Velocidad y dopaje, una historia sin fin
Ambas noticias saltaron el domingo: Tyson Gay y Asafa Powell, cada uno por su lado, habían dado positivo en sendos controles antidoping. Dos de los cuatro mejores velocistas de la historia y, junto a Yohan Blake y Justin Gatlin, los únicos capaces de plantar cara a Usain Bolt, si quiera un poco, no podrán competir en el próximo Campeonato del Mundo de Moscú que comienza el próximo 10 de agosto. Eso de momento, a la espera de las sanciones definitivas.
Al día siguiente, el diario francés L’Equipe publicaba un ranking cuyo visionado impacta. De los diez hombres que más rápido han corrido los 100 metros lisos, la prueba cumbre de la velocidad atlética, siete se han visto envueltos en escándalos de dopaje, de mayor o mejor consideración, cada uno con sus peculiaridades. Solamente Usain Bolt, Maurice Greene y Nesta Carter están limpios, aunque el nombre de este último también apareció en un principio el pasado domingo junto al de su compatriota Powell. Veamos cada historia detenidamente.
Steve Mullings (9,80s en 2011)
2011 fue el gran año del jamaicano Steve Mullings. Hasta el 11 de agosto. Antes de ese año, Mullings nunca había logrado bajar de los 10 segundos. En 2011, con 28 años, lo consiguió en siete ocasiones. El 4 de junio, en Eugene, Oregon, en una prueba de la Diamond League, Mullings paró el reloj en 9,80s, mejor marca del año en ese momento. Un par de meses más tarde, el 11 de agosto, los medios jamaicanos hacían público un positivo de Mullings en las pruebas jamaicanas de selección para el Mundial de Daegu. La sustancia hallada era furosemida, un diurético prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje por su acción enmascarante.
Tras conocerse la noticia, la Federación jamaicana dejó a Mullings fuera del equipo que debía acudir a Daegu. No era la primera experiencia de este tipo para el velocista caribeño. En 2004 se había quedado sin participar en los Juegos de Atenas debido a un positivo por testosterona, que lo tuvo dos años alejado de las pistas. En noviembre se conoció la sanción, que debido a su reincidencia fue la más dura posible: la Agencia Antidopaje de Jamaica lo sancionó de por vida, aunque su 9,80 no ha sido anulado y aún se mantiene como la octava marca de la historia.
Ben Johnson (9,79s en 1988)
Por el escenario (la final de los 100 metros de unos Juegos Olímpicos), la expectación creada (no había nada más grande que el duelo Lewis-Johnson en 1988), el momento histórico (aún no estaba el mundo del deporte habituado a los escándalos recurrentes por dopaje) y la enorme decepción que arrastró, el de Johnson es el caso más célebre de esta lista y posiblemente del deporte mundial. Ya hablamos de ello por aquí detenidamente en otra ocasión. Resumiendo: Ben Johnson había irrumpido en 1987 en la prueba de 100 metros, dominada durante los años ochenta por el estadounidense Carl Lewis. El punto culminante de esa rivalidad tuvo lugar en el Mundial de Roma, donde el canadiense derrotó a Lewis, batiendo además el récord del mundo, con un tiempo de 9,83s.
La revancha estaba servida para el año siguiente, en los Juegos de Seúl. Johnson volvió a arrasar, imponiéndose con claridad a Lewis y rebajando cuatro centésimas la plusmarca: 8,79s. Dos días después, el mito se vino al suelo, al anunciar el COI que Johnson había dado positivo por estanozolol en el test realizado tras la final. El atleta reconoció más tarde haberse dopado sistemáticamente, por lo que fue despojado de todas sus marcas.
Tim Montgomery (9,78s en 2002)
A finales de 2002 Tim Montgomery y Marion Jones eran la pareja de moda en el mundo del deporte. Ella venía de ganar cinco medallas en los Juegos de Sidney y su figura esbelta y su eterna sonrisa eran las más codiciadas del atletismo femenino. Él acababa de batir, a los 27 años, el récord de Maurice Greene por una centésima. Eran el hombre y la mujer más rápidos del mundo. Veloces, exitosos, ricos y enamorados.
En 2004, justo antes de los Juegos de Atenas, Montgomery y Jones se vieron envueltos en el escándalo BALCO. A pesar de no haber dado positivo en ningún control, en diciembre de 2005 el TAS sancionó a Montgomery a dos años y todas sus marcas desde el 31 de marzo de 2001 fueron anuladas, lo cual incluía su plusmarca de 9,78s. El velocista anunció entonces su retirada. Tenía 30 años. Para entonces ya se había divorciado de Jones.
Montgomery acabó en la cárcel en 2008, tras ser condenado por dos delitos diferentes. En primer lugar, se vio envuelto en un fraude bancario, al pagar con cheques falsos. Más tarde fue condenado por posesión y venta de heroína. Finalmente reconoció haber usado testosterona y hormona del crecimiento antes de los Juegos de Sydney, donde ganó el oro con el relevo de 4×100. Abandonó la prisión en octubre de 2012 y ahora se dedica a entrenar a jóvenes atletas, ayudándolos a mejorar su estilo.
Justin Gatlin (9,77s en 2009)
La alegría no le duró mucho a Justin Gatlin. El 12 de mayo de 2006 corría los 100 metros en la reunión de Doha (Qatar) en 9,77s, igualando la plusmarca de Asafa Powell. Dos meses y medio después, Gatlin emitía un comunicado para admitir un positivo por testosterona en abril de ese año. El atleta norteamericano se arriesgaba a una sanción a perpetuidad, puesto que era reincidente: en 2001 había sido condenado por consumo de anfetaminas, aunque Gatlin alegó haberlas usado como tratamiento para su trastorno por déficit de atención.
En un principio, Gatlin fue suspendido por ocho años, que más tarde fueron reducidos a cuatro por colaborar con las autoridades. Su plusmarca fue anulada. A diferencia de Montgomery, la historia de Gatlin tiene final feliz, al menos de momento. Cumplidos los cuatro años, volvió a la pista en agosto de 2010. En 2011 corrió en 9,95s y participó en el Mundial de Daegu, aunque no pasó de semifinales. En mayo de 2012 batió a su viejo rival Asafa Powell en Doha, con un tiempo notable: 9,87s. Tres meses después conseguía el bronce en los Juegos de Londres, quedándose a sólo dos centésimas de su viejo récord: 9,79s.
Yohan Blake (9,69s en 2012)
El caso de Blake se puede considerar el más light de los aquí listados. Aunque solamente tenía 19 años, el jamaicano era ya un velocista prometedor cuando fue sancionado a tres meses por el uso de metilhexanamina (DMAA). La sustancia no aparecía en la lista de prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje, pero aun así la federación jamaicana decidió suspender al corredor.
Superada la sanción, Yohan Blake estalló al más alto nivel, representando junto a su compatriota Usain Bolt el asalto de Jamaica al trono de la velocidad. Muy diferentes tanto dentro como fuera de la pista, Bolt y Blake han dominado la especialidad en los últimos años. Blake se impuso en el Mundial de Daegu, después de que Bolt fuera descalificado por salida nula. En los Juegos de Londres se tuvo que conformar con la plata, tras su invencible compatriota, parando el reloj en 9,75s. Dos semanas después de los Juegos, en una reunión en Lausana, conseguía 9,69s, mejor marca personal y segunda de la historia, a la par con Tyson Gay.
Asafa Powell (9,72s en 2008)
La noticia corrió el pasado domingo. El diario jamaicano The Gleaner anunciaba que cinco atletas jamaicanos habían dado positivo en las pruebas efectuadas en los Trials de su país. Entre ellos, se decía, dos velocistas, cuyos nombres se identificaban con Asafa Powell, cuarto hombre más rápido de la historia con 9,72s, y Nesta Carter, quinto con 9,78s. Powell admitió rápidamente el positivo por oxilofrina, un estimulante prohibido, pero alegó ser inocente: “Quiero decir a mi familia, a mis amigos y a mis seguidores de todo el mundo que nunca he tomado deliberada y voluntariamente ninguna sustancia contra las reglas. No soy ni he sido jamás un tramposo”.
Aunque las noticias han sido confusas desde un principio, parece ser que finalmente queda descartada la implicación de Nesta Carter en un caso en el que sí están comprometidos la velocista Sherome Williams, los lanzadores de disco Alison Randall y Travis Smikle y el saltador de altura junior Demar Robinson.
Tyson Gay (9,69s en 2009)
Al mismo tiempo que llegaban las preocupantes noticias desde Jamaica, Tyson Gay comparecía para reconocer haber dado positivo en un control fuera de competición en el mes de mayo. El atleta más rápido de 2013 (9,75s) no especificó qué sustancia fue encontrada en su cuerpo, pero, como Powell, afirmó no haber tomado nada conscientemente: “Lo que ha sucedido es que puse mi confianza en alguien y me ha fallado. Asumiré cualquier castigo como un hombre”. Las reacciones no se han hecho esperar: la marca Adidas ha roto su multimillonario contrato con Gay.
Con los positivos de Powell y Gay, más la posible ausencia de Blake por una lesión, los 100 metros del Mundial de Moscú quedan más que tocados. Y lo que es peor, una especialidad en constante sospecha, que solamente ha conocido dos campeones olímpicos limpios (Donovan Bailey y Usain Bolt) desde el affaire Ben Johnson en Seúl, recibe una herida profunda y quién sabe si irreparable.
Más información | Ranking histórico 100 metros lisos
Fotos | cadenaser | L’Équipe
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