mejor amigo Tommy Elliot hasta que esa amistad se alejó tras la muerte de los padres de este, que no pudo ser salvado por Thomas. Fue un niño querido, mimado, educado… todo lo que se le puede pedir a un niño criado en la alta sociedad, un niño normal hasta que hubo dos hechos que le marcaron. El primero fue la caída por un hoyo que le llevó directamente a una caverna repleta de murciélagos. La segunda llegaría poco después, a la salida de ver ‘La Marca del Zorro’ en unos cines de Gotham. De un callejón saldría un ratero, llamado Joe Hill, que dispararía y asesinaría a los padres de Bruce.
Bruce Wayne, un huérfano con ganas de venganza
Decir que la muerte de sus padres le cambió la vida no es ningún secreto. Si bien fue un hecho decisivo no sería hasta que fuera adulto cuando tomaría la decisión definitiva para convertirse en Batman. Tras la tragedia, Bruce pasaría a estar bajo la tutela de Alfred Pennyworth, el mayordomo de la familia, que sería su tutor legal hasta su madurez. Eso sí, la muerte de los padres de Bruce empezaría a resonar como el primer caso sin resolver en un detective incipiente.
De hecho tuvo una fase de negación al respecto. Era absolutamente imposible que no hubiera, en el asesinato de sus padres, nada más que un robo que se tornó de mala manera. Así, el niño Bruce dedujo que debía ser obra de la Corte de los Búhos, una logia secreta de Gotham de la que lo más que se sabía eran los rumores sobre su existencia y cuentos para asustar a los niños. La legendaria Corte de los Búhos impresionaba tanto a nuestro Bruce que en un primer momento fueron el cerebro detrás del asesinato. Él sabía que no lo era, más que nada porque es una fábula gothamita; pero mejor tener un culpable (aunque sea inventado) que no tenerlo.
Nunca se esclareció si hubo una razón por la cual los Wayne fueron asesinados, solo muchas hipótesis sobre presuntas extorsiones por parte de la mafia e incluso se sugiere que su asesinato fue un toque de atención para declarar que nadie está a salvo en Gotham. Superando, aunque sin olvidar, el asesinato de sus padres, Bruce creció decidido a hacer algo con su vida más allá de ser morbosamente rico. A los trece años abandonó Gotham para completar su educación. Poco se sabe de su educación salvo que mientras se formaba académicamente dedicaba una cantidad insanas del día para entrenarse en artes marciales. Desarrollar su intelecto, su capacidad de deducción y sus técnicas de combate.
Una mañana fría de enero, tras doce años fuera, decidió regresar. Recolectar la herencia de la familia, incluyendo ser el CEO de Wayne Enterprises, e intentar erradicar el crimen de Gotham. El destino quiso que ese mismo día llegara a Gotham James Gordon, designado como capitán a la comisaría central de Gotham. Él, un hombre honrado, se veía rodeado de gente que abusa de su placa con el beneplácito del Comisario Loeb, untado de arriba a abajo por la mafia. Bruce Wayne vería tanto en él como en un joven fiscal Harvey Dent sus primeros y más queridos aliados de estos primeros años.
Gotham, la ciudad que parió a Batman
Bruce Wayne es hijo de la alta sociedad de Gotham. Durante años, los Wayne han sido una de las familias más importantes de la ciudad situada en la costa este de los EEUU; a tiro de piedra de la ciudad del mañana, Metrópolis. En el siglo XIX los Wayne cambiaron su negocio familiar, la agricultura, para adaptarse a las nuevas tecnologías y empezar a impulsar el ferrocarril y la construcción en la zona. A mediados del siglo XIX el juez Solomon Wayne dió la orden de modernizar Gotham, labor impulsada y realizada por su hijo Alan, el tatarabuelo de Bruce. Los Wayne, junto con otras familias, construyeron la Gotham del presente.
Quizás por eso siempre ha habido una relación tan íntima entre Batman y la ciudad donde actúa. En realidad los héroes sienten especial apego por la ciudad que les acoge; es su ciudad, donde viven ellos y sus seres queridos. Pero mientras que para la mayoría es el escenario de sus andanzas cotidianas, para Batman es un jugador más, una ciudad a la que no se puede dar la espalda. Una ciudad con dos caras: la rica y opulenta y la corrupta hasta la médula.
Tras un periodo manteniendo un perfil bajo Bruce decidió dar una vuelta por los bajos fondos de la ciudad. Conocer al enemigo a pie de calle, pero no lo hizo con el famoso traje sino que lo hizo de incógnito. Unos que le intentan atacar en el Parque Robinson, un contubernio de yonquis en Finger Memorial… pero al llegar al East End todo se tuerce y tiene que actuar, pero el resultado es desastroso. En esa primera incursión en lo peor de Gotham le clavarían un puñal en el muslo, se enfrentaría contra Selina Kyle (quien se convertiría en el tiempo con Catwoman) y sería detenido por la policía. Lograría escapar, claro está, pero a duras penas llegaría a la mansión para recuperarse. Y ahí, desangrándose sobre un sillón, vería cómo un murciélago atravesaría la ventana y se posaría en el busto de su padre. La interpretación estaba clara: Bruce Wayne sería un murciélago, sería Batman.
Ese día aprendería una lección: no puede ser tan impulsivo. Tiene que calcular muy bien cada movimiento ya que Gotham no se anda con chiquitas. De aquí empezaría a surgir el Batman frío y calculador, el que piensa cada movimiento al menos dos veces y se oculta en las sombras. De hecho durante sus primeros años su estatus sería el de una leyenda urbana; los malhechores no sabría qué les había golpeado ¿una bestia, un ogro, un murciélago de cuatro metros? La leyenda de The Bat Man, como se le llamó en un primer momento, estaba ahí y Bruce la quería aprovechar cara a la guerra contra el cáncer que corroe a Gotham: la mafia y la corrupción. Un héroe cuya prioridad principal es erradicar el crimen de su ciudad por encima de salvar el mundo, que se lo digan a los de la Liga de la Justicia.
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