“Aquí si no tienes un buen coche es difícil hacer algo, y si tienes un buen coche pero no tienes buenas manos tampoco“. El piloto de rallyes Dani Sordo ha logrado en sus más de trece años en activo convertir sus propias palabras en una superación, ya sea con un equipo u otro como apoyo. Logró el Campeonato Mundial de Rally en 2005, mismo año en el que logró el Campeonato de España de Rallyes y que le servirían para convertirse en el compañero de nada menos que Sébastien Loeb. Tras los cambios de equipo ahora sigue volviendo a marcar grandes marcas con el equipo Mini que sigue creciendo. Volvemos a sus inicios para recordar con él cómo ha sido hasta ahora su carrera.

¿Qué te llevó a dedicarte al mundo del motor?

Un poco por parte de la familia. Mi padre ya practicaba el automovilismo de forma amateur y regional. En la familia he vivido este deporte desde siempre y vi que si quería dedicarme a ello era posible.

¿Cómo fueron tus inicios en el motor?

Primero practiqué un poco de motocross porque era joven y era lo único que podía hacer, no podía competir con los coches y después cuando cumplí los 16 años podía competir solo en carreras de montañas, en las que las carreteras estaban cerradas y no hacía falta el carné de conducir. A partir de aquí me fui iniciando y cuando tuve 18 años me saqué el carné para empezar a correr rallyes.

¿Cuáles fueron tus primeras pruebas?

Comencé compitiendo en rallyes regionales, después salí un poco fuera y así empezó todo.

Rallye Monte Carlo 2006

¿Qué balance haces de estos trece años que llevas en activo?

Estoy contento, los primeros fueron un poco por hobby, a ver qué pasaba. Como empezó bien la cosa, tenía buenos resultados en los rallyes, ya me plantee una cosa más profesional.

El balance es positivo. Ha faltado ganar alguna carrera en alguna pick up todavía, pero pese a eso estoy contento.

¿Cómo es dedicar tu vida al completo al mundo del motor?

Es lo que cuando eres deportista y estás viajando por ahí deseas: dedicarte a ello solamente. A veces es un poco más duro porque estás mucho tiempo fuera de casa pero otras veces es muy gratificante por los resultados y por vivir el momento. Las cosas que me gustan de esta pasión compensan para dedicarme a ella.

¿Cómo recuerdas tu primera carrera profesional?

Ahora mismo no lo recuerdo muy bien (risas). La primera carrera siempre la tienes un poco especial. Sí recuerdo la primera carrera que hice en rallyes a nivel regional porque la tenía muchísimas ganas, fue una semana más tarde de sacarme el carné de conducir y encima gané, un momento así es difícil de olvidar.

Subida a Liebana 2011

¿Y el momento en que te estrenas en el Campeonato Mundial de Rallyes?

Empecé corriendo el mundial con un coche bastante pequeño, mi intención era coger un poco experiencia e ir creciendo. Después ya comencé con Citroën y fue el salto profesional deseado. Este fue un momento especial en mi carrera porque era el paso de decir “ahora mismo esto va en serio”.

De todas las carreras en las que has participado ¿cuál es la que recuerdas con más emoción?

2005 fue un buen año, gané el Campeonato del Mundo Junior y el Campeonato de España. Fue un año muy bonito. También cuando después comencé mi primera carrera de oficial con Citroën, el hecho de ponerte el mono de piloto oficial y decir ahora ya me de dedico a esto y soy piloto oficial de una marca.

Justo nada más comenzar obtuviste los dos títulos que mencionas, las dos máximas aspiraciones que en ese momento tenías.

Creo que piensas en las cosas más hacia delante y estas las olvidas un poco. Quieres ganar las carreras grandes y tener un coche más preparado. Cuando ya pasa más tiempo entremedias, uno o dos años, te das cuenta de que hiciste una buena temporada. En ese momento lo único que piensas es que quieres más.

El momento de lograr obtener el título el subidón tuvo que ser brutal.

Sí, la verdad es que es un subidón tremendo, pero ya te digo, siempre he mirado cuando pasa algo malo, de lo que tengo que aprender, no de las victorias, porque al final de la victoria aprendes cosas pero aprendes más cuando pierdes y tienes que mejorar. En las otras lo has hecho bien y pasas página.

Rallye Racc Cataluña 2011

¿Qué has podido aprender de las derrotas sufridas?

Depende, en algunas he cometido errores y en otras he tenido malas suertes. Siempre se analiza el porqué y se obtiene una conclusión de cada una.

En 2007 ya lograste ser el segundo piloto de Citroën por detrás de Sébastien Loeb. ¿Qué fue para ti compartir equipo con él?

Muy contento porque competir en el mismo equipo que un ídolo como es Sébastien Loeb es muy gratificante. Solo que al final fue como un arma de doble filo porque era un compañero que era imbatible y sigue siendo muy difícil de ganar. Llegaba un poco a cansarme de estar ahí siempre en un segundo lugar sin lograr adelantarle, solo que cuando tienes a alguien que es un poco más rápido te ayuda superarte a ti mismo.

¿Qué aprendiste al compartir equipo con un profesional con tal renombre?

Aprender, lo que es aprender más bien poco. Las cosas tienes que experimentarlas tú mismo, tienes que tropezarte en la piedra para saber que la piedra es dura. Por mucho que te lo explique la gente te puede ayudar en cosas pequeñas. Loeb tampoco ayudó mucho.

Rallye de Portugal 2012

Cuando cambiaste de equipo y pasaste a Mini lograste de nuevo una segunda posición tras él con un coche con mayores diferencias.

Sí, he estado con el Mini y he hecho bastante carreras muy buenas. El equipo es un poco pequeño todavía pero creo que para lo que tenemos hemos hecho cosas buenas. Es gratificante lograr dichos resultados pese a la diferencia de nivel de coches. Nosotros estamos logrando mejorar y si el equipo sigue trabajando podremos hacer cosas importantes.

¿Hasta qué punto se encuentra la importancia del coche o de la maña tuya como piloto en una carrera que compites?

El coche es muy importante en los rallyes, no es como el tenis que eres tú y puede influir un poco el material pero eres tú quien da más. Aquí si no tienes un buen coche es difícil hacer algo, y si tienes un buen coche pero no tienes buenas manos tampoco. Tienes que tener un buen copiloto, un buen equipo, unos buenos ingenieros y muchas cosas más que influyen en el automovilismo.

Rallye de Montecarlo 2012

¿Qué es lo más duro a lo que te enfrentas al competir en el mundial de rallyes?

¡Los viajes! Estar todo el día fuera de casa es lo que peor se lleva. Todo tiene una parte mala.

Si tuvieses que quedarte con algo que quieras conseguir de cara al futuro ¿qué sería?

Está claro que para mí lo más importante sería conseguir un campeonato del mundo. Ganar alguna carrera y después ganar algún campeonato. Todo es posible si se mejora.

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