Ronnie James Dio, la Voz del Metal
Cantantes como Ronnie James Dio hay pocos en la historia de la música popular contemporánea y casi ninguno ha conseguido aunar opiniones positivas sobre su carrera y su persona desde ámbitos tan opuestos. Al pequeño vocalista se le fue su último suspiro un 16 de mayo de 2010 en Los Ángeles (California) como consecuencia de un cáncer de estómago que le impidió emprender la última gira con sus queridos compañeros de Heaven & Hell.
Víctor R. Villar siempre quiso ser paleógrafo y lo logró, pero se ha ganado la vida como periodista, profesión en la que ya ha consumido más de tres lustros tanto en medios escritos: La Voz de Asturias o Les Noticies, radio y desde 2007 como editor de Hipersónica. Ha sido Dircom en Fnac, un trabajo del que siempre dice que fue el de su vida. Como crítico musical le apasiona tanto el black metal como el flamenco o el jazz más vanguardista. Sus perfiles en Twitter y Facebook son como poco nada convencionales
Ronnie James Dio era y es la Voz del Metal, el cantante que mejor representa lo que debe ser un frontman de una banda de heavy, un icono de una época pasada que consiguió entusiasmar a varias generaciones de metalheads, abuelos, padres y nietos, y el que adaptó, estando en Black Sabbath en los 70, el ‘malocchio’, un gesto italiano para proteger o echar el mal de ojo que hacía su abuela, como santo y seña de los metalheads.
Un apellido mafioso
Aunque su nombre de bautismo era Ronald James Padavona, un apellido que le conectaba inequívocamente con sus ancestros italianos, desde 1961 utilizó uno mucho más sonoro y sintético: Dio. No se le ocurrió otra cosa que escoger el de un mafioso neoyorkino, Johnny Dio, miembro del crimen organizado al que Frank Pellegrino dio vida en la película Goodfellas, aquí llamada Uno de los nuestros.
Elf y su entrada en la historia del rock
Tras pasar por múltiples bandas como Ronnie Dio & The Prophets, siempre como líder indiscutibles, el cantante formó en 1967 The Electric Elves, un nombre que acortarían después como The Elves y el definitivo Elf en 1971. Apadrinados por Ian Paice y Roger Glover de Deep Purple, que produjeron su debut de título homónimo, cuya portada muestra una caracterización fabulosa del propio Dio, Elf lograron hacerse un hueco. Todos hablaban maravillas de su pequeño vocalista, que dejaría la banda en 1975 para iniciar su carrera hacia la fama.
Rainbow y Ritchie Blackmore: el choque de egos
Las estrellas se conjugaron para que el guitarrista de Deep Purple, un grupo ya consagrado para el que Elf había abierto sus conciertos, y Ronnie James Dio juntaran esfuerzos. No fue premeditado, uno necesitaba al otro y Ritchie Blackmore’s Rainbow (Polydor, 1975) es todavía hoy uno de los discos fundamentales del hard rock. El talento de Blackmore y la versatilidad de Ronnie, que era capaz de ofrecer un registro vocal capaz de cantar los tonos más altos y agudos y hacer melifluas baladas, hicieron el resto.
Pero este choque de egos tendría los días contados, dos discos más aguantaron juntos. Uno, Ritchie Blackmore componía la música y el otro Ronnie James Dio escribía las letras de inspiración medieval y ayudaba en la armonización y en los arreglos. Rising (1976) y Long Live Rock ‘n’ Roll (1979), además del directo On Stage (1977), quedaron como álbumes imprescindibles del aficionado protoheavy. ‘Man on The Silver Mountain’, ‘Catch The Rainbow’ o ‘Long Live Rock ‘n’ roll’ no faltaron nunca en el repertorio de directo del cantante hasta sus últimos días.
El papelón de sustituir a Ozzy Osbourne en Black Sabbath
La carrera de la formación original de Black Sabbath se desintegró definitivamente tras la salida en 1978 de Never Say Die!, un errático álbum en el que era patente que el grupo estaba en un proceso convulso. Ronnie James Dio había roto con Ritchie Blackmore debido a diferencias irreconciliables sobre el camino que debería tomar Rainbow y Tony Iommi, que sabía muy bien lo que necesitaban los reyes del metal le propuso en 1979 entrar en su banda. Esa alianza con el inventor del doom y maestro de la riff heavy dio a luz dos álbumes todavía hoy imprescindibles: Heaven And Hell (Vertigo, 1980) y Mob Rules (Vertigo, 1981).
Con el primero Black Sabbath recuperaron el crédito perdido después de un período de excesos que habían pasado factura. Ronnie James Dio, un tipo serio y trabajador, compuso las letras de temas emblemáticos como ‘Neon Knights’ y ‘Children of The Sea’, y el público reconoció a Heaven And Hell como el tercer álbum más vendido de la carrera del grupo.
Poco duró la alegría a esta alianza, Mob Rules, ya con Vinnie Appice a la batería como sustituto del alcoholizado Bill Ward. ‘The Mob Rules’ y ‘Voodoo’ quedaron para el recuerdo inmortalizados en Live Evil el directo que Black Sabbath lanzó a finales de 1982 como recuerdo de la gira. En la mezcla de la grabación surgieron los roces entre Iommi y Dio, y éste último con Vinnie Appice salieron por la puerta de atrás de la formación.
Dio, un cantante y una banda muy grandes
No perdió el tiempo Ronnie James Dio para formar una banda controlada solamente por él y bautizada con su apellido artístico. Quienes tuvimos la oportunidad de verlo en el escenario, yo lo hice en la gira de Inferno – The Last in Live, en 1998, podemos decir que su presencia era magnética en el escenario y su voz increíble.
Recuerdo que en aquel concierto, con el guitarrista Tracy G., no faltaron los clásicos de su etapa en solitario: ‘Holy Diver’, ‘Rainbow in The Dark’ o ‘Don’t Talk to Strangers’, de su debut Holy Diver, ni ‘We Rock’ y ‘The Last in Line’, del disco titulado como este último tema, además de una selección de su época con Rainbow y Black Sabbath.
Heaven & Hell: de nuevo con los Sabbath
Ronnie James Dio volvió fugazmente a Black Sabbath en 1992 para grabar Dehumanizer, un gran trabajo que dejó a los fans de ambos casi sin palabras. Pero la vida dio muchas vueltas y en 2007, tres años después del último disco de Dio, Master of The Moon, se anunció su vuelta con Black Sabbath. No pudieron usar el nombre por la pugna judicial entre Iommi y Ozzy, y Heaven & Hell fue el nombre elegido para una banda en la que Vinnie Appice volvía a ser el batería.
The Devil You Know (Rhino, 2009) fue el único disco de estudio que pudieron grabar y una obra maestra de la historia del metal. Póstumamente salió el concierto que dieron en el Wacken Open Air, un souvenir que muestra que Ronnie James Dio tendría todavía mucha vida artística por delante si no se le hubiera diagnosticado aquel cáncer que meses después le mataría. Dos años después le seguimos recordando.
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