Las curvas a veces están desconocidas en muchas modelos, se buscan, se ponen anuncios, se ofrecen recompensan pero siguen perdidas, como Benzema ante la hazaña del gol a portería vacía. Por eso cuando surge una mujer como Lara Stone al instante se convierte en un mito que muchas marcas se rifan por tener como imagen, más aún las firmas de lencería que ven cómo la delgadez de las modelos no es el mejor prototipo para vender sus productos. Eniko Mihalik es una de las grandes modelos de los últimos años. No hay a nadie a quien le quede mejor la lencería.

Húngara de nacimiento y belleza, Eniko Mihalik ha ido subiendo en la lista de modelos más representativas gracias a la unión de un rostro dulce, con gran frente y un mentón muy marcado pero con una nariz pequeña y unos ojos azules más separados, rasgos que en vez de jugar en su contra le han valido para distanciarse del resto de barbies con carreras más cortas que un telediario.

Es una belleza particular, con un toque infantil y simpático pero al mismo tiempo distanciada de los cánones. Una melena larga que no ha pasado por los miles de cambios que sí han experimentado sus compañeras de profesión. Mihalik es en largo y presumiendo de color igual que presume de curvas y de físico en cualquier editorial y catálogo. Pocas hay a su altura y pocas con un aspecto tan natural al tiempo que envidiado.

Fotos | Chantelle, Bergdorf Goodman, VS
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