Las baterías, el talón de Aquiles de la tecnología actual
Emulando una frase de una película que a más de uno sonará, Las aventuras de Ford Fairlane, podemos afirmar que últimamente vemos “tanto smartphone y tan poca batería“.
Este es uno de los campos en los que menores avances hemos visto en los últimos años. Las funcionalidades y consumo de muchos dispositivos han crecido pero sin embargo las baterías no han mejorado adecuándose a ese ritmo.
¿Resultado? Móviles con autonomías inferiores a un día, coches eléctricos con poco más de 120 km de alcance sin recargar o ultrabooks / tablets con 5 horas máximas de uso. INACEPTABLE.
Veamos las cosas con un poco de perspectiva: ¿Para qué queremos un smartphone de última generación, tropecientos núcleos, chorrocientos pixeles en pantalla que no es capaz de aguantar un día sin pedir el biberón a media tarde? Señores fabricantes la autonomía importa y mucho más de lo que ustedes creen.
¿Cuál es el futuro de las baterías?
Hace años se lleva especulando con la “inminente” llegada de las celdas de combustible como la solución a este problema. Con este tipo de baterías podríamos “recargar” el móvil como quien recarga un mechero, en cuestión de segundos. Pero según parece aún estamos a años de poder verlo en el mercado.
La tecnología solar es muy interesante, pero a día de hoy no se tiene una eficiencia suficiente como para poder sacar partido real a la misma, se necesitan como entre 6 y 12 horas de pleno sol para cargar la batería de un smartphone.
Y mejor no hablemos de tecnologías de recarga mediante movimiento, que están en pañales.
¿Qué nos queda? La tecnología tradicional de baterías de iones de Litio pero con un cambio, necesitamos más densidad de carga y quizá un cambio en el concepto de diseño de dispositivos.
No busquen el dispositivo más fino señores fabricantes y si quieren ser “los más” en algo… que sea en autonomía, lo agradecerá el usuario final y eso repercutirá más en su imagen que tener el smartphone más fino, con pantalla más grande, o con más megapixeles.
Uno de los casos a seguir señores fabricantes es, por ejemplo, la apuesta por Apple en su dispositivo MacBook Air y la última actualización de los mismos, con chip Intel Haswell y una batería de hasta 12 horas. Eso sí es una buena autonomía y no la de, por ejemplo Surface Pro que no llega prácticamente ni a 4 horas.
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