Me iré con tu mujer para que aprendas a escribir
Una de las más descacharrantes escenas de la película de Will Ferrell y Zach Galifianakis En campaña todo vale (The Campaign) (junto al directo en el mentó de un hermoso bebé rubito al estilo Matrix) es indudablemente la escena en la que Ferrell es vencido por Galifianakis en su afán por ganar las elecciones, y afirma delirantemente que si a él le hacen eso, entonces él debe responder tirándose a su mujer. Algo que consigue, registra en vídeo y emite a través de la televisión.
Algo similar es lo que hizo el escritor George Bernard Shaw contra el también escritor británico G. K. Chesterton, que siempre se habían declarado enemigos ideológicos. En sus debates públicos, llenos de ingenio literario y exabruptos, Shaw destacó con en el siguiente desafío a Chesterton:
Me jactaré de mi superioridad, insultaré tu corpulencia (…) si es preciso, pasaré a verte y te robaré el cariño de tu esposa con alardes atléticos e intelectuales hasta que, de una vez por todas, aportes algo al drama británico.
Queda patente que, si bien Shaw era atlético, Chesterton eran gordito. Sin embargo, ambos autores merecen la pena y resulta difícil decantarse por uno.
Nacido en 1874, Chesterton concibió a uno de los personajes más célebres de la literatura británica, el Padre Brown, un sacerdote católico convertido a detective, a lo Holmes. Por su parte, Shaw, nacido en Dublín en 1856, obtuvo en Nobel de Literatura en 1925 y el Óscar en 1938 por su guión Pigmalión (My Fair Lady), una de las mejores películas de la historia del cine.
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