Ni las buenas series empezaron con ‘Los Soprano’ ni Estados Unidos tiene la exclusiva en cuanto a excelencia en la producción televisiva. Reino Unido viene entregando títulos memorables desde el pleistoceno: ahí quedan ‘Hotel Fawlty’ (1975), ‘Yo, Claudio’ (1976), ‘Retorno a Brideshead’ (1981) o ‘La víbora negra’ (1987) como ejemplos diversos e indispensables. Pero incluso para una producción como la suya, lo que está pasando últimamente es casi escandaloso: prácticamente cada semana nos llegan noticias de una nueva serie o miniserie británica dispuesta a amilanar a los americanos y/o reescribir las reglas. Este año la cosecha está siendo sencillamente exquisita. A continuación, una breve guía de lo que nos ha deparado el primer cuarto de año en series british.

‘Black Mirror’: reflejo no tan distorsionado

Charlie Brooker ha vuelto a generar malestar con sus nuevas parábolas sobre esta sociedad nuestra tan tecnológica, enganchada a la pantalla del smartphone y las pantallas en general en ‘Black Mirror‘; espejos negros que no devuelven necesariamente nuestro mejor rostro. ‘Be Right Back’ (en la foto) confirmaba que, pese a lo que digamos, nuestro yo de las redes no es nuestro yo real, el que respira y duerme. ‘White Bear’ avanzaba los realities del mañana, que incluirán la vejación y el dolor; ah, cierto, así son ya los realities ahora. Y ‘The Waldo Moment’ subrayaba cómo en la sociedad de la saturación informativa actual sirve más ser bruto que mínimamente articulado. Comida para el pensamiento.

‘Broadchurch’: thriller de luto

La productora Kudos (‘Life on Mars’) ha visto esta temporada cómo dos series suyas se enfrentaban en la parrilla: ‘Mayday’, vista en BBC1, contra ‘Broadchurch’, a la misma hora en ITV. De las dos, ‘Broadchurch’ es la mejor. Las dos hablan de lo mismo –gente joven muriendo–, pero la segunda lo hace con mayor credibilidad dramática. En parte por su gran pareja protagonista: David Tennant, ex Dr. Who, como el torturado inspector de policía que investigar la muerte de un niño de 11 años; y la Olivia Colman, menos divertida que en ‘Peep Show’, como su sufrida compañera, amiga además de la familia del fallecido. Oscura y triste, con invernal score de Ólafur Arnalds, ‘Broadchurch’ duele.

‘In the Flesh’: zombies en rehabilitación

¿Hay espacio en nuestra cabeza para otra ficción zombi? ¿No hemos llegado ya al nivel absoluto de saturación? Sería fácil decir que sí, pero después ves el piloto de ‘In the Flesh’ y casi que claudicas. En cierta conexión con la francesa ‘Les revenants’ –en la que muertos vuelven a su casa como si tal cosa, con la ropa limpia y sin hambre de carne humana– y, salvando las distancias, ‘True Blood’ –que hacia sátira con temas de integración–, esta apuesta de BBC Three presenta un mundo donde los zombis son rehabilitados para ser devueltos a su hogar, en el intento de hacer de ellos seres de provecho. Bueno, no digamos zombis: digamos víctimas del Síndrome de Parcialmente Muerto.

‘Top of the Lake’: procedimental personal

Coproducción entre Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, esta miniserie estrenada en Sundance –primera serie que lo consigue– supone el regreso a la pequeña pantalla de Jane Campion, autora de ‘El piano’ (1993) y también de una miniserie clásica como ‘Un ángel en mi mesa’ (1990). La gran Elisabeth Moss, Peggy Olson en ‘Mad Men’, investiga la desaparición de una niña de doce años en la remota región de Queenstown, Nueva Zelanda. La serie explora tanto el misterio criminal como la dificultad de ser mujer y policía en una sociedad patriarcal, todo ello desde una óptica personal que prescinde de los efectismos habituales para perseguir, ante todo, la atmósfera y el desasosiego.

‘Utopia’: ¿dónde está mi mente?

El último gran proyecto televisivo de Dennis Kelly, cocreado con la actriz Sharon Horgan, fue ‘Pulling’, una histérica comedia que –antes incluso de ‘La boda de mi mejor amiga’ y ‘Girls’– demostró que las chicas también podían hacer humor cruel y/o cafre. ‘Utopia‘ es otra cosa: un thriller conspiratorio de márgenes estilizados que podríamos situar en un punto intermedio entre ‘Kick Ass’, ‘Misfits’ y la comentada ‘Black Mirror’. El argumento, aunque complicado, puede resumirse en la persecución de un grupo de malos a un grupo de buenos que tiene un cómic con el código secreto de un virus letal. Lo más llamativo de la serie debe ser su radical uso de la violencia.

Por supuesto, son todas las que son, pero no son todas las que están. ¿Cuáles son vuestras series british favoritas de la temporada? ¿Alguna recomendación adicional?

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