Las barbas vuelven a estar de moda, es un hecho. No sé si alguna vez lo estuvieron de verdad, pero las mismas no solían formar parte de la tan promocionada belleza standard por revistas y revistas que lo único que conseguían era que te sintieses feo. Servidor debe reconocer que hace mucho, mucho tiempo, cuando era un crío con 26 años se la dejó larga y frondosa respondiendo a las exigentes demandas de una mujer de lo más curiosa.

No afeitarme durante dos años más que lo justito para conservar aquellos pelajos en mi cara fue una de las más grandes comodidades de mi existencia, y recordando ahora aquellos años me dispongo a hacer un recuento de los actores del cine que lucieron en ocasiones una de esas frondosas barbas sin que su sex appeal o morbo se redujese lo más mínimo, en algunos casos incluso crecía, y es que el aspecto desaliñado perfectamente calculado tiene un innegable atractivo.

En una película que no necesita ningún tipo de presentación para nadie, ‘Espartaco’ (‘Spartacus’, Stanely Kurbck, 1960), Peter Ustinov, actor de carácter donde los haya, lleva una muy elegante barba frente a un Kirk Douglas que luce una muy frondosa al inicio del film, para pasarse el resto del film perfectamente afeitado —la magia del cine—. A Ustinov podemos verle en un sinfín de películas más con personajes llenos de carisma y muchas veces luciendo una barba que solía quedarle perfecta, mucho mejor que si no le llevase.

Cuando era pequeñito disfrutaba de lo lindo con las películas protagonizadas por Terence Hill y Bud Spencer, las cuales destacaban por así decirlo, por sus innumerables peleas en las que sonaban con fuerza las bofetadas dadas por Bud Spencer, el barbudo del dúo. La imponente presencia del actor y su cara lacónica siempre me hizo temer a ese tipo de personas, y reconozcámoslo, la barba le daba un punto de seriedad que terminaba de redondear el tipo de personaje hecho a su medida. Bud Spencer no interpretaba, Bud Spencer era Bud Spencer, y con barba.

Donald Sutherland ha hecho algo realmente curioso con el paso de los años cuando lucía barba muchas veces. Al inicio de su carrera, la barba era símbolo de tipo raro, introvertido y extrovertido a la vez, rozando muchas veces con la locura. Ahora su barba es elegancia, estilo y saber estar. Su hijo Kiefer ha intentando dejársela varias veces, pero claro el resultado no es el mismo. Y es que la barba no crece para todos de la misma forma ni sienta bien a todos.

Richard Harris lució barba en muchas de sus películas llegado al cenit de tal moda en su personaje para la saga de Harry Potter hasta que su fallecimiento hizo que Michael Gambon cogiese el testigo. Entre sus barbas más rercordadas y por poner dos ejemplos lejanos en el tiempo, tenemos ‘Camelot’ (id, Joshua Logan, 1967) en la que interpretaba a un cantarín rey Arturo, y ‘Gladiator’ (id Ridley Scott, 2000) donde desplegaba todo su porte irlandés.

Y si no queremos salirnos de la leyenda artúrica, en un post de barbas no puede faltar el mejor Merlín que ha aparecido en una pantalla, por supuesto en el mejor tratamiento de dicha leyenda, ‘Excalibur’ (id, John Boorman, 1981). Es curioso, pero las barbas parecen sentar mejor a intérpretes europeos, sobre todo británicos. Será el carisma, el estilo.

Sean Connery tiene tanto estilo y presencia que aunque su James Bond hubiese llevado barba nadie se habría quejado. Precisamente una de sus barbas más recordadas es la que luce como padre de un personaje nacido a la sombra del agente 007, Indiana Jones. Si queremos ver alguna de las más cuidadas en su rostro, le podemos ver como oficial ruso que deserta de su país en ‘La caza del octubre rojo’ (‘The Hunt for Red October’, John McTiernan, 1990) o como fugitivo lleno de secretos en ‘La roca’ (‘The Rock’, Michael bay, 1996).

Robert De Niro, uno de los mejores actores que han salido jamás en una película, aunque ahora ande algo perdido, recogió su segundo Oscar por su imponente interpretación en ‘Toro salvaje’ (‘Raging Bull’, Martin Scorsese, 1980) con una barba que le sentaba de miedo, como a pocos. Aunque fueron pocas las veces que la lució, una de las más recordadas es sin duda en ‘La misión’ (‘The Mission’, Roland Joffe, 1986). En una de sus últimas apariciones cinematográficas, ‘Malavita’ (‘The Family’, Luc Besson, 2013) realiza una de las mejores interpretaciones de los últimos años con barba.

Richard Attenborough es uno de los más reputados directores británicos que hay, pero su presencia en este post es por portar la barba de la mente creadora del parque de dinosaurios más famosos del celuloide. En muchas de sus películas como actor porta barba, pero ninguna tan recordable como ésta aunque no esté a la altura de otras muchas que protagonizó.

Ya que la fiesta del consumismo por excelencia está muy próxima incluir a Papa Noel creo que es más que justo y necesario. Hubo muchos en la historia del cine, pero si hay una película clásica familiar por excelencia con respecto al tema esa sin duda es ‘De ilusión también se vive’ (‘Miracle on 34th Street’, George Seaton, 1947) en el que el mítico personaje de ficción era representado por Edmund Gwenn.

Y ya que estamos con fantasía, Willem Dafoe portó una más que necesaria barba para uno de los personajes más reconocidos por la humanidad, al menos desde el año 0. El actor demuestra una humanidad fuera de lo común en una muy creíble versión del mito, obra y gracia de un Martin Scorsese más que inspirado.

Steven Spielberg no es un actor, aunque ha hecho cameos en ‘Granujas a todo ritmo’ (‘The Blues Brothers’, John Landis, 1980) y ‘Gremlins’ (id, Joe Dante, 1984), pero es un dandi y un genio. Y lleva barba.

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