De las musas de antaño a las actuales. Hemos pasado de una joven Diane Keaton inteligente y con personalidad, con sus diálogos memorables, compartiendo protagonismo con otra gran mujer como Meryl Streep, a actrices modernas en las que el talento ha ido quedándose relegado a una cara bonita y actuando en torno a un nuevo aparente “galán latino” en paseos de cartón por Barcelona. Del ingenio al tópico, o al refrito. Las mujeres de Woody Allen han ido evolucionando al mismo ritmo que sus películas.

En los últimos años (desde 2000, por acotar un poco la creatividad de Woody Allen) hemos ido viendo cómo por la pantalla pasaban Helen Hunt (‘La maldición del escorpión de Jade’), Téa Leoni y Debra Messing (‘Un final made in Hollywood’), Christina Ricci (‘Todo lo demás’), Radha Mitchell, Chloë Sevigny, Amanda Peet (‘Melinda y Melinda’), Hayley Atwell (‘Cassandra’s Dream’), Penélope Cruz (‘Vicky Cristina Barcelona’ y ‘A Roma con amor’), Evan Rachel Wood (‘Si la cosa funciona’), Naomi Watts (‘Conocerás al hombre de tus sueños’), Rachel McAdams (‘Midnight in Paris’) y Cate Blanchett (‘Blue Jasmine’).

Un goteo constante de nuevos nombres, muchos de ellos conocidos para el espectador, que queda lejos de sus anteriores musas (o esposas) fieles (o no tan fieles). Imposible encontrar a una Mia Farrow en estas dos últimas décadas. Tampoco nadie como Diane Keaton. Solo Scarlett Johansson (a quien Joseph Gordon-Levitt no tiene razones para desnudar) podría igualarse en cuanto a número de películas. Tres han sido las protagonizadas por la rubia de Allen: ‘Match Point’, ‘Scoop’, ‘Vicky Cristina Barcelona’. Ella también tiene la suerte de haber coincidido en dos de las mejores de Allen en estas últimas dos décadas al tiempo que en una de sus peores.

Dos décadas en las que las comedias del estadounidense han flojeado al mismo nivel que sus castings. Si hasta hemos visto a Elizabeth Berkley actuando, también conocida como la del desnudo de ‘Showgirls’ después de ‘Salvados por la campana’. Ojalá que con el estilo y clase de Cate Blanchett (de nuevo rubia, placer que comparte con Hitchcock) podamos estar ante otra grata excepción. Pese a todo, ya sabes, Woody, no te vayas nunca.

En 1001 Experiencias | Los ángeles de Victoria deseados
En 1001 Experiencias | No eres nadie sin tu foto de Terry Richardson