Estás en el Gran Premio de MotoGP de Australia en Phillip Island, has conseguido un par de entradas VIP con las que tiene acceso libre al paddock y te diriges a dar el primer paso del primer paseo por un callejón en el que habitan los mejores pilotos del mundo, desde Valentino Rossi hasta Jorge Lorenzo o Marc Márquez. Ahí están todos, tangibles, a sólo unos pocos metros de distancia.

Cuando se te ocurre la gran idea de pedir una foto con su ídolo se da cuenta de que hay un grupo de personas un par de boxes más al final. Bajo los colores azules del equipo de Jorge Martínez “Aspar” no corre ninguna gran estrella, ni si quiera tienen una MotoGP de verdad en el garaje, pero no puedes evitar acercarse a ver que ocurre. Asoma sonriente por las cabezas de estatura media y no no viste ningún mono de carreras. En ese mismo momento descubres las otras curvas de MotoGP, la todopoderosa Lauren Vickers.

Lauren es una australiana de 26 años que ya lleva tres temporadas dejando con la boca abierta al aficionado del motor. Haciendo sus pinitos como modelo desde los 11 años gracias a una altura notable (1,80m) su destino no podía haber sido otro. Y es que es una aficionada más a las dos ruedas, se inició al manillar de una Honda CBR250 para pasar después por la espectacular RVF 400 y una Yamaha R6 al hacerse con la máxima licencia de conducir.

Entró como Grid Girl de Andrea Dovizioso en 2008 e hizo una par de apariciones más con Marco Melandri hasta conocer a Lucio Cecchinello, dueño y señor del equipo LCR Honda de MotoGP. Con ellos estuvo en dos ocasiones más hasta que le ofrecieron trabajar a tiempo completo para el equipo, viajando por el mundo a gastos pagado y un sueldo acorde, donde quizás tuvo algo que ver la opinión de su piloto estrella, Randy De Puniet. Y es que allá por diciembre del año pasado Lauren y Randy se casaron en tierras australianas.

Ha posado para Playboy aprovechando el acuerdo de la conocida revista con el equipo de MotoGP – de hecho es famosa por vestir el traje de conejita por el paddock – .

Para llamar la atención como lo ha hecho hace falta un poco más que un par de razones y unas piernas kilométricas, si ha llegado a la cumbre del motociclismo es gracias a una personalidad más común y normal de lo que cabría esperar. Se comporta como lo haría una mujer de la calle y no como alguien intoxicada por su propio ego.

Si este año te animas a acudir a cualquiera de los cuatro Grandes Premios que se celebran en España – aunque ya se nos ha pasado Jerez – acuérdate de hacer una visita a los boxes del equipo Power Electronics de Aspar, no tiene desperdicio, contraportadas, ropa interior de flores y demás aparte claro…

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