La realidad musical actual ha evolucionado hasta el punto de dejar de vender prácticamente soportes físicos. Hoy día compramos música de manera virtual, habiendo pasado el CD prácticamente a mejor vida, principalmente archivos MP3 que prometen gran calidad con bitrates de hasta 320 kbps.

Sin embargo, en términos de calidez musical y calidad, hay mucho que reprochar en esta evolución desde el vinilo hasta los MP3, extraídos de los Master digitales que se usan para los CDs o bien ripeados por un usuario. La música en vinilo, por favor.

Llamadme antiguo, usuario vintage o bien un nostálgico pero la realidad tanto subjetiva como objetiva coloca al vinilo por encima del CD que triunfó gracias a su tamaño y la portabilidad que ofrecían los discman, siendo los claros sustitutos de los cassettes.

Con los Compact Discs llegó la digitalización y popularización de la música digital y con ello el gran debate sobre qué suena mejor. Seguro que mucho de nuestros usuarios tiene su opinión fundada al respecto, y nos encantaría que la compartieran con nosotros vía nuestro sistema de comentarios, pero en lo que a mi oído atañe, no hay duda, la calidad del vinilo es superior a la de un CD.

Lo primero de ello depende principalmente de la frecuencia de muestreo ya que un CD ofrece una frecuencia de 44,1 KHz y un bitrate de 16 bits y son conceptos muy sencillos de entender:

Es decir, el vinilo tiene más calidad que el cedé al ser un formato analógico, con las ventajas de grabación de sonidos tal como son y no una reproducción basada en el número de capturas por segundo que se hace de un sonido. Hay un artista, Neil Young, que comentó en su día que los CDs son una representación binaria de la música pero no música como tal.

Vinilo vs CD al microscopio

En un vinilo, el sonido se produce gracias a la vibración en horizontal y vertical que surje del paso de la aguja por el surco grabado en tal material mientras que en un CD el sonido es una recreación del original, mediante 44.100 muestras por segundo del mismo.

La diferencia de sonido entre un vinilo y un CD es audible y si bien la mayoría de usuarios podría comentar que un CD tiene mayor calidad si escuchamos “a ciegas” una canción, la calidad y calidez de sonido de un vinilo no tiene comparación.

Los grandes defensores de los formatos digitales se basan en varios puntos para desmontar la teoría de la calidad de un vinilo, como la del polvo que produce el típico sonido de click o cierto sonido / ruido de fondo. Sin embargo un CD ofrece un sonido más frío y monótono que un vinilo que tiene personalidad, naturalidad, calidez, ambiente y resolución en microdetalles notablemente superior que un CD. Un vinilo ofrece sonido más auténtico que un CD y es algo que he podido comprobar al re-comprar el recopilatorio The Greatest Hits I, II, III de Queen en CD, sintiéndome decepcionado frente a lo que te hace sentir la misma música desde el vinilo original.

Si hablásemos de una batalla a una única escucha la mayoría de usuarios apostaría por el CD, sin embargo, a la larga acabas apreciando esos matices y esa sensación que ofrece el vinilo a la hora de escuchar música mientras que con un CD acabas cansado. Se nota especialmente en tonos agudos, en platillos de una batería, en esos sonidos, la “alta” fidelidad de un CD queda patente.

Gran culpa de esto lo tiene la remasterización que además de la resolución y bitrate, recorta en calidad el sonido debido a una amplificación del sonido muy elevada. Es lo que se conoce como Loudness war.

Viene a ser un error en remasterización que a primera vista da la sensación de ofrecer mejor sonido, cuando lo único que tenemos es un sonido a mayor volumen, al que le faltan detalles originales. Más volumen no siempre es mejor.

¿Y tú de quien eres? ¿Vinilo o CD / MP3?

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