La televisión que pintó Antonio López para tu microsalón
El salón es una de las claves más personales a la hora de decorar el querido hogar. Es el lugar reservado para el altar, unos tienen imágenes a venerar otros ponen televisores que se convierten en sagrados. La pieza sobre la que giran muchos salones y vidas con su birra sostenida sobre el sofá, la otra gran pata de su templo. La industria quiere que su televisor lo pinte Antonio López sobre un lienzo de 20 por 20 metros.
Todo a lo grande, las necesidades y posibilidades de cada uno quedan relegadas a un segundo lugar (hay quien ya anuncia un precio más asequible). Llega el momento de ir al vendedor de turno. Todo lo que sea superior a 40 pulgadas (cantidad que varía según las ofertas disponibles) necesita cierta distancia para verlo bien, que la vista no sufra… En nuestra mente a la segunda pega solo suena un blablablabla. Queremos el televisor más grande, no vamos al cine, queremos este en el salón, aunque esté solo sobre una mesita endeble. Al final en el carrito cae el televisor de 42″ o más pulgadas. Ya habrá tiempo de quedarse ciego.
Mientras, en la feria tecnológica de Las Vegas, el CES 2014, donde todas las compañías acaban compitiendo por ver quién no necesita píldoras azules revitalizantes, llega la fiebre de los televisores 4K, “la nueva y gran revolución” (esto hay que leerlo a gritos y con voz de motivador del pelotón). Televisores que llegan a las 80 pulgadas, pidiendo ayuda a un equipo de rugby para sacarlos de la caja. A falta de presumir de masculinidad con el deportivo de turno hágalo con una televisión más grande que su microsalón.
Lejos quedaron las generaciones donde las arrugas, los detalles menos decorosos y las sombras se ocultaban por la tecnología de las televisiones. Ahora las nuevas llevan a un Antonio López en potencia dentro pintando hasta los mínimos detalles. Incluso hasta se podrán curvar para generar la sensación panorámica. Antes las televisores engordaban, mañana destruirán matrimonios.
Por un salón con televisores tan grandes com las paredes. La gomina de Ronaldo pedirá gafas de sol para ver el partido sin brillos, los presidentes tendrán conexiones directas con los plasmas de cada casa para dar sus ruedas de prensa y hasta nos pondremos ventiladores para generar aún más la sensación de velocidad con cada pieza que emitan los telediarios sobre las carreras de las señoras de 60 años en las rebajas. La vida a 80 pulgadas sí es maravillosa.
Fotos | Jorge Gallego, Orange
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