John Surtees, el hijo del viento
En el Mundial de Motociclismo hay auténticos fieras como Valentino Rossi que es el único piloto que ha ganado en 125 cc, 250 cc, 500 cc y MotoGP (con las 990 cc de 4T). Hay pilotos como Freddie Spencer que fue capaz de ganar el campeonato de 250 cc y el de 500 cc en la misma temporada (1985) pero sólo hay un piloto en toda la historia que haya sido capaz de ganar el mundial de 500 cc y el de Fórmula 1, este fuera de serie se llama John Surtees. Y en su casillero cuanta con cuatro mundiales de 500 cc, tres mundiales de 350 cc, todos sobre MV Agusta y un mundial de Fórmula 1 con Ferrari.
John Surtees nació el 11 de febrero de 1934, en Tatsfield (Surrey Inglaterra), hijo del propietario de un concesionario de motos empezó a competir muy joven. Tan joven que cuando ganó acompañando su padre una carrera de Sidecar y los comisarios de la carrera se enteraron de la edad de John los descalificaron. A los 15 años participó legalmente por primera vez en una carrera oficial y a los 16 entró a trabajar en la fábrica de Vincent como aprendiz. En 1951, a la edad de 17 años, le plantó cara a Geoff Duke (la estrella británica del momento y casi diez años mayor que él) en una carrera del campeonato británico.
Aquel jovencito llevaba gasolina en las venas y no tardó mucho en hacerse un hueco en las parrillas del Mundial de Motociclismo.
1952-1960, el campeón británico con motos italianas
En 1952 John Surtees inició su carrera mundialista participando en el Ulster GP sobre una Norton 500 con la que acabó en sexta posición. A lo largo de los años John fue progresando hasta que en la temporada de 1955 firmó un contrato con la marca italiana MV Agusta para participar en el Mundial del siguiente año. Podemos decir que fue llegar y besar el santo, porque Surtees ganó tres de las seis carreras que conformaban el mundial de aquel año y se proclamó campeón del mundo de 500 cc. También fue la primera vez que la marca italiana se alzaba con la corona de la categoría reina. Aunque este campeonato no estuvo exento de polémica ya que el vigente campeón, Geoff Duke, fue sancionado sin correr durante seis meses por apoyar una huelga en la que los pilotos reclamaban mejores recompensas por tomar la salida.
Cuenta la leyenda que Surtees llegó a pedirles a sus mecánicos que no cambiasen nada de la moto sin antes comunicárselo a él. En aquella época los mecánicos de los equipos oficiales realizaban cambios en las motos para mejorarlas y en muchas ocasiones no le decían nada al piloto, más que nada porque consideraban que el piloto no era parte importante del conjunto. Surtees les demostró que no era así, y que sus indicaciones eran muy valiosas para mejorar la moto. Por ejemplo, la MV Agusta fue de las primeras motos que contaba con recorridos largos de las suspensiones (más de 150 mm) pero Surtees les indicó a los mecánicos que la moto se comportaba mejor con menos recorrido y con las suspensiones más rígidas, ya que así no oscilaba al tomar curvas a gran velocidad.
En 1957 Gilera se tomó la revancha y venció el mundial, con Surtees acabando en tercer lugar sobre la MV Agusta. Pero la retirada de Gilera, y Moto Guzzi al finalizar la temporada de 957 le dejó el camino despejado para que Surtees ganara los mundiales de 500 de 1958, 59 y 60. Además también anotó en su casillero los mundiales de 350 cc de esos mismos años. Quizá los mejores años para Surtees, que también consiguió ser el primer piloto que ganaba tres años consecutivos el Senior TT de la Isla de Man.
Lo más sorprendente es que en la temporada de 1960 John intercaló las carreras del Mundial de Motociclismo con algunas de las carreras del Mundial de Fórmula 1. En concreto su primera participación en Fórmula 1 fue en el Gran Premio de Monte Carlo. Carrera en la que se clasificó segundo en la parrilla de salida pilotando un Lotus-Climax. Aunque por desgracia para él no pudo acabar la carrera al romper la caja de cambios del coche. La decisión estaba tomada y al año siguiente se bajó de la moto para subirse en un coche de Fórmula1. Con sólo 26 años Surtees iba a dar un paso adelante en su carrera deportiva.
1960-1972, cuatro ruedas para ir tan rápido como con dos
Tan rápido era Surtees que cuando se subió en un Aston DBR1 y en un VanWall en el circuito de Goodwood (Inglaterra) dejó con la boca abierta a Reg Parnell y Tony Vandervell, los respectivos jefes de equipo que le habían prestado los coches. Y eso que John nunca había corrido en el circuito de la prueba. La única pega es que Surtees todavía tenía contrato en vigor con MV Agusta y tuvieron que esperar hasta 1961 para que el británico pudiera disputar completa la temporada de Fórmula 1. Aún así en 1960 Surtees ya compaginó los dos mundiales ganando siete carreras de motos y volviendo a ganar por tercer año consecutivo los mundiales de 350 cc y 500 cc.
De todas maneras, conocedor de los celos de los demás pilotos en un equipo mundialista, Surtees no fichó por ningún equipo “de campanilla” las dos primeras temporadas. Se curtió muy bien pilotando coches como el Cooper T53 “Lowline” de Yeoman Credit Racing o el Lola Mk4 de Bowmaker Racing. Tras estos dos años fichó por Ferrari y ahí empezó su éxito. La primera carrera que venció fue el GP de Alemania en 1963, año que acabó cuarto en el mundial con una victoria, un segundo, un tercero y un cuarto puesto además de cinco retiradas y una descalificación.
Por suerte para la escudería italiana John Surtees era un excelente probador y les ayudó con su experiencia en competición a mejorar el coche. De esta manera en 1964 dos primeros, tres segundos y un tercer puesto le permitieron ganar el Mundial de Fórmula 1. Así, con su octavo mundial (siete de motos y uno de fórmula 1) John Surtees se ganó un puesto de honor en el Olimpo de los pilotos fuera de serie.
Su carrera no acabó ahí, sino que siguió corriendo con algunos buenos resultados y algún accidente grave que a punto estuvo de costarle la vida. Cuando en las prácticas del GP de Canadá se partió la suspensión delantera del Lola que estaba pilotando a alta velocidad. El coche se estampó contra las vallas de seguridad y volcó atrapando a John debajo. El accidente se saldó con fractura de pelvis, daños graves en su pierna izquierda y la columna vertebral, y rompiendo sus riñones. A pesar de todo, seis meses después del accidente John Surtees se volvía a subir a un coche de Fórmula 1 y probaba el nuevo Ferrari con motor de tres litros.
A pesar de todo en Ferrari no confiaban mucho en él. Lo que le dejó sin volante en las 24 horas de Le Mans del año siguiente por una decisión de Eugenio Dragoni, el manager del equipo. Con lo que Surtees, muy enfadado por el trato recibido, decidió dejar de correr para la escudería Ferrari. Y a punto estuvo de ganar de nuevo el mundial de 1966 acabando segundo tras Jack Brabham. A partir de ahí ya no volvió a lucir la estrella de John Surtees, pero su leyenda sigue viva hasta hoy, que con 79 años sigue acudiendo a eventos relacionados con el motor y nadie ha podido igualar su proeza.
Tiempos modernos, no significan tiempos mejores
Según palabras del propio John Surtees en la actualidad es mucho más fácil dar el salto desde las motos hacia los coches, porque ahora se cuenta con mucha información sobre cómo funciona cada máquina y es fácil descubrir lo que se hace mal para mejorarlo. En su época John sólo contaba con sus sensaciones y su habilidad para explicárselas a los mecánicos e ingenieros que ponían a punto la moto o el coche. Pero curiosamente en todo este tiempo nadie ha sido capaz de igualar su proeza. Incluso Mike Hailwood lo intentó pero no pudo ganar ningún campeonato conduciendo un coche. Más recientemente hemos visto los flirteos de Valentino Rossi con los Fórmula 1 de Ferrari, pero nunca se ha llegado a concretar nada.
¿Volveremos a ver alguien así? Parece que de momento no en competiciones en asfalto. Porque los modernos pilotos multi-disciplinarios se encuentran corriendo carreras como el Dakar, donde vencedores en motos como Stephane Peterhansel venció cinco veces en moto y ya va por la cuarta en coches. Se rumorea que cuando consiga la quinta en coches se pasará a los camiones. Otros pilotos como Nani Roma y Hubert Auriol también han ganado el Dakar con dos y con cuatro ruedas.
El paso inverso, de la Fórmula 1 a las motos, lo dio otra leyenda como Michale Shumacher, pero parece que este fue más como entretenimiento para no aburrirse que como auténtico desafío mundialista. Habrá que seguir esperando a que llegue un piloto actual y establezca nuevas metas inalcanzables para entrar en el Olimpo de los dioses del motor.
Fotos vía | Flickr; Wikimedia; Wikipedia
Vídeos vía Youtube | Assen 1958; La leyenda de John Surtees
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