Storm Thorgerson e Hipgnosis: la historia del Rock en unas cuantas portadas
La imposición del formato digital, ya sea en versión comprimida o lossless, ha supuesto la devaluación de gran parte de la experiencia de descubrir un disco, de conocerlo y disfrutar sus primeros momentos. Y no me refiero únicamente a la experiencia meramente sonora o al ritual de abrir envoltorio, caja o sobre e introducir el disco, cd o vinilo, en el reproductor para disfrutarlo de forma reiterada hasta quemarlo.
Si hay algo que se ha devaluado en los tiempos del auge del mp3 es el arte gráfico y su importantísimo pero pretérito papel como carta de presentación de un álbum. Porque mucho antes de la hegemonía del vídeo musical y, quizás, con tanto o más impacto que la posible aparición de la banda en cuestión en los medios de referencia, el arte gráfico funcionaba como el gancho, no sonoro, para que el disco en cuestión captase la atención del potencial oyente. Muchos lo hemos hecho, hemos adquirido discos solamente por el impacto que su portada produjo en nuestras retinas, por la experiencia sonora que la imagen en cuestión parecía prometer.
Actualmente el arte gráfico ha quedado relegado a un minúsculo espacio de nuestras pantallas siempre y cuando nos hayamos preocupado por añadirlo en los tags y el reproductor que utilicemos tenga habilitada la función de mostrarlo. Probablemente, de iniciar su andadura estos días, Storm Thorgerson y el estudio Hipgnosis no habrían logrado la relevancia que en décadas pasadas tuvieron. Si el mp3 hubiese llegado 40 años antes, probablemente, hoy no disfrutaríamos de una parte fundamental del concepto álbum, un concepto al que el mp3 y demás formatos digitales parecen hoy tener entre las cuerdas y para el cual la portada y el arte gráfico constituyen un factor fundamental.
Storm Thorgerson, Hipgnosis y Pink Floyd, una colaboración que haría historia
Muerto en el recién finalizado 2013, Storm Thorgerson entró en el mundo del diseño gráfico y la fotografía casi de rebote, tras formarse en el área de la filosofía primero, y el cine y la televisión después. Imprescindibles serían sus años en Cambridge y su encuentro con Syd Barret y Roger Waters, con quienes iniciaría una amistad que supondría una colaboración emblemática de la que surgirían algunas de las portadas más importantes de la historia de la música.
A Saucerful of Secrets (1968) sería el inicio de una serie de trabajos emblemática, que supondría una revolución en el concepto de arte gráfico y que definiría ya no solo las bases metodológicas de un arte mudo y minusvalorado, sino la definición visual de géneros musicales como el Rock Progresivo, al cual definimos, de forma ineludible, gracias al trabajo de Storm Thorgerson y su estudio Hipgnosis, el cual montaría tras trabajar con Barret y compañía junto a su inseparable (hasta el cierre de la compañía en 1982) Aubrey Powell.
El segundo álbum de Pink Floyd sería el primero de casi 200 trabajos, por parte de Hipgnosis y muchos más al continuar Thorgerson en solitario desde la década de los 80, que tendrían a bandas como Led Zeppelin, UFO, T-Rex, Peter Gabriel, Scorpions o los más recientes Biffy Clyro, The Mars Volta o The Cranberries como protagonistas, unos trabajos con un sello inconfundible y unas constantes que irían cambiando de forma gradual y reflejando no solo el paso del tiempo, sino la evolución sonora acontecida en los últimos cuarenta y cinco años.
Un estilo que creó tendencia
A pesar de que el trabajo de Storm Thorgerson ha pasado por diferentes etapas, como estadios ha ido conociendo la evolución de los géneros que ha delineado con su obra, varias son las señas de identidad del ilustrador y diseñador inglés, señas que han permanecido constantes con las pertinentes variaciones que cuestiones técnicas y artísticas han acabado exigiendo.
En una era totalmente analógica con el Photoshop fuera incluso de la imaginación del autor, Thorgerson y sus compañeros de Hipgnosis consiguieron resultados impresionantes sobrepasando los límites técnicos y metodológicos que planteaban los artefactos de la época. ‘Rompiendo’ cámaras de fotos, permitiendo que la luz velase parte de las películas o sobreponiendo imágenes o alterándolas en el proceso de revelado, los ingleses lograrían llevar al concepto de portada mucho más lejos de lo imaginado, alterando incluso el concepto físico de álbum existente hasta el momento, utilizando presentaciones y materiales novedosos para la época.
Más allá del aspecto meramente metodológico, Thorgerson y compañía introdujeron con su trabajo cuestiones que removerían conciencias a pesar de la utilización recurrente del acercamiento abstracto al contenido de los álbumes citados mientras otros artistas eran mucho más directos. Así sus fotografías o diseños, aparte de tener un gran impacto visual para lo acostumbrado en la época, lo cual convertiría a Hipgnosis y Thorgerson en iconos actuales de la cultura Pop, mostrarían una importante carga erótica no evidente pero si impactante que llevaría a la censura de alguno de sus trabajos, como sucedería en el caso de UFO y su álbum Force It.
Probablemente agotado por el encorsetamiento creativo en el que Hipgnosis se habían visto a finales de los años 70, orientados especialemnte al Rock Progresivo como género y ecosistema de actuación, Thorgerson daría por terminada la vida del estudio formado junto a Powell y crearía StormStudios, desde donde continuaría su labor hasta entonces, una labor tanto o más impactante que la realizada en su primera época y que se vería fuertemente influenciada por la llegada de las técnicas digitales al diseño gráfico durante los años noventa.
Protagonistas de sus últimos años de trabajo, los cuales mantuvieron el status de genio del artista inglés, fueron bandas del caché de Muse, The Mars Volta, Dream Theater, Audioslave o Biffy Clyro. Ya libre del corsé creativo y con toda la versatilidad que las herramientas digitales le aportaron, el trabajo de Thorgerson alcanzaría cotas de genialidad inimaginables pero manteniendo señas de identidad como serían la preopoderancia de la oposición de colores rojo y azul o la omnipresencia del desierto, la arena y terrenos agrestes como marco natural para sus alegorías o metáforas visuales.
Así su obra mantendría el surrealismo de su primera época pero potenciando el impacto visual gracias a las nuevas herramientas y haciendo más evidente la influencia de autores como Magritte, Miró o Dalí, las cuales, en el caso de los españoles, serían mucho más impactantes en los últimos trabajos del artista inglés.
El pasado 16 de Abril el cáncer se llevaría por delante a un artista menos conocido que sus obras pero que ha sido imprescindible en el desarrollo del concepto de álbum, aquel que los amantes de la música defendemos con tanto fervor. Probablemente jamás hayas oído el nombre de Storm Thorgerson hasta hoy, pero si sigues haciendo scroll hacia abajo, te darás cuenta de que sus obras son muy pero que muy conocidas. Disfruta.
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