Las experiencias ocultas que esconde Andén Cero en el subsuelo de Madrid
Men Expert
09 nov 2012 | 11:58
Cada ciudad tiene sus sitios recónditos que acaban siendo centro de todo tipo de leyendas e historias más irreales que vividas. Ahí radica el encanto de estos sitios. En Madrid hay varios, uno de ellos es el conocido Andén Cero. Mientras la ciudad se mantiene viva en la superficie nosotros volvemos a los años 20 y descubrimos cómo era la Estación de Chamberí y la Nave de Motores.
Para revivir esta experiencia contamos con los amplios conocimientos de Javier Otamendi, Subdirector responsable área de relaciones de Metro Madrid. Él nos guía a través de estos dos enclaves a visitar si estás por la capital de España.
De entrada, la Nave de Motores es un museo que abruma por el tamaño de lo exhibido. Estamos ante tres motores de transatlántico de 1.500 caballos con una altura y una robustez industrial necesaria en una época en la que el Metro de Madrid necesitaba una energía extra al no poder contar de forma segura con el suministro eléctrico de las propias compañías. Esta nave de motores en funcionamiento debía ser un concierto industrial orgánico. Los vecinos, por las crónicas de la época, no lo apreciaban igual.
En la expansión de la red de Metro de Madrid la línea 1 ve cómo una de sus estaciones, la de Chamberí, acaba quedando desfasada con escaso tiempo de vida puesto que su disposición en curva no permitía acometer las nuevas obras para implantar los vagones de tren más modernos, así como la cercanía entre las estaciones cercanas, de ahí que este punto quedase en el limbo.
Fantasmas, reflejos y los azulejos de Antonio Palacios. Andén Cero guarda más de una experiencia oculta que se queda en la sombra.
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