Hay una cosa que no puedo soportar: que compañías como Microsoft y Sony lancen al mercado sus nuevas consolas sabiendo que no tienen juegos con los que apoyarlas. Lo peor: que ambas consolas se vendan como los churros. Tanto la PS4 como la Xbox One han superado los 2.000.000 de unidades vendidas y, de hecho, la consola de Sony está muy cerca de alcanzar los tres millones. Salieron a la venta el pasado mes de noviembre. Por comparar esta situación con la de Nintendo, resulta que la Wii U, su consola de nueva generación, lleva vendidas 4.500.000 unidades en un año. Haced números.

A lo que iba: ¿dónde narices están los juegos? Confieso que no me he comprado ninguna de las dos nuevas consolas porque, viendo el catálogo de lanzamiento y siendo poseedor tanto de una PS3 como de una Xbox 360 y una Wii U, no sé muy bien qué pueden aportarme en estos momentos. La PS4 ha salido con tres juegos, ‘Killzone: Shadow Fall’, ‘Resogun’ y ‘Contrast’, mientras que la Xbox One cuenta de salida con unos pocos más (entre ellos verdaderas tomaduras de pelo como ‘Crimson Dragon’ o ‘LocoCycle’). Esto es realmente vergonzoso.

Podréis decir que además de esos títulos desarrollados expresamente para estas máquinas tenemos a nuestro alcance otro buen puñado de juegos tipo ‘FIFA14’, el nuevo ‘Assassin’s Creed IV: Black Flag’ o los pegadisparos ‘Battlefield 4’ y ‘Call of Duty: Ghosts’, pero chicos, esos juegos transgeneracionales no lucen mucho mejor en estas nuevas consolas que en sus predecesoras. La gran mayoría de compradores de PS4 y Xbox One probablemente tienen alguna de las consolas anteriores, por lo que no hay excusa posible.

Y ojo a la gran broma: las compañías que no han lanzado de forma simultánea sus juegos en las consolas de ambas generaciones ya están frotándose las manos con la posibilidad de reeditar ciertos títulos en las nuevas máquinas. Ahí tenemos el último ‘Tomb Raider’ como ejemplo. Ha sido uno de los mejores juegos del año que estamos a escasas horas de abandonar, pero cuando salió a la venta (marzo de 2013) todavía quedaban meses para que la PS4 y la Xbox One aterrizaran. ¿Solución? Sus responsables se sacan de la manga una nueva edición llamada Definitive (porque ya no le pueden colar eso de HD) para las nuevas consolas que lanzarán el 28 de enero y que saldrá mejorada visualmente y con todos los contenidos descargables incluidos a precio de edición estándar (59,99 euros). Negociaco del copón. Ahora sólo falta que empiecen a sumarse más compañías. ¿Alguien se había quejado de la falta de retrocompatibilidad de las nuevas consolas? Pues tranquilos, ya vienen las compañías a echaros un cable. Y a cobraros el juego de nuevo.

Feliz 2014, aunque venga cargado de reediciones sacacuartos.

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