Los viajes en el tiempo más apasionantes del cine
El estreno en España este fin de semana del esperado nuevo trabajo de Richard Curtis, ‘Una cuestión de tiempo’ (‘About Time’, 2013), es una excusa inmejorable para hacer un repaso a las historias más apasionantes sobre viajes en el tiempo que nos ha dejado hasta la fecha el séptimo arte.
Desplazarse a través del tiempo es una idea fascinante que ha estimulado la imaginación del ser humano y ha dado pie a grandes relatos a lo largo de la Historia –y sigue haciéndolo–. Estoy convencido de que todos hemos fantaseado alguna vez con la posibilidad de ser un crononauta: viajar al pasado para participar en algún importante acontecimiento, dar un paseo por el futuro y contemplar los avances de la humanidad… O quizá con objetivos más sencillos, como retroceder unos minutos para decir algo más inspirado a la persona deseada, o avanzar unas semanas hasta que haya concluido esa dichosa obra en el hogar.
Por desgracia, a día de hoy, viajar en el tiempo sigue siendo una quimera, un recurso de la fantasía o la ciencia-ficción –si bien hay zonas geográficas que parecen ancladas en el pasado–. Por suerte, siempre podemos contar con la magia del séptimo arte para escapar del presente que nos ha tocado vivir. Y aunque el cine en sí mismo, como otras formas artísticas, puede considerarse una auténtica máquina del tiempo –¿acaso no permite contemplar cualquier época?–, numerosos autores han reflejado en la gran pantalla aventuras, conflictos y espectáculos derivados de la posibilidad de viajar al pasado y al futuro. Aquí os dejo diez de las mejores películas que han dejado huella en este subgénero:
‘El tiempo en sus manos’ (‘The Time Machine’, 1960)
Título imprescindible en esta lista, ‘El tiempo en sus manos’ es la primera y afortunada adaptación cinematográfica de ‘La máquina del tiempo’, uno de los clásicos de la literatura fantástica escritos por H.G. Wells. Rod Taylor protagoniza esta inolvidable aventura sobre un científico que halla la manera de desplazarse a diferentes momentos del futuro de la humanidad; un viaje cargado de sorpresas… Ganó un Oscar por unos efectos visuales revolucionarios para la época, y aunque hay elementos y diálogos que inevitablemente resultan hoy demasiado ingenuos, la puesta en escena de George Pal y los giros de la trama logran entretener y mantener el interés de principio a fin.
‘El planeta de los simios’ (‘Planet of the Apes’, 1968)
La adaptación de la novela de Pierre Boulle llevada al cine por Franklin J. Schaffner nos dejó varias escenas para el recuerdo, pero indudablemente la más mítica de todas tiene lugar al final, cuando el héroe encarnado por Charlton Heston cree haber escapado victorioso de las “apestosas garras” de una civilización de monos inteligentes. La imagen del cierto monumento emblemático enterrado en la arena revela que “el planeta de los simios” no es otra cosa que el terrible futuro de la Tierra. Por cierto, una curiosidad cinéfila: el aterrizaje de la nave se filmó en el mismo lago que aparece en el desenlace de ‘Gravity’ (2013). ¿Una simple casualidad?
‘Terminator’ (‘The Terminator’, 1984)
En el futuro, hombres y máquinas están enfrentadas a muerte –año 2029, tomad nota–. En un intento por resolver la guerra, un asesino cibernético, un “Terminator”, es enviado al pasado para liquidar a la mujer que dará a luz al líder de la resistencia humana. Pero ese líder envía también a uno de los suyos para que proteja a su madre… James Cameron comenzó su reinado en Hollywood con este prodigioso thriller de terror y ciencia-ficción de bajo presupuesto –costó 6,4 millones y medio de dólares– en el que planteaba una llamativa paradoja: ¿puede alguien enviar al pasado a su propio padre? Siendo así, ¿quién lo engendró la primera vez? ¿Todo forma parte de un bucle o se han creado dos líneas de acción alternativas, dos universos paralelos? Éstas y otras preguntas sin aparente respuesta lógica son las que enganchan a los fans de las historias sobre viajes temporales.
‘Regreso al futuro’ (‘Back to the Future’, 1985)
Llevemos la paradoja un poco más lejos: ¿qué pasaría si retrocedieras en el tiempo, hasta el momento en el que tus padres se conocieron, interrumpes la línea normal de acontecimientos, y la chica que será tu madre… se enamora de ti? Esta alocada situación se la encuentra el joven Marty McFly (Michael J. Fox) cuando viaja tres décadas atrás en el tiempo al volante del mítico DeLorean convenientemente modificado por su amigo “Doc” (Christopher Lloyd), el científico loco al que, precisamente, debe salvar la vida alterando el pasado. Un monumental y divertidísimo lío orquestado con maestría por Robert Zemeckis que dio lugar a la exitosa trilogía de ‘Regreso al futuro’.
‘Atrapado en el tiempo’ (‘Groundhog Day’, 1993)
Posiblemente –a falta de ver la de Curtis–, la mejor comedia que existe sobre viajes en el tiempo la dirigió Harold Ramis. En ‘Atrapado en el tiempo’, el tronchante Bill Murray interpreta a un cínico y malhumorado hombre del tiempo condenado a repetir el mismo día una y otra vez. Al principio lo odia, incluso intenta suicidarse, pero poco a poco descubre que puede disfrutar de esta extraña vida realizando cambios con cada nuevo despertar. Enamorarse de Andie MacDowell será la clave para descubrir la salida de un laberinto temporal que aún hoy sigue cautivando al espectador.
‘Doce monos’ (‘Twelve Monkeys’, 1995)
Terry Gilliam logró su mejor película con esta rareza basada en ‘La Jetée’ (1962), una proeza narrativa de Chris Marker. La acción arranca en un futuro post-apocalíptico en el que la humanidad está condenada a vivir bajo tierra a causa de un potente virus que, según se cree, fue creado por un grupo llamado el Ejército de los 12 Monos. Un criminal convicto, interpretado por Bruce Willis, es enviado al pasado para intentar encontrar una solución. Pero, ¿es posible alterar lo ocurrido o el viaje temporal ya está incluido en el orden de los acontecimientos? El final es de los que se quedan grabados en la retina.
‘Harry Potter y el prisionero de Azkabán’ (‘Harry Potter and the Prisoner of Azkaban’, 2004)
Alfonso Cuarón vuelve a estar de actualidad gracias a su último trabajo, la espectacular ‘Gravity’. Nueve años antes, el mexicano ya había demostrado su talento al mando de superproducciones de Hollywood con ‘Harry Potter y el prisionero de Azkabán’, la mejor entrega –la más hermosa, divertida y emocionante– de la saga basada en la obra de J.K. Rowling. Uno de los muchos aciertos de este notable film es una subtrama relacionada con un artefacto mágico que permite al joven protagonista retroceder en el tiempo y ayudarse a sí mismo a superar un enfrentamiento con los temibles dementores…
‘Los cronocrímenes’ (2007)
El español Nacho Vigalondo consiguió colarse entre los realizadores más inspirados del subgénero de viajes en el tiempo con su ópera prima, maltratada comercialmente en nuestro peculiar país. ‘Los cronocrímenes’ es la imaginativa y retorcida historia de un hombre (Karra Elejalde) enfrentado a un enigmático asesino enmascarado. Al entrar accidentalmente en una máquina fantástica, el protagonista vuelve a la realidad que vivió una hora antes. Pero ahora está él y su alter ego de hace una hora, que también entrará en la máquina… Un rompecabezas que te mantendrá ocupado durante –al menos– una hora y media.
‘Midnight in Paris’ (2011)
“¡Ahora es Michael Bay!”. Así bromeaba Owen Wilson al referirse al éxito comercial logrado por Woody Allen con ‘Midnight in Paris’, el título más taquillero de su carrera. En esta deliciosa comedia romántica, el director vuelve a jugar con un planteamiento fantástico –la magia está muy presente en su obra– al hacer que su protagonista, un neurótico escritor norteamericano en París, sea capaz de retroceder en el tiempo situándose en un lugar concreto cada noche. Así conoce a un buen número de artistas que le ayudan con su trabajo y a una mujer de la que se enamora. Pero ya sabemos que los romances son complicados de mantener cuando uno de los dos pertenece a otra época.
‘Looper’ (2012)
Cuando pensábamos que ya estaba todo dicho en el terreno de los viajes en el tiempo, llegó Rian Johnson y nos demostró lo contrario con este asombroso cóctel de géneros –desde la fantasía al noir–. En el futuro es posible regresar al pasado, pero los viajes se han declarado ilegales para evitar cambios catastróficos. Aun así, la mafia usa el invento para hacer desaparecer los cuerpos de sus víctimas. Willis y Joseph Gordon-Levitt dan vida al mismo personaje, un asesino a sueldo, en dos etapas diferentes de su vida. El interesante conflicto se produce cuando el alter ego del futuro intenta cambiar su pasado, es decir, el presente de la versión joven, que tiene su propio plan: asesinar al viejo y cobrar el dinero. Pero una vez más, el amor entra en juego y todo cambia…
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