Tras esperar, desesperar, esperar un poco más, y volver a desesperar hasta límites insospechados, hoy es el día en el que se podrá por fin ver en nuestros cines ‘La cabaña en el bosque’ (‘The Cabin in the Woods, Drew Goddard, 2012), la original y espléndida cinta de terror que da unas cuantas vueltas al típico producto adolescente y que producida por Joss Whedon, escrita por el artífice de ‘Los Vengadores’ (‘The Avengers’, 2012) y Drew Goddard y dirigida por éste último, llega a las pantallas españolas más de un año y medio después de que viera la luz en Estados Unidos. Diecinueve largos meses en los que las opciones sobre su distribución han dado tantos bailes que los aficionados al género ya pensábamos que nunca iba a ser estrenada por estos lares. Y la pregunta obvia es, ¿ha valido la pena la espera?

Al margen de las mil y una historias que podría contar con respecto al penoso trance que la cinta ha tenido que pasar para llegar a proyectarse en los cines españoles —os invito a que os paséis por Blogdecine para conocer con detalle los porqués de tanto retraso—, y centrándonos en el aspecto puramente cinematográfico, la respuesta a la pregunta de arriba es muy clara: SÍ, la ha valido. Siempre y cuando no pertenezcáis a ese muy amplio sector que ya la ha visto mediante alguna descarga o haya adquirido la edición en Blu-ray disponible desde hace ya bastantes meses allende nuestras fronteras, cualquier amante del cine de terror y/o fantástico no debería dejar pasar la oportunidad de acercarse a un filme que lo noqueará sí o sí.

En apariencia —una muy, muy lejana— ‘La cabaña en el bosque’ no es más que otro filme de terror adolescente del montón, otro slahser que sumar a la larga lista de aquellos que nos invadieron a partir de los noventa con el resurgir del sub-género gracias al ‘Scream. Vigila quién llama’ (‘Scream’, 1996) de Wes Craven. Eso en apariencia porque conforme la cinta avanza, su poco atractivo inicial va dando paso, lentamente, a una historia que, aglutinando todos los arquetipos del género, termina superando con creces lo que éste ha llegado a ofrecer hasta ahora…o al menos lo que ha llegado a ofrecer en los últimos tiempos, que ya es.

Manipulando al espectador a placer, ya desde el guión —que no se arredra en echar mano de cuantos tópicos bien interpretados hagan falta para seguir avanzando— ya desde una dirección que de igual manera utiliza con singular fortuna todas las herramientas puestas en su mano por el cine de terror que le antecede para jugar con ellas de forma brillante, y con un final de esos que deja el cuerpo “roto” huelga decir que la alternativa clara de este fin de semana a la esperada ‘El juego de Ender’ (Ender’s Game’, Gavin Hood, 2013) pasa por una cabaña, cinco amigos y todos los gritos que uno quiera dar. Avisados quedáis.

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