La escalada nos deja experiencias extremas como pocos deportes. A su adrenalina pura, al riesgo máximo de encontrarse en espacios abiertos a gran altura hay que añadir la belleza de la naturaleza que hace de esta práctica una de las más visuales a la par que reservada para unos pocos, puesto que no hablamos de cualquier tipo de escalada sino de la más libre y sin ayudas.

Paredes con una verticalidad imposible de imaginar al verlas desde abajo, diminutas brechas que se desean encontrar para situar en ellas pies y manos con los que impulsarse de cara a llegar arriba. El vértigo, por supuesto, no existe. Solo existe unas ganas de superación y una cierta demencia encontrada entre los deportes más extremos.

En España hay grandes deportistas que practican la escalada libre y que más adelante conoceremos más a fondo en este blog. Hoy nos quedamos con la historia en vídeo del atleta Paul Robinson, uno de los nombres más reconocido en este deporte. Estadounidense, con títulos en su haber como campeón del mundo y un puro espectáculo al verle sujeto en la roca.

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