Un evento al que no puedes faltar si te gustan los videojuegos. El epicentro de toda la industria del videojuego concentrado en tres días. Una ciudad repleta de carteles gigantes de Mario, de Assassin’s Creed, de Gears of War y de casi cualquier personaje de videojuego que esté de actualidad. Los Ángeles cambia de piel para convertirse en el centro de las miradas de millones de jóvenes, y no tan jóvenes, durante unos días. ¿De qué hablo? Hablo del E3.

El evento orientado a videojuegos más bestia que se celebra al año. Y claro, se celebra en Estados Unidos y al estilo americano. Un espacio enorme, todas las grandes marcas, azafatas, cosplay, profesionales del sector, pases privados, regalos, actuaciones musicales… os voy a contar qué se siente visitando un evento de esta magnitud por primera vez.

En mi caso se trataba de un viaje de trabajo. Microsoft nos había invitado a asistir al evento junto a otros medios del sector y en VidaExtra decidimos que podía ir yo. No era mi primer evento internacional ya que a lo largo del año acabas viajando varias veces a cubrir presentaciones a diversas ciudades o países europeos y además hacía relativamente poco que acababa de volver de los Estados Unidos de cubrir la Game Developer Conference. Así que la experiencia jugaba a mi favor.

¿Coger las maletas de nuevo para viajar en un vuelo interminable hasta la ciudad de Los Ángeles y asistir al mayor evento sobre videojuegos que se celebra? No parece un mal plan y después de tramitar el papeleo y concertar entrevistas estaba listo para la aventura.

Para que os podáis hacer una idea de la magnitud del evento os diré que durante su celebración recibimos miles de visitas en VidaExtra. Es el momento de mayor tráfico del año, los servidores se saturan y acabamos realizando jornadas maratonianas para dar cabida a las cientos de noticias diferentes que se generan en tan sólo tres días.

Llegando a Los Ángeles. La ciudad se viste de E3

El E3 se celebra en el Los Ángeles Convention Center, un mamotreto espectacular que dispone de la superficie necesaria para dejar que todas las compañías de videojuegos interesadas tengan su minuto de gloria. Está ubicado muy cerca del Staples Center, hogar de los Lakers y ofrece buenos puntos de acceso desde casi toda la ciudad.

Pero mucho antes de llegar a los aledaños del centro de convenciones ya sabes que algo relacionado con los videojuegos está ocurriendo. Carteles enormes en edificios y banderolas colgadas de farolas y palmeras te dan la bienvenida. Si te gustan los videojuegos estás a punto de vivir tres días en la gloria.

Al poco te darás cuenta de que los personajes de tus títulos favoritos te asedian, vives en una zona sitiada por los videojuegos y comprobarás que jamás habías visto a Ezio Auditore, el protagonista de ‘Assassin’s Creed’, a un tamaño tan grande. Cuando nosotros imprimimos carteles y displays verticales de tamaño persona, ellos lo hacen a lo grande y decoran paredes enteras de edificios. Las fotos lo demuestran.

Probando novedades que saldrán en unos meses

Las compañías están allí para enseñar lo mejor que tienen. Es su momento, el momento de convencer a la opinión norteamericana (uno de los grandes mercados mundiales) lanzando sus cañonazos con toda la fuerza posible. Y claro, montan unos shows que para sí quisieran otros.

Sus grandes y futuros lanzamientos, consolas a las que les falta un año para salir a la venta, cacharros que se acaban de anunciar, juegos sorpresa… casi todo está allí para ser probado y evaluado por la prensa del sector. Todo son facilidades pero no todo es tan bonito, lógicamente.

Y es que son muchísimos los que asisten a una feria como esta y las colas se vuelven realmente insoportables. Ese año, además, se presentaban dos dispositivos muy importantes. Kinect de Microsoft y la consola portátil 3DS de Nintendo. Al ir acompañando a la compañía de Redmond no tuve ningún problema para acceder de modo especial a las presentaciones privadas o para saltar las interminables colas que otros compañeros se veían obligados a sufrir. Pero claro, esto sólo funcionaba con Microsoft y las casi dos horas y cuarto que tuve que esperar para poder probar en primicia a la consola de Nintendo así lo atestiguan.

Recomendación para navegantes. Si asistís, armaos de paciencia. La vais a necesitar pero merece la pena. Además llevad crema protectora contra el sol, parece mentira pero en pleno mes de Junio en Los Ángeles tu piel puede acabar convertida en bacon a la parrilla.

Volviendo a los juegos expuestos no puedo saltarme una parte importante. En muchos casos hay alguien del equipo de desarrollo ahí para explicarte cómo se juega y responder tus posibles dudas. Es algo muy curioso y que vi repetido en varias ocasiones ya que normalmente se suele contratar a un relaciones públicas para que te venda las bondades del producto y cuyo conocimiento más allá de eso es relativamente poco.

Fiestas locas por la noche con Rihanna o Eminem

Lo mejor del día sin lugar a duda ocurre por las noches. Y no me entendáis mal. Muchas compañías celebran fiestas más o menos privadas en diferentes clubs de la ciudad y si te buscas un poco la vida acabas consiguiendo invitación.

Lo interesante del asunto es que en esas fiestas se permite jugar con más detenimiento a algunos títulos especiales que pudiste ver por la mañana en el evento, hay servicio de catering, buena música y un montón de profesionales de prensa y del sector con los que conversar.

Pero la cosa no acaba ahí. Algunas compañías tiran la casa por la ventana y ofrecen conciertos exclusivos de grandes artistas para que amenicen esas fiestas y shows. Tuve la suerte de poder ver a Rihanna, Eminem, Soundgarden y un espectáculo privado del Cirque du Soleil en algunos de esos eventos paralelos. No mejoran la calidad del videojuego que están presentando en el fondo pero sí que ayudan a digerirlo mejor y a que se hable de ellos.

¿Imagináis la pasta que vale traer a Rihanna o a Eminem para que canten en la presentación privada de tu videojuego? ¿Y montar un espectáculo del Circo del Sol? Estamos hablando amigos míos de la Champions League de los eventos publicitarios y ahí los americanos son los reyes y saben cómo montar el espectáculo.

Después de los tres días piensas en el montón de horas que le has dedicado al asunto, en las pocas horas de sueño, en el ir y venir de aquí para allá, en la gente a la que has conocido, en los videojuegos que has podido probar, en la experiencia que recordarás siempre y mientras el avión despega te imaginas al operario desmontando los carteles de siete metros de las fachadas pensando que el año que viene, probablemente, será todavía más grande.

Si los videojuegos te apasionan, debes ir al E3. Aunque sea una vez en tu vida.

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