Los límites de Erik Weihenmayer no se encuentran en su ceguera, la cual sufrió a los 13 años, sus límites se encuentran en qué tipos de retos afrontar. La historia de este estadounidense es un ejemplo impecable para cualquier persona, con o sin limitaciones físicas, y sobre todo para aquellos amantes de las experiencias extremas puesto que este aventurero no para de superarse. Lo más reciente: intentar bajar en kayak el río Colorado a través del Gran Cañón.

De por sí, el Río Colorado del Gran Cañón es uno de los ríos más complicados de Estados Unidos para intentar su descenso. Los expertos en aguas bravas tienen esta aventura en su lista de cosas pendientes a realizar antes de colgar los remos. Erik Weihenmayer quiere ser uno los aventureros que logre completar tal experiencia dejando al margen cualquier barrera, pese a que en su caso el condicionamiento sea tremendo.

Weihenmayer se encuentra ahora mismo entrenando con su kayak en el U.S. National Whitewater Center situado en Charlotte, Carolina del Norte según podemos leer en un interesante artículo que le dedican en el New York Times en el cual el propio aventurero habla sobre su superación con este deporte:

Creo que el kayak siendo ciego es un deporte distinto que el que practica una persona con vidente porque tú confías demasiado en tus ojos. Yo intento sentir lo que está bajo mi piragua y lo que está bajo mi remo, uso mis oídos y todo está pasando muy rápido. Sin ojos vives una sobrecarga sensorial.

Este reto es el que más miedo le da al aventurero, según él diez veces más que el que hasta ahora le había dado más miedo. Y será por aventuras vividas por parte de Weihenmayer. En su haber se encuentra haber subido al Monte Everest, el único ciego que había alcanzado la cima hasta el año 2001, además ha logrado escalar las míticas Siete Cumbres, es decir, las montañas más altas de cada uno de los siete continentes. También ha corrido distintas maratones como la de Nueva York, ha participado en carreras como el Artic Team Challenge y la expedición Primal Quest, no aptas para cualquier mortal por ser consideradas algunas de las más difíciles del mundo.

Pero Weihenmayer quiere ser el primer ciego en descender el Gran Cañón y para ello cuenta con la ayuda de dos campeones olímpicos como son Casey Eichfeld y Pablo McCandless, estadounidense y chileno respectivamente, ambos con participaciones en los Juegos Olímpicos, en el caso del primero dos nada menos, en 2008 y en 2012. Ambos están asombrados por la destreza y progresos de Weinhenmayer con el kayak.

Y aunque el aventurero sin visión tuvo una experiencia en la cual la naturaleza le dejó bajo el agua y fue rescatado por un compañero de deporte, Erik Weihenmayer es un grande y acabará experimentando la bajada del Gran Cañón.

Sitio oficial | Erik Weihenmayer
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