El arte del beatboxing ha cruzado una nueva frontera al conquistar nada más y nada menos que la Opera de Sidney. Tom Thum es el responsable de que los cientos de personas allí sentadas terminasen levantándose al final de su presentación. Una breve pero impresionante demostración de lo que es capaz con la única ayuda de un micrófono.

El beatbox consiste en recrear sonidos y ritmos con la única ayuda de la voz de uno mismo. Algo que empezó para acompañar las improvisaciones de los raperos y que ha terminado siendo un auténtico fenómeno que evoluciona día a día.

Tom Thum es uno de esos jóvenes con mucho talento y ganas de demostrarlo. Pese a su juventud, con la única ayuda de un micrófono se enfrenta a un auditorio repleto de un público exigente como es el de los TEDx. Su único arma es su voz, pero esto no es problema porque el pobre hombre parece que de pequeño se trago media orquesta. Capaz de viajar de india a china, pasando por las raves alemanas, al virtuoso de Thum solo le faltan unos Kaoss Pad para terminar su speech como un auténtico rey del jazz.

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