El género de ciencia ficción es uno de los más aceptados a todos los niveles. En el cine —y ahora cada vez más en televisión, aunque ese es otro mundo bien distinto por mucho que no lo parezca— hay título muy importantes a lo largo y ancho de su corta historia. Muchos creen que se trata de un género que está simple y llanamente para entretener, pero en sus constantes se encuentran muchas veces reflexiones sobre temas eternos del ser humano. Este siempre ha soñado con el futuro, con vida en otros planetas, con viajar en el tiempo, con encontrar a Dios… Ahora y en una de esas listas que realmente no tienen la importancia que parece, vamos con cinco films de ciencia ficción importantes, que no fantasía, género con el que el respetable suele hacerse un pequeño lío mental.

‘Metrópolis’

Indudablemente la película de Sci-Fi más influyente de la historia. ¿Es tan difícil ver cómo George Lucas se “inspiró” en el robot del film de Lang para el entrañable androide de Star Wars —film que por cierto pertenece al género de fantasía y no al de Sci-Fi—? Además de un film emocionante, un tratado contra la tiranía y la opresión, con impresionantes decorados y sorprendentes efectos visuales, que no ha envejecido ni un ápice. Su devastador y pesimista futuro parecen más actuales que nunca, y la presencia en la trama de uno de los primeros “mad doctors” del celuloide son algunos de sus elementos más característicos. De las “ambientaciones musicales” hechas a lo largo de los años mejor olvidarse, ni una está a la altura de la película.

‘Blade Runner’

Ahora que Ridley Scott —lo de Sir lo voy a dejar para sus amistades— ha tenido la osadía de unir los mundos de ‘Alien’ y ‘Blade Runner’, es conveniente y necesario citar el mítico título de 1982. Un fracaso en su momento y que con el paso del tiempo se ha ido convirtiendo en la cinta de culto que merece ser. Un futuro inmediato —2019, a la vuelta de la esquina— en el que la vida artificial es posible, y con ella todas las preguntas existenciales que el hombre se ha hecho desde que tiene uso de razón. Lo mejor esa atmósfera de Film Noir, con femme fatale y todo, y cómo no, la impresionante performance de Rutger Hauer. “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais…”

’2001, una odisea del espacio’

No incluirla en una lista por pequeña que sea, sería una equivocación pese a quien pese. Probablemente la cinta más famosa del género, amada y odiada a partes iguales ha generado ríos y ríos de interpretaciones y discusiones. Stanley Kubrick y Arthur Clarke trabajaron a la par en libro y película, y dejaron al espectador literalmente fascinado, aún a día de hoy intrigado por el tramo final del film, aquel en el que el ser humano ha evolucionado hasta su máxima expresión. El aspecto técnico es uno de los más cuidados y perfeccionistas que se han dado jamás, tal y como pedía el ego de su autor. HAL 9000 es el personaje más recordado de todos, el más atrayente, de tintes casi terroríficos su personalidad ahoga las demás, y eso que hablamos de una computadora. “Daiiiiissyyyyy…”

‘El increíble hombre menguante’

Del poco conocido por la audiencia Jack Arnold, una obra maestra de proporciones casi cósmicas, aunque suene a cachondeo. Adaptación de una novela del gran Richard Matheson, uno de los más inteligentes escritores de ciencia ficción, y que como debe ser escribió él mismo el guión. Un hombre empieza a menguar de tamaño debido a una extraña niebla. Las consecuencias serán devastadoras, pues sin remedio para su mal verá como todo su mundo se hace enorme llegando a desaparecer literalmente a los ojos de los demás. Impagable todo el tramo del sótano, donde el protagonista tendrá que enfrentarse a cosas tan cotidianas como una araña, en ese momento un monstruo casi invencible. El final no es nada esperanzador a pesar de ese pensamiento existencialista del personaje central.

‘A.I.’

La película más atrevida y arriesgada de Steven Spielberg también fue una de las más incomprendidas por una parte muy amplia del público, y es que el director de ‘ET’ se atrevió a algo que no suele gustar, que nos hagan pensar. Acusado injustamente de una parte final ñoña cuando es uno de los finales más duros y devastadores de la historia —a pesar de todos los avances de la inteligencia artificial, confundida por cegatos con extraterrestres, la vida no puede reproducirse y la felicidad sólo dura un día—, el film habla sobre la inhumanidad hacia la que tiende el hombre. La interpretación de Haley Joel Osment serviría para dar clases a actores mucho mayores que él, y el pesimismo de Spielberg está disfrazado.

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