Harley Davidson ya no quiere gordos barbudos
Chalecos de cuero con tantas chapitas, insignias y banderas como en concentraciones ha estado. Una barba profunda y poblada y una protuberancia desde el pecho hasta el pubis cuya curva depende directamente del número de chuletas y/o cervezas que haya digerido. Esa es, a grande rasgos, la imagen que tiene la sociedad del harlista, customero o motero de toda la vida.
Gafas de sol de estilo futurista y cascos de soldado de la Segunda Guerra Mundial terminan por poner la guinda del pastel. Pues bien resulta, después de todo, que a Harley Davidson no le termina de convencer esta apariencia
HD quiere estar a la moda, formar parte de ese escalón de la población que dirige a día de hoy los movimientos culturales en occidente. Hombre rondando los treinta, por debajo o por arriba, con gusto por la moda, la música y las culturas, formado y actualizado. Es decir, los jóvenes que se están estabilizando e independizando. Otros, a veces con más o menos razón, los apodan hipsters, aunque el concepto de la palabra ya haya derivado sin rumbo para calificar cualquier persona que intente cuidarse y vestirse más o menos bien. Y ojo, si llevas años usando gafas y las tuyas son de pasta, ¡tíralas antes de que te llamen hipster!
En los últimos dos o tres años HD viene haciendo un esfuerzo monumental por intentar relacionar estos dos conceptos. No son tontos, si son capaces de gastarse un dineral en Macs y tabletas, ¿por qué no se iban a comprar una Harley?
Comenzaron con llamamientos en forma de descuento. Motos de entrada al mundo Harley que no superan los 9.000 euros con una apariencia joven, ágil y más urbana que el resto de mastodontes de la carretera de su catálogo. Funcionara o no, después han llegado anuncios por aquí y por allí buscando el mismo efecto. Aunque como diría mi compañero Luis Font en uno de sus artículos, es auténtica ciencia ficción:
A estas alturas os preguntaréis, ¿lo han conseguido? Hace un año habría dicho que no, que están lejos de haberse acercado pero después de haberme paseado por las capitales europeas y mudarme a casa de Angela puedo decir que sí, lo han conseguido. Numerosas Sportster en sus diferentes modelos y personalizadas se ven por doquier por París, Praga o Berlín con el piloto que Harley quería para su producto.
Si es rentable o no habrá que esperar para saberlo, desde luego el bolsillo del hombre de 50-60 años está mucho más sano que el de los jóvenes europeos, y no hace falta decir nada del de los jóvenes españoles… ¿verdad?
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