Experiencias míticas

Así votaba Hollywood: las ideas políticas de los actores

En 1980, la política salvó a Ronald Reagan de pasar a la historia simplemente como uno de los actores más mediocres y prescindibles de la historia del cine. Después de casi diez años como Gobernador de California derrotaba al siempre incomprendido Jimmy Carter y se convertía en el 40 presidente de los Estados Unidos. El republicano por excelencia, que puso el contraste conservador al exceso ochentero junto a la implacable Thatcher, no siempre militó en el mismo partido. Fue su segunda mujer, la icónica Nancy, todavía más olvidable que él en lo que concierne a su periplo hollywoodiense, la que consiguió que cambiara de chaqueta.

Casado en primeras nupcias con Jane Wyman, la mítica Angela Channing de “Falcon Crest”, Ronnie se dejó llevar por las artes amatorias de la normalucha Nancy (según lenguas bastantes fiables el conservadurismo lo dejaba fuera en temas de dormitorio) y desde 1952 iniciaron juntos el camino que menos de tres décadas después los llevaría a la Casa Blanca. Su padrino de boda fue otro republicano célebre, el “chico dorado” William Holden. Con los Reagan la Casa Blanca se convirtió en una fiesta. La agenda del matrimonio tenía tantos protagonistas de la portada de la revista People como nombres de diplomáticos o mandatarios.

De Sinatra a Sylvester Stallone pasando por Mr.T, los Reagan nos dejaron un álbum fotográfico más jugoso y lleno de anécdotas que su legado político. Hollywood por fin conseguía reinar también en Washington. Pero el interés por la política y las manifestaciones públicas de apoyo a líderes y candidatos no eran algo nuevo. Desde los tiempos de Roosevelt, allá por la década de la Gran Depresión, la mayor parte del sector dejaba a un lado eso del voto secreto. Pasen y vean, porque había para todos los gustos y convicciones:

Los conservadores

Individualismo, el hombre hecho a sí mismo, la bandera ondeante y un anticomunismo feroz. Se puede decir que todos los conservadores de Hollywood tienen un perfil bien definido aunque algunos se diferencian por su moderación o extremismo a la hora de abrazar los valores morales. En el viejo Hollywood la doble moral hacía estragos. El caso de Loretta Young es uno de los más significativos: católica convencida, tras quedarse embarazada de Clark Gable cuando tuvieron un pequeño lío durante un rodaje en 1935, se negó a abortar y tras dar a luz a una niña, amañó una rocambolesca historia en la que adoptaba a su propia hija biológica, que curiosamente era igual a ella y tenía las orejotas de su célebre papá. Abortar no, señores, pero tener sexo fuera del matrimonio con muchos de sus compañeros si. Algo parecido le pasó a la pobre Lupe Vélez, famosa por sus docenas de amantes, que decidió suicidarse al quedarse embarazada de uno de ellos.

Otros conservadores más moderados se limitaban a las cuestiones económicas y patrióticas pero eran más tolerantes en temas sociales, como era el caso de John Wayne o Charlton Heston. Pocos saben que Heston fue uno de los grandes apoyos del movimiento por los derechos civiles en los 60, además de ser bastante tolerante con las opciones sexuales de los demás, eso sí, mientras no se le adjudicaran a el rumores de este tipo que si no montaba en cólera. En cuanto a “El Duque” Wayne pese a la caricatura que se ha creado a partir de su patriotismo y su talante derechón en los últimos años, era, según Katharine Hepburn, compañera de reparto y amiga, simplemente un hombre que adoraba a las personas hechas a si mismas, independientes y que buscaban su suerte. Vamos, que Wayne  era un ultraliberal económicamente pero de ahí al lobo feroz que nos pintan hay un buen camino.

Otros republicanos famosos de la época dorada del cine fueron la “it” girl Clara Bow, Doris Day, Ginger Rogers, Gary Cooper, Clark Gable, Glenn Ford, Lana Turner o Bing Crosby.

Los progresistas

¿Quien diría que Henry Fonda, tipo duro de la vieja escuela Hollywoodiense, protagonista de docenas de cintas del oeste y bélicas y un hombre arisco e introvertido en su vida personal era un demócrata convencido? La política, de hecho, siempre tuvo un papel determinante en su vida, particularmente en lo que respecta a algunas de sus relaciones personales más importantes.

Su mejor amigo era James Stewart, conservador acérrimo, y su amistad, que se remontaba a los años en los que intentaban hacerse un hueco en la industria, estuvo a punto de romperse en numerosas ocasiones debido a las discusiones subidas de tono cuando salían los temas más controvertidos durante sus debates. Una vez el enfrentamiento llegó a tal punto que estuvieron una temporada sin hablarse , pero al final llegaron a un acuerdo: la política quedaba fuera de sus conversaciones para siempre.

Aún así, Fonda era un demócrata moderado que se subía por las paredes cuando su hija Jane, antes de dedicarse a gastar todas sus energías en el aerobic en los 80, se convertía en la más entregada crítica de su país y viajaba a Vietnam a apoyar al pueblo asiático contra el que los Estados Unidos libraba una guerra absurda. Esto no gustó a casi nadie, ni siquiera a los que no estaban de acuerdo con el conflicto. Y claro, fue motivo de más disgustos entre Stewart y Fonda cuya relación sobreviviría al diluvio universal visto lo visto.

Como hoy en día, los demócratas ganaban en número a los republicanos en la meca del cine pero no por goleada. Todo estaba muy igualado pero la rivalidad no era tan pronunciada exceptuando los penosos años del Macarthismo. Entre los progresistas más famosos de los años 30 ,40 y 50 estaban la maravillosa Bette Davis, cuyas ideas revolucionarias y atípicas no se limitaban a causarle quebraderos de cabeza a los jefazos de la Warner, su archienemiga Joan Crawford, Cary Grant, Jean Harlow, Katharine Hepburn, Spencer Tracy, Marlon Brando, Humphrey Bogart y su mujer Lauren Bacall, Orson Welles, Gloria Swanson, la Garbo y la Dietrich.

En los 60 y 70, años más agitados en cuanto a la política con la guerra de Vietnam y los conflictos por los derechos civiles, muchos actores se implicaron en ambas causas, como por ejemplo Barbra Streisand, Donald Sutherland, Paul Newman y Warren Beatty. Otros se mostraban más ambivalentes, como es el caso de Sammy Davis Jr que incluso llegó a participar en marchas por los derechos civiles pero que en los 70 se decantó por Nixon a la hora de ir a votar.

Parejas bien avenidas

Cuando Carole Lombard, la fantástica reina de la comedia screwball de los años 30, y Clark Gable se casaron en 1939 dos años después de enamorarse tras una amistad que se remontaba a los años en los que la actriz estaba casada con William Powell, pocos apostaban por un matrimonio duradero en cuanto se acabase la pasión inicial ya que no podían ser más diferentes en cuanto a gustos e ideología. Lombard era una demócrata convencida con un legendario sentido del humor que quedó para siempre inmortalizado en cientos de anécdotas, muchas con trasfondo político, como la ocasión en la que colgó un cartel de apoyo a la presidencia demócrata en la parte trasera del coche de su compañero en “Mr and Mrs Smith”, el republicanísimo Robert Montgomery (padre de la bruja más famosa de la historia de la televisión, Elizabeth Montgomery,”Embrujada”).

Gable, por el que yo profeso una debilidad fuera de toda objetividad, era de los que en los años 50 se unió a Wayne, Walt Disney o Jimmy Stewart en la lucha contra el comunismo en Hollywood desde el comité de actividades antiamericanas. Aún así la pareja era inmensamente feliz y conseguían cogerle el punto a los pasatiempos favoritos del otro. Así, Carole, por ejemplo, acabó uniéndose a Gable en sus fines de semana cinegéticos, ya que la caza era una de las grandes pasiones del actor. Tristemente fue la muerte, no las diferencias políticas, lo que los separó. Carole moría en un accidente de avión en 1942, a los 33 años, mientras se encontraba de gira por el país vendiendo bonos de guerra. Gable nunca se recuperó. Podeis comprobar al ver sus películas de los años 40 como fisicamente envejeció 20 años en solo 5. El abuso del alcohol fue uno de los factores que lo llevaría a una muerte bastante temprana, a los 59, justo después de finalizar el rodaje de “Vidas Rebeldes”.

Robert Taylor, al que la mayoría recordareis por sus papeles en “Qvo Vadis” o “Ivanhoe”, era un tipo bastante dudoso en cuanto a su modo de proteger los ideales americanos. Ultraconservador y furioso anticomunista, encontró la horma de su zapato en la genial actriz Barbara Stanwyck, cuyo talento en las artes escénicas era inversamente proporcional a su mala leche y sus ideas reaccionarias en su vida privada. Juntos vivieron en conservadora armonia 13 años. Tras su divorcio, la Stanwyck siguió reclamando el 15% de todos los ingresos de su ex hasta la muerte del actor en 1969 pese a ganar bastante más que el durante la mayor parte de su carrera. Reaccionaria y tacaña. Pero siempre nos quedará verla en “Perdición” de Wilder y olvidarnos de todo esto. 

Humphrey Bogart y Lauren Bacall fueron dos de los demócratas más activos durante la década de los 50. Bogie fue el fundador del Comité por la Primera Enmienda, manifestándose en numerosas ocasiones en contra de las actividades  de sus compañeros de la Asociación contra las Actividades Antiamericanas, a las que el protagonista de “El Halcón Maltés” tachaba de intolerables y de corte fascista. Junto a su mujer y otros compañeros como Danny Kaye, Gene Kelly o John Garfield paricipó en una marcha a Washington para entregar un manifiesto de protesta contra las actividades de la asociación conservadora. Tras la muerte de Bogart en 1957, Bacall siguió apoyando a los candidatos demócratas en las siguientes décadas, aunque a algunos con bastante más entusiasmo que a otros.

Los chivatos

“Soy un cazador de brujas si las brujas son comunistas. Soy uno de los azotes de los rojos. Me encantaría verlos a todos en Rusia”. La joyita detrás de esta perla es el  actor Adolph Menjou, que ha pasado a la historia de Hollywood por su colaboración entregada con el oscuro senador McCarthy más que por su aportación al sèptimo arte. Menjou fue uno de los miembros más destacados de la Organización “Motion Pictures for the Preservation of American Ideals” fundada por miembros de la industria del cine en 1944 para evitar la presencia comunista en su sector. John Wayne, Gary Cooper, Robert Taylor, Reagan, Irene Dunne, Barbara Stanwyck o directores como Victor Fleming (Lo que el viento se llevó, El Mago de Oz), Cecil B. DeMille (Los Diez Mandamientos) o King Vidor ( Duelo al sol) participaron activamente en la alianza y algunos incluso siguieron el “ejemplo” de Menjou colaborando en destrozar las carreras de compañeros que no pensaban como ellos.

El caso de Gary Cooper es uno de los que más me escuecen personalmente ya que siempre lo he admirado como actor. Coop no llegó a nombrar a nadie directamente, pero al declarar que había rechazado determinados guiones por su trasfondo comunista, acusaba a algunos guionistas de profesar tales simpatías. Lo de Robert Taylor fue todavía más sangrante al acusar personalmente a un compañero, el actor Howard da Silva, de ser problemático y de tener tendencias socialistas. Esto supuso que Howard entrara en la lista negra durante muchos años.

Los héroes de acción

 

¿ Por qué será que todos los actores famosos por sus patadas voladoras, sus músculos y sus pelis de acción son republicanos? ¿La tendencia política es un efecto secundario de los anabolizantes? Con la reciente victoria de Obama en las elecciones Norteamericanas mejor no enfadar a Chuck Norris con otras cosas. Norris, al igual que sus colegas en Los Mercenarios 2(¡¿Aún no la habéis visto?!) Arnold Schwarzenneger, Sylvester Stallone, Bruce Willis es republicano y pese a que no es muy amigo de las apariciones públicas, siempre se muestra encantado de manifestar su apoyo al candidato republicano de turno, ya sea Bush o en este caso, Romney. También hay que mencionar a Clint Eastwood, que pese a definirse como un ” libertario”, también ha apoyado a Romney con un discurso cuanto menos desafortunado. ¡Si es que cuanto menos sepamos de nuestros ídolos…! 

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Comentarios

  1. Comentario by zaqueo - noviembre 18, 2012 02:47 am

    No se nota nada que eres demócrata, eh?

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  2. Comentario by La semana en rosa (del 4 al 11 de noviembre) | Famosos 2020 - noviembre 18, 2012 11:40 pm

    [...] queréis una de datos curiosos históricos sobre actores pasados, os recomiendo que os paséis por 1001 experiencias y le echéis un ojo al post que ha elaborado sobre las ideas políticas de los actores (pero de los [...]

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  3. Comentario by luisman - noviembre 19, 2012 12:10 am

    Me da la sensación de que te has centrado mucho más en actores republicanos y/o conservadores….

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  4. Comentario by Luna M - noviembre 19, 2012 02:07 am

    Si, pero porque dan más juego a la hora de contar anécdotas interesantes. Y por ejemplo, en el apartado que hablo de los chivatos en la caza de brujas era inevitable que volvieran a salir. Un saludo!

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  5. Comentario by santiago - marzo 09, 2013 08:11 pm

    que tal si crean una pelicula llamada super mario bros se trataria de 2 hermanos que perdieron a sus padres en la guerra de los champiñones luego cuando pasaron los años bueno no se me ocurre nada mas pero que tal mi idea

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  6. Comentario by Camilo Martín Mata - enero 08, 2015 08:55 pm

    “Me gustaria verles en Rusia”, creo que esa “perla” del actor Adolphe Menjou tiene mucho de ironico, pues seguramente esos actores comunistas americanos, de vivir en Rusia, estarian presos en el Gulag.

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