La experiencia extrema de esta semana no nos lleva saltar desde 300 metros de altura en plena ciudad ni tampoco a correr en un maratón bajo un calor extremo. Esta vez nos trasladamos a la Toscana, Italia pero no para disfrutar de su gran gastronomía (ojalá) sino para hablar de esta curiosa carrera en bicicleta que se celebra anualmente. L’Eroica es una cita obligada para los amantes del ciclismo tradicional (lo de vintage se lo dejamos a otros).

Los planteamientos básicos de L’Eroica

• 1. No se pueden competir en sus carreras con bicicletas desarrolladas después de 1987.
• 2. Los “caminos blancos” de la Toscana serán el escenario a salvaguardar.

A partir de esas dos máximas surge L’Eroica en 1997. El amor al ciclismo de un grupo de personas dio vida a esta competición que también tiene su versión carrera a pie inaugurada recientemente. L’Eroica comparte valores con otras competiciones similares como la francesa Paris-Roubaix o la Granfondo, también celebrada en la Toscana. Solo que en L’Eroica prima más el paisaje y la experiencia que la competición, quedando esta en segundo lugar.

El circuito de esta prueba, la cual celebró su última edición, la XVI, el pasado 7 de octubre, ofrece distinto tipos de recorridos que realizar. El más extenso llega a los 205 kilómetros para recorrer. Después hay otros tres niveles que van desde los 135 kilómetros a los 75, finalizando en los 38 kilómetros de ruta. Cada uno de estos recorridos están explicados con detalle en su web oficial. Todos ellos van por las carreteras de la zona de Chianti, Valdarbia y Valdorcia.

En los “caminos blancos” de la Toscana se encuentra una experiencia a vivir gracias a las finas ruedas de una antigua bicicleta y un maillot rescatado de cualquier baúl antiguo. Una idea que tuvo Giancarlo Brocci al desear recuperar la esencia del ciclismo con el que creció y que ha sido reconocida por todos los amantes del mismo. Cada año siguen creciendo en número de participantes hasta superar los 5.000 por edición.

Fotos | L’Eroica
Sitio oficial | L’Eroica
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