Desde que cumplí los 18 años, me he dedicado a probar todo cacharro con motor y ruedas que se me ha puesto por delante. Me dedico profesionalmente a probar coches, actualmente para la web Motorpasión. Y cuando estás en este mundillo, es habitual que te inviten a montar en coches realmente impresionantes.

Coches superdeportivos de calle he conducido muchos. Ferrari, Porsche, Lamborghini, etc. Y también he montado en coches de competición de todo tipo, desde coches del Campeonato del Mundo de Rallyes, hasta coches que corren en los Campeonatos de GT´s internacionales más prestigiosos.

En casa de Héctor Ares siempre olía a gasolina. Y no es que viviese encima de una gasolinera, sino que el motor y la gasolina eran una forma de vida en su familia. Este vigués afincado en Madrid, ha convertido su afición en su trabajo. Es el responsable de comunicación de las marcas de neumáticos Goodyear y Dunlop, pero también prueba los mejores coches del mundo para Motorpasión. Esta vez, ha montado de copiloto en un zeppelin. Es rápido al volante, así que mejor seguirlo por Twitter.

Como en todo, a las sensaciones fuertes que te puede transmitir un coche de este calibre también te acostumbras, y es cada vez más difícil que un coche te impresione. Pero por suerte, todavía hay genios en esto de fabricar coches capaces de atender más al corazón que a la razón a la hora de desarrollar un coche superdeportivo.

En esta ocasión, el genio encargado de crear la maravilla en la que me iba a montar es Horacio Pagani, un argentino afincado en Italia que bajo la marca Pagani, lleva años creando casi artesanalmente algunos de los coches deportivos más impresionantes del mundo.

Los Pagani Zonda, son coches muy exclusivos. Cada año de su fábrica en Módena, apenas salen un par de docenas de unidades, que se dirigen a los garajes de los coleccionistas más caprichosos de todo el mundo. Pero el coche que va a protagonizar esta nueva experiencia, era más especial.

Se trata del Pagani Zonda R, una versión radicalizada, llevada hasta el extremo del Pagani Zonda. Este coche, puede considerarse el no va más de los coches deportivos. Apenas hay una docena de ellos en el mundo, y es que es un coche que no puede rodar por la calle, únicamente está homologado para utilizarlo en circuitos.

Así pues, se trata de un capricho con el que todo apasionado de los coches sueña con tener si le toca la lotería. Pero vayamos al grano, quiero contaros que se siente cuando estás dentro de él.

¿Te vienes a montar en el Pagani Zonda?

Nunca me olvidaré de aquella tarde de noviembre. Yo estaba en la oficina, y de repente mi teléfono personal sonó. Era un número que no estaba en mi agenda. Se trataba del importador para España de la marca Pagani, el Grupo Guarnieri que está en Marbella y son los que marcan la pauta en esto de los coches de lujo y deportivos en la lujosa localidad de la Costa del Sol.

El siguiente fin de semana, un jeque árabe quería probar un Pagani Zonda R para ver si se lo compraba o no. Así que el equipo de la marca tenía alquilado uno de los circuitos más impresionantes del mundo, el Ascari Race Resort situado en Ronda, a solo unos kilómetros de Marbella.

Me atrevo a decir que Ascari es el circuito más exclusivo del mundo. Es un circuito privado, construído en plena sierra de Ronda y perfectamente integrado con el entorno. Allí, algunos de los aficionados a los coches más ricos del mundo, guardan sus máquinas para ir a rodar de vez en cuando. Suelen llegar en helicóptero desde sus yates fondeados en las aguas de Marbella. Suena bien el plan.

Pues bien, el importador de Pagani me propuso acudir a Ascari a rodar en el Pagani Zonda R, siempre como copiloto. Por supuesto mi respuesta fue si, no sin cierto nerviosismo desde que escuché ambos nombres juntos: Zonda R + Ascari = un sueño hecho realidad.

Desde entonces y hasta la cita, faltaban tres días, pero he de admitir que no pude pensar en otra cosa durante todo ese tiempo. La cita era un sábado a las 15 horas, pero los nervios de la noche anterior hicieron que me levantase muy temprano, a eso de las 6 AM. Así que cogí el coche y desde Madrid me fui hasta Ronda para cumplir mi sueño.

Cuando llegué a la puerta del Ascari Race Resort, mi pulso temblaba de forma notable. Di mi nombre al guardia de seguridad de la barrera, ésta se levantó y entré poco a poco en el impresionante recinto. Cuando llegúe al paddock, un par de Ferrari y un Pagani Zonda estaban allí aparcados. Buen síntoma.

Aparqué el coche, me dirigí al Pit Lane y allí estaba lo que quería ver. Un impresionante Pagani Zonda R reposaba después de haber llevado a alguien a dar una vuelta. El coche es sencillamente impresionante. Por un lado, llaman la atención sus dimensiones y la forma de la carrocería, completamente fabricada en fibra de carbono.

Es bajo, ancho y largo, justo como debe ser un coche superdeportivo. El Pagani Zonda R tiene 750 caballos de potencia, pesa en torno a los 1.100 kilos y su precio supera con creces la nada despreciable cifra de 1,4 millones de euros.

Montado en el coche de mis sueños

Si una semana antes alguien me pregunta “cual es tu coche favorito de entre los superdeportivos”, sin duda hubiese respondido que el Pagani Zonda R, seguido del Ferrari FXX. Y sin saber muy bien como, estaba a punto de montarme en el coche con el que había soñado todos los días desde el primer momento que lo vi.

Este coche, no puede pilotarlo cualquiera. Por ello, la marca italiana recurre a Andrea Montermini, ex piloto probador de Fórmula 1 para manejar su coche más excepcional. Monto en el Pagani Zonda R, me atan los arneses de cuatro puntos y veo hacia Andrea Montermini.

Sonrríe y me pregunta: “Fast or not fast?” Yo le contesto “As fast as you can!”. Mete primera, mientras el “traqueteo” del coche se cuela en el habitáculo. Salimos por el pit lane y en cuanto pasamos al comisario que nos da via libre con la bandera verde, Montermini pisa a fondo el acelerador y comienza el espectáculo.

La primera curva a izquierdas ya me indica que Andrea ha hecho caso de lo que le he dicho y va “al ataque”. El sonido del coche es impresionante, nunca en mi vida había montado en un coche así, y creo que no lo volveré a hacer en mi vida. Todo en él es de otro mundo, desde las aceleraciones laterales que hacen que tu cabeza pierda riego sanguíneo, hasta las frenadas en las que los ojos intentan salirse de las órbitas. Sencillamente es de otro nivel, un nivel reservado a unos pocos privilegiados.

Las rectas, por muy largas que sean desaparecen como por arte de magia ante el empuje del Pagani Zonda R.La velocidad con la que pasa las curvas, hacen que tengas una sensación más cercana a la que sientes en una montaña rusa, que a la de cualquier otro coche que haya probado.

Sin apenas darme cuenta, hemos completado la vuelta lanzada que me correspondía, y volvemos al Pit Lane. Ha sido abrumador, sin duda alguna el día más impresionante de mi vida sobre un coche. Nunca en mi vida podré olvidar las sensaciones que me transmitió ese coche.

Entonces entendí, porqué cuesta 1,4 millones de euros. Si los tuviese, no dudaría que me compraría este coche para ser feliz de vez en cuando. Como no los tengo, soy feliz recordando aquella tarde de noviembre en la que monté en el coche más impresionante del mundo.

En 1001 Experiencias | Conducir sobre un lago helado