El reciente estreno de la nueva versión de ‘Carrie’, con la “lolita” Chloë Grace Moretz en la piel del turbador personaje que siempre recordaremos con el rostro de Sissy Spacek, nos obliga a reevaluar una de las fórmulas más habituales de Hollywood: el remake.

En sentido estricto, ‘Carrie’ (Kimberly Peirce, 2013) no es un remake, es una readaptación de la novela de Stephen King, pero como sin duda habréis notado, este tecnicismo suele ser empleado por los encargados de promocionar las películas para justificar que se le vuelva a presentar al público una historia que ya se le ha contado antes. Y cobrarle por ello, otra vez. “No es la misma película, es otra lectura de la misma historia, con escenas muy parecidas, similares diálogos… pero no es un remake”. A menudo sabemos que nos están engañando pero probamos suerte de todos modos.

En todo caso, esa mentira tiene cierta lógica. Es muy corriente que la gente menosprecie un estreno desde el momento en el que descubren que es un remake. Yo siempre he mantenido que un remake no es necesariamente malo. Los hay que resisten la comparación con el título original, ofreciendo variaciones interesantes, e incluso que lo superan.

Pero sí, normalmente el resultado del segundo (o tercer) intento suele ser inferior al primero. A veces, muy inferior. Y como se suelen tocar películas populares, que hemos visto en numerosas ocasiones, durante años, llegando sus imágenes a formar parte de nuestra memoria cinéfila, y de nuestro proceso de aprendizaje como espectador, cuando las tocan y las destrozan, nos molesta, nos indigna. ¿Por qué hacen un remake de una película que era perfecta? El dinero, claro. Aquí van diez remakes que nunca debieron hacerse, diez razones para odiar a Hollywood.

10. ‘Pesadilla en Elm Street’ (‘A Nightmare on Elm Street’, Samuel Bayer, 2010)

Sin duda, Freddy Krueger es uno de los mayores iconos del cine de terror. Su reconocible apariencia –con las garras, el sombrero y la cara quemada–, su sentido del humor, su gusto por la sangre y, sobre todo, que ataque a sus víctimas mientras duermen –tarde o temprano lo verás en tus sueños– lo convierten en un personaje mítico, independientemente de la calidad de las secuelas en las que fue apareciendo a raíz del film original de Wes Craven. El fichaje de Jackie Earle Haley hacía pensar que se estaban tomando en serio el remake pero el actor se limitó a ser una sombra de Robert Englund y lo más destacable es encontrar a Rooney Mara entre los asustados protagonistas.

9. ‘Sabrina y sus amores’ (‘Sabrina’, Sydney Pollack, 1995)

Pollack se propuso recuperar la magia de una de las historias más románticas de Billy Wilder y para ello contó con Harrison Ford, Greg Kinnear y Julia Ormond en su momento de mayor popularidad para los papeles que inmortalizaron Humphrey Bogart, Audrey Hepburn y William Holden. El resultado se deja ver, no es una mala película, está filmada con elegancia y puede servir para pasar el rato sin muchas exigencias, pero la comparación la deja en muy mal lugar; está a años luz de la original.

8. ‘Desafío total’ (‘Total Recall’, Len Wiseman, 2012)

Otra que quizá podría valer como entretenimiento si pudiéramos olvidar lo que intenta reciclar. Pero no es posible, las imágenes de la primera ‘Desafío total’ se quedan grabadas. Se vendió este remake como una nueva visión del relato de Philip K. Dick que dio origen a la película de Paul Verhoeven pero hay detalles que delatan, como la absurda aparición de la mutante con tres pechos; un guiño para contentar a los fans, cuando lo esencial era recuperar el estilo violento y divertido de la original. En lugar de eso, Hollywood recurre a atractivas estrellas, lujosos efectos visuales e interminables secuencias de acción. Mucho ruido y pocas nueces.

7. ‘La guarida’ (‘The Haunting’, Jan de Bont, 1999)

Liam Neeson, Catherine Zeta-Jones, Owen Wilson, Lili Taylor y Bruce Dern encabezan el reparto de esta torpe actualización de ‘La casa encantada’ (‘The Haunting’, Robert Wise, 1963). De Bont se equivoca con las teclas y en lugar de ofrecer un elegante relato cargado de intriga y enigmas, busca el impacto y el espectáculo. Lo que en la original causaba tensión, aquí despierta bostezos, cuando no risas involuntarias. Una pérdida de tiempo.

6. ‘Furia de titanes’ (‘Clash of the Titans’, Louis Leterrier, 2010)

Un error parecido se cometió al intentar reaprovechar el film que dirigió Desmond Davis en 1981. Se conservaron aspectos superficiales pero se olvidaron las claves de la original, lo que la ha convertido en un título de culto. En lugar de la inocencia y el encanto de una aventura sin límites, se busca engatusar al espectador con la promesa de un impresionante espectáculo digital y luego se le atonta a base de constantes y rutinarias secuencias de acción con las que se disimula un guión bochornoso. El éxito del 3D llevó a convertir la película a ese formato, una chapuza por la que Sam Worthington y Leterrier llegaron a pedir disculpas.

5. ‘Halloween. El origen’ (‘Halloween’, Rob Zombie, 2007)

A priori, rehacer el film en el que John Carpenter nos presentó al sangriento Mike Myers sonaba tarea fácil, en especial en manos de un realizador aficionado a la violencia. Un psicópata con máscara –ya diseñada y de probado éxito–, atmósfera y cuchilladas; poco más. Involuntariamente, Zombie confirmó que realizar una buena película de terror es mucho más complicado de lo que parece. La nueva ‘Halloween’ aburre, y una de las claves es que aporta más información de la necesaria. No necesitamos saber quién es Myers o por qué hace lo que hace; solo temer que esté ahí fuera.

4. ‘El planeta de los simios’ (‘Planet of the Apes’, Tim Burton, 2001)

Hay remakes, como el de ‘Sabrina’, que sin la existencia del original quizá podrían ser defendibles como películas del montón. Pero hay otros que no solo quedan en ridículo ante su predecesora sino, que dejando a un lado las comparaciones, resultan trabajos lamentables. Éste es el caso de la hueca y absurda modernización que hizo Burton de la obra maestra de la ciencia-ficción basada en la novela de Pierre Boulle. Una demostración más de que un gran presupuesto y un director de talento (supuestamente brillante) no son garantía de calidad si falla el guión y el protagonista –Mark Wahlberg por Charlton Heston… demencial–.

3. ‘Perros de paja’ (‘Straw Dogs’, Rod Lurie, 2011)

Solo el hecho de encontrarse al soso James Marsden tratando de repetir una de las mejores interpretaciones del gran Dustin Hoffman, ya supone un jarro de agua fría. No es el único problema al que se enfrenta Lurie, quien tiene la misión (prácticamente) imposible de actualizar un seco y asfixiante relato de Sam Peckinpah cargado de violencia y con una visión muy incómoda del ser humano. Demasiado para el Hollywood actual, que tiende a la ligereza y lo políticamente correcto. Un remake muerto antes de nacer.

2. ‘Ultimátum a la Tierra’ (‘The Day the Earth Stood Still’, Scott Derrickson, 2008)

Sin dejar de resultar triste, que un remake no logre mejorar lo que ofrecía la original entra de lo normal. Lo que no lo es tanto es que la nueva versión arruine el mensaje de la película que toma como base. Esta desfachatez es la que comete el film de Derrickson protagonizado por el inexpresivo Keanu Reeves, el insufrible Jaden Smith y la siempre bella Jennifer Connelly. De nuevo, mucho dinero y mejores efectos visuales, pero sin rastro de la fascinación, la potencia y la carga crítica de la historia original.

1. ‘Psicosis’ (‘Psycho’, Gus van Sant, 1998)

Van Sant quiso dejar huella y provocar al mundo con un remake totalmente innecesario. Posiblemente el más disparatado que se ha filmado hasta la fecha –hasta que le llegue el turno a ‘El padrino’ (‘The Godfather’, Francis Ford Coppola, 1972)–. La nueva versión, con Anne Heche, Vince Vaughn y Julianne Moore en los roles de Janet Leigh, Anthony Perkins y Vera Miles, se limita prácticamente a copiar plano por plano la obra maestra de Alfred Hitchcock. Añadiendo color y una polémica escena en la que Norman Bates se deleita antes de entrar en acción. Un ejercicio inútil.

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En 1001Experiencias | Basada en un libro de Stephen King