San Juan de Gaztelugatxe
Hay un anuncio publicitario, rondando por ahí, que dice eso de “todos necesitamos un poco de sur para poder ver el norte”, mas o menos. Yo tengo la teoría contraria, la de que todos necesitamos un poco, o bastante, del norte. Reflexiones a un lado, hoy quería hablaros de un lugar de ensueño.
Hace unos cinco años hice un viaje a Bilbao, para asistir al concierto de Nine Inch Nails. Aunque este fue el objetivo principal de aquel fin de semana, no quería irme de allí sin conocer un lugar especial, así que al día siguiente, junto con buena compañía, cogimos un coche hacía allí.
San Juan de Gaztelugatxe es un pequeño punto perdido en la profunda Vizcaya, allá donde el mar ya no te permite avanzar más, en la costa de Bermeo, pasada la mítica Mundaka. La carretera hacia esta maravilla construida a medias por la naturaleza y el hombre invita al silencio, a disfrutar del paisaje y a ir observando las vistas desde varios de sus miradores.
“No pareces ingeniero”, fueron las palabras con la que un día una persona describió a Alejandro Fuster, quien cree encarecidamente que en la rama de las ciencias hay falta de ir y venir de libros puramente literarios, experiencias humanas y exceso de fríos tecnicismos. Mientras tanto, escribe en un humilde blog con un nombre en el que no se ha calentado mucho la cabeza, Alejandro Fuster
Finalmente, llegamos a nuestro destino. Una pequeña isla unida a la península por un estrecho puente de piedras con arcos, una hilera de escaleras que parecen sacadas del “Stairway to heaven” de Led Zeppelin y una pequeña ermita al final de esa escalera, en su cumbre, forman este enclave único.
Una joya en la costa de Vizcaya
Recorrer, uno a uno, sus 237 escalones, dejar que nuestra vista alcance el horizonte hasta donde podamos llevarla, observando la grandeza de la costa vascuence bañada por el mar Cantábrico. Pasear por un suelo milenario, datado del siglo X, de los templarios, hacer sonar la campana de la pequeña ermita hasta tres veces para romper el silencio y atraer la buena suerte como si retrocediéramos en el tiempo.
San Juan de Gaztelugatxe es de esos lugares que invita a volver y a ser observado al amanecer, atardecer, un día nublado, con sol, de noche, con el mar en calma, con el mar agitado…
Vídeo | Youtube
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