El humo de un buen cigarro. Una sala tapizada en madera noble. El sabor de un buen brandy compartido entre caballeros. Una atmósfera elegante y exclusiva que se abre al público en algunos pequeños museos londinenses. Si bien la sociedad de la capital británica es multifacética, vertiginosa y abierta, existen algunos reductos que se especializan en cultivar las costumbres de los caballeros ingleses.

No son los museos más conocidos por el gran público (ni aspiran a serlo). Prefieren mantenerse en el conocimiento de unos pocos aunque reciben con buen talante a los visitantes que se interesan por estas costumbres, de ayer y hoy, que cultiva una parte de la sociedad británica masculina.

Museo del cigarro

A pie de calle sólo vemos una antigua tienda de cigarros. Su nombre es bien conocido por los entendedores: “JJ Fox & Robert Lewis” fundada en 1787 y una de las 3 tiendas especializadas más reputadas del mundo. Puedes detenerte en sus escaparates y mesas interiores donde conocer las variedades más exclusivas, pero no dejes de bajar a su sótano.

Allí se revive la historia y se siente la presencia de antiguos clientes. Aquí está la silla en la que sir Winston Churchill probaba sus puros, y dejaba pasar horas de charla escondido de la política. Sí, puedes sentarte e inmortalizar el momento. De esta casa salieron todos sus cigarros a lo largo de su vida así como los que fumaba Oscar Wilde desde que se convirtió en cliente y amigo en 1891.

Se ubica en el 19 de St James’s Street y abre de lunes a sábado de 09.30 hs a 17.30 hs.

Smythson Museum

Un caballero inglés escribe con pluma y en fino papel. O al menos esa es la costumbre que se celebra en esta colección. Frank Smythson abrió su tienda de papelería y artículos de escritorio hechos en piel, en 1887 (justo frente a la ubicación actual), en Bond Street.

Encontrarás aquí lo más fino y elegante en papelería, tanto que son los proveedores de los artículos personalizados para la Reina y la familia real. La colección se encuentra en un sector de la tienda, con algunas piezas que llaman la atención por su fina confección, pero mucho más por sus historias.

Desde la tarjeta comercial de Mister Smythson de 1887, tarjetas de Navidad de los años de la Primera Guerra Mundial, la libreta personalizada de Sigmund Freud, papelería a medida y finamente decorada para varios Maharajás del antiguo Imperio, etc. Entre las piezas más curiosas están los libros de condolencias abiertos en ocasión de las muertes del Presidente John Fitzerald Kennedy y de la Princesa Gracia de Mónaco.

Se encuentra en 40 New Bond Street y abre en horario comercial.

Whitechapel Bells

En la ciudad del Big Ben, no podemos dejar de visitar el museo de la fundición de campanas más antigua de Inglaterra: Whitechapel Bell Foundry. ¡A 10 minutos de la Torre de Londres!

Esta fundición se abrió en 1570 durante el reinado de Isabel I, desde entonces ha creado campanas de forma artesanal, sin moldes, con paciencia aunque ha ido incorporando alta tecnología para actualizar sus productos. Aquí nació la Great Bell conocida como Big Ben, en 1858. Pero mucho antes ya había fabricado otra campana famosa: la Liberty Bell (1752) cuyo toque llamó a los ciudadanos de Filadelfia a escuchar la lectura de la declaración de la Independencia en 1776.

Puede visitarse la factoría y su pequeño museo en 32/34 Whitechapel Road, London E1 1DY.

Museo del Banco de Inglaterra

Como todo buen gentleman, tu lugar es la city. Y en su corazón late el Banco de Inglaterra, fundado en 1694. Desde entonces el destino económico del entonces Imperio, se rige por sus decisiones.

En el interior de su impresionante edificio, se encuentra el muso del banco que nos permite pasearnos por la historia económica de muchos países. Billetes, monedas, sellos, documentos de deuda, piezas de plata. Tendrás aquí también la oportunidad de tener un auténtico lingote de oro en tu mano: 13 kilos de oro puro y macizo entre tus dedos. ¿Cuántas veces en la vida podrás repetir esta experiencia?

La entrada es gratuita, y abre de lunes a viernes de 10 a 17 horas en Threadneedle Street, el corazón financiero de Londres.

Los hombres con estilo saben reconocer estos lugares únicos, escondidos de las miradas masivas.

Imagen | Caitlin House, Evoflash
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